Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Han pasado ya casi cuatro años desde que se produjo la invasión USamericana de Iraq y una Parca loca, sucia y barata patea desbocada las ciudades y pueblos iraquíes. Todos y cada uno de los días han aparecido coches bomba y las explosiones se han llevado las vidas de cientos de miles.
Se estima que en estas explosiones se han utilizado al menos unos 5.000 coches bomba y cientos de toneladas de explosivos.
Todo eso está sucediendo y nosotros seguimos aquí bajo la custodia del ejército más poderoso del mundo que todavía tiene que aumentar sus efectivos para pacificar la Bagdad ocupada desde hace cuatro años.
La violencia, ya sea como resultado de los explosivos, de los coches bomba, de la resistencia, de los criminales, de las continuas operaciones militares USamericanas o de las milicias asesinas, tiene lugar bajo la nariz de USA y las fuerzas de seguridad iraquíes.
Las explosiones que tienen lugar en Iraq, ya sean contra tropas USamericanas o contra iraquíes inocentes, no son precisamente consecuencia de mecanismos rudimentarios, bien al contrario, deben tener un ejército de expertos y técnicos tras ellas.
Esas explosiones están devorando a los niños, a las mujeres, a los ancianos iraquíes. Iraquíes inocentes constituyéndose en forraje de ese cruel y vicioso círculo de horror.
Las autoridades USamericanas y el gobierno iraquí han fracasado absolutamente a la hora de controlar la violencia. Lo único que hacen es condenar esos hechos y culpar de ellos a terroristas vinculados con Al Qaida o a leales del anterior dirigente Sadam Husein.
Pero a los iraquíes no les convencen esas excusas de apariencia inocente. Necesitan que USA y las autoridades iraquíes les digan de dónde salen todos esos coches bomba. ¿Cómo iban ellos a poder moverse furtivamente a través de tantos controles y tantos bloqueos de carreteras que las tropas USamericanas e iraquíes han colocado por todo Bagdad?
Esos coches tienen matrícula y números de serie. Y sin embargo no hemos escuchando aún que las autoridades hayan sido capaces de identificar al propietario de ningún vehículo ni su procedencia.
Antes de la caída de Bagdad, el país tenía un sistema sofisticado de registro de coches y las autoridades podían identificar al propietario de cualquier vehículo en cuestión de minutos una vez ocurrida la explosión.
Los iraquíes tienen derecho a preguntar si USA tiene alguna capacidad militar, de inteligencia o científica en Iraq. ¿Qué es lo que está haciendo el gobierno? ¿Tiene realmente algún plan?
USA y el gobierno iraquí no paran de hablar de un nuevo plan de seguridad. Pero si no pueden decir a quién pertenece qué coche en Bagdad, cómo van a poder extender su control sobre una extensísima ciudad de seis millones de personas.
El nuevo plan de seguridad para Bagdad es sólo un intento por contener la ira y la rabia de los iraquíes ante sus fracasos. Terminará siendo un fiasco, como todos los planes que lo precedieron.
En lugar de ser un «ataque decisivo contra el terrorismo en la capital», como proclaman, el plan no hará sino alimentar aún más la atroz ola de violencia e intensificar las tensiones y disturbios actuales.
Texto original en inglés: www.azzaman.com/english/index
* Sinfo Fernández forma parte del colectivo de Rebelión.