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¿Qué significa que esté mejorando la situación en Iraq?

Fuentes: Rubí Solidari

La buena noticia de Iraq es que el pasado mes de noviembre sólo han muerto 718 civiles, ¡la cifra más baja desde enero de 2006!. «La violencia ha bajado un 60%», afirmó el ministro de Defensa norteamericano, R. Gates, después de una visita secreta y rápida a Iraq la semana pasada. Una hora más tarde […]

La buena noticia de Iraq es que el pasado mes de noviembre sólo han muerto 718 civiles, ¡la cifra más baja desde enero de 2006!. «La violencia ha bajado un 60%», afirmó el ministro de Defensa norteamericano, R. Gates, después de una visita secreta y rápida a Iraq la semana pasada. Una hora más tarde una explosión enorme mató a 19 personas e hirió a varias docenas más. Desde hace algunos meses los responsables políticos estadounidenses están enviando mensajes optimistas de que la situación en Iraq ahora es la mejor desde la invasión en 2003, de que la violencia está controlada, de que el «terrorismo» está derrotado en muchas zonas, de que la vida vuelve a ser casi normal …gracias al aumento de fuerzas que Bush intenta vender tanto dentro de EEUU (por motivos electorales) como fuera.

Menos violencia, si es que es cierto, apenas significa una vida mejor para los iraquíes. No significa que los problemas estén resueltos, o que algún gobierno eficiente iraquí esté afrontando las causas reales de la violencia. De hecho, los entusiastas comunicados norteamericanos van seguidos inmediatamente de una dura crítica al inútil gobierno iraquí. En realidad no existe un gobierno iraquí fuera de la Zona Verde ni, de hecho, dentro de ella.

Esto significa que las fuerzas de la ocupación han cambiado sus tácticas para disminuir el número de víctimas, que se ha vuelto insoportable. Hay menos patrullas en zonas «peligrosas» ya que han sido sustituidas por vigilancia y tiroteos aéreos, o por el ejército iraquí. Lo cual quiere decir que los norteamericanos han pagado abiertamente y en metálico enormes cantidades de dinero para comprar la fidelidad de algunas milicias sectarias y de algunas tribus. Un hecho que demuestra una vez más que la resistencia es inocente de la masacre sectaria contra la población civil y de la campaña de asesinatos contra profesionales e intelectuales.

Esto significa que quedan menos iraquíes a los que matar después de haber matado ya a 1.200.000 y dejado inválidos a muchos otros en los últimos cinco años, y después de la limpieza y de los desplazamientos sectarios que han enviado a más de cinco millones al exilio, dos quintas partes de los cuales son niños. También significa que se ha encarcelado a más hombres. Fuentes norteamericanas afirman que para 2008 el número de detenidos iraquíes en las cárceles norteamericanas podría ser de 50.000, de los cuales unos mil son niños, algunos de ellos de sólo 10 años, o adolescentes menores de 16 años. A pesar de que no se sabe cuántos detenidos hay en las cárceles iraquíes, según las cifras oficiales se calcula que son unos 60.000, aunque muy bien podrían ser el doble.

Bagdad es una ciudad de fantasmas, una ciudad muerta, como la describen muchos amigos de allí. Las calles, las tiendas, las universidades y los negocios están vacíos. Aquellos que permanecen en Bagdad prefieren esconderse y no moverse a menos que sea imprescindible. Ésa es la razón por la que hay menos cadáveres en las calles. Pero aunque la violencia haya disminuido, la gente no está más contenta ni la situación es mejor. Cada cinco minutos muere un niño a causa de la guerra y otros muchos resultan gravemente heridos. Los precios están más altos que nunca, los servicios esenciales (sanidad, agua potable, energía …) colapsados y, además, el gobierno ha decidido reducir a la mitad las raciones alimenticias mensuales debido a la falta de fondos, con lo que ha reducido los alimentos a ocho millones de iraquíes que sobreviven gracias a ellos. Iraq es ahora el segundo Estado más corrupto del mundo.

EEUU ha perdido en Iraq, un hecho que la administración Bush quiere encubrir hablando de su éxito en frenar la violencia. Y, rotundamente, esto no significa una regresión de la resistencia, que ahora es más fuerte, está mejor organizada y es más eficaz. Significa simplemente que la ocupación es responsable de la masacre de civiles, llevada a cabo para manchar la reputación de la resistencia y para crear el caos e instigar la guerra civil. La ocupación está conteniendo ahora la violencia simplemente para dar la impresión de que el aumento de sus tropas está siendo un éxito.

*Iman A. Jamas es una escritora iraquí que reside actualmente en Barcelona. Es autora del libro Crónicas de Iraq, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2006