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“El aprendiz se fue, y el amo está aquí. El estudiante se fue, y el maestro está aquí.”

Rapsodia iraquí

Fuentes: Democracy now!

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El poeta y novelista nacido en Iraq, Sinan Antoon, se nos une en nuestro estudio Firehouse para discutir la ocupación de Iraq por EE.UU., su última novela: «I’jaam: An Iraqi Rhapsody» [I’jaam: Una rapsodia iraquí], poesía, y mucho más. Antoon dice: «Incluso si hay una retirada, va a ser una retirada al estilo israelí: de los centros urbanos a las bases militares… que han sido construidas en el país con millones y millones de dólares. Es el antiguo estilo colonial: cuando resulta demasiado costoso, se deja que los nativos se maten entre ellos, se deja que los nativos se vigilen entre ellos.»

TRANSCRIPCIÓN NO EDITADA

AMY GOODMAN: Ahora presentamos otra voz iraquí: Sinan Antoon, poeta, novelista y cineasta nacido en Iraq. Abandonó Iraq en 1991 después de la Guerra del Golfo Pérsico, actualmente enseña literatura árabe en la Universidad de Nueva York. Sus poemas y ensayos han sido ampliamente publicados en árabe e inglés. En el verano de 2003, Sinan volvió a Bagdad con un grupo de cineastas para co-dirigir «About Baghdad» [Sobre Bagdad] un aclamado documental sobre Iraq bajo la ocupación estadounidense. Su novela «I’jaam: An Iraqi Rhapsody» fue recientemente publicada en inglés, y una colección de su poesía fue también publicada en junio, llamada «The Baghdad Blues [Los blues de Bagdad]. Es miembro del comité editorial de Middle East Report. ¡Bienvenido a Democracy now!, Sinan Antoon!

SINAN ANTOON: Gracias por recibirme.

AMY GOODMAN: Cuando escucha a sus compatriotas hablando sobre la ley del petróleo ¿qué piensa?

SINAN ANTOON: Bueno, francamente, me da esperanzas, porque incluso bajo terribles condiciones y una ocupación militar, esa gente está combatiendo y organizándose realmente para resistir lo que yo pensaría sería el último clavo en el ataúd iraquí, esa ley del petróleo, porque con toda la destrucción de la infraestructura y el daño a la vida humana y material en Iraq, lo que le queda a Iraq, si algo le queda, son las reservas petrolíferas para el futuro, para reconstruir el país. Y si eso se le dan a las corporaciones extranjeras no quedan esperanzas para los iraquíes y para las generaciones futuras. Así que estoy orgulloso – y creo que todo ser humano, ciudadano de este mundo, debería sentirse orgulloso – de esa gente que, bajo condiciones terribles y difíciles, luchan contra esas poderosas corporaciones petroleras y EE.UU. con todo su poderío.

AMY GOODMAN: ¿Qué siente cuando contempla a su propio país desde lejos?

SINAN ANTOON: Quiero decir, es devastador, incluso para alguien que – es decir, no soy nacionalista, pero pienso que todo ser humano con una conciencia debería sentirse realmente entristecido por lo que está sucediendo, porque se trata de un país que ha sufrido tanta violencia y ha pasado por guerras que fueron patrocinadas por el así llamado mundo civilizado. Y no es que haya alguna linearilidad en la historia que lleve a que se pueda esperar justicia alguna de la historia, pero es simplemente demasiado, pienso, que un pueblo haya tenido que pasar por algo semejante en las últimas tres décadas.

Pero sólo quiero señalar que las tragedias por las que están pasando ahora mismo los iraquíes, por cierto, fueron complicadas por la última invasión. Pero comenzaron hace mucho tiempo, y es importante que los ciudadanos estadounidenses comprendan que la responsabilidad de EE.UU. se origina hace mucho tiempo, en el apoyo a la toma del poder por los baazistas en Irak, también en el apoyo al régimen de Sadam cuando construía su reino de terror y destruía vidas iraquíes durante la Guerra Irán-Iraq. De modo que 2003 y la invasión representan la culminación de una larga política que se ha desarrollado durante tres décadas.

AMY GOODMAN: ¿Puede responder a los que dicen: «Va a decir que a Iraq le iba mejor bajo Sadam Husein»?

SINAN ANTOON: Había esperado no tener que decir algo semejante, pero si se quiere llegar a la pregunta de si / o, a la que ahora estamos acostumbrados, desde luego la vida fue mejor bajo Sadam Husein que ahora. Eso no significa que yo o los que lo dicen estemos a favor de la dictadura.

Pero la realidad es que los ciudadanos y seres humanos de a pie, la mayoría quisiera vivir como, sabe – con electricidad, con los servicios básicos, con agua, con policía, con orden en la calle. La mayoría de la gente, si tiene la alternativa vivirá bajo la dictadura, mientras tenga electricidad y agua y sepa donde están las líneas rojas – bajo Sadam, la gente sabía qué hacer para seguir en vida. No organizarse políticamente, por supuesto. No decir nada contra el régimen. Se puede llevar una vida relativamente segura, es decir, si no se tiene ambiciones políticas y si no se dice nada.

Pero ahora, es un colapso y un caos totales. Basta con caminar por la calle y te matan. Así que, por supuesto, la vida era mejor bajo Sadam Husein. Eso tampoco significa que Sadam haya sido mejor, pero bajo Sadam Husein había algo llamado el Estado iraquí. Quiero subrayar que lo que hizo EE.UU. no fue sólo derrocar a Sadam – eso fue un subproducto – destruyó el Estado iraquí, algo que se construyó en ochenta y cinco años, con todas sus instituciones y todo. Todo eso no fue el producto de Sadam. Sadam fue un recién llegado. Lo que EE.UU. hizo fue destruir todo un Estado, toda una infraestructura, todas las instituciones, de modo que allí, por cierto, la vida era mejor cuando existía un sistema que funcionaba.

AMY GOODMAN: ¿Y su reacción ante proposiciones, como las del senador Biden, el candidato presidencial demócrata, de dividir Iraq, de dejar de lado el que se mantenga unido, que haya un sitio de los chiíes, un sitio de los suníes, un Kurdistán?

SINAN ANTOON: Incluso escribí un artículo sobre eso. Ante todo, no corresponde al senador Biden o a algún otro senador que vengan a decirles a los iraquíes cómo deberían vivir sus vidas o que deben dividir su país. Eso para comenzar.

Luego viene el problema de esa perspectiva de suníes, chiíes y kurdos. Ha sido repetido hasta la saciedad así que ahora parece real. El hecho es que esas categorías no son categorías en funcionamiento. Son el producto de la visión imperialista de Iraq de EE.UU. Lamentablemente, desde la invasión y debido al sistema político impuesto por Bremer, convirtieron esas identidades étnico-religiosas en identidades políticas, porque introdujeron el sistema de cuotas en el consejo gobernante. Pero hace diez o quince años, la gente no se definía primordialmente como suníes o chiíes o kurdos. Había otro tipo de identificaciones.

Pero la destrucción del tejido social de Iraq bajo las sanciones y el vacío político creado por el derrocamiento de un régimen y luego el sistema político impuesto por Bremer – y los medios también repetían lo mismo sobre kurdos, suníes y chiíes, sin consideración por las diferencias de clases, diferencias urbanas y rurales – tomemos, por ejemplo, a los chiíes. No es que todos los chiíes quieran lo mismo. Los chiíes de clase media en Najaf quieren algo diferente de los oprimidos en Sadr City.

Pero lo más importante es que no corresponde al senador Biden, que sabe muy poco sobre Iraq, que venga a decirles a los iraquíes cómo han de dividir y gobernar su país.

AMY GOODMAN: Cuando usted volvió de Iraq y vino a nuestro estudio – creo que fue en mayo de 2004 – hablamos de su viaje a Bagdad, la primera vez que había vuelto desde que partió de Iraq después de la Guerra del Golfo Pérsico. Forma parte de lo que quería decir.

SINAN ANTOON: Realmente fue muy chocante ver la destrucción real, no sólo por la guerra, sino, para mi, lo más dañino – y es lo que también dice mucha gente en nuestra película – es la destrucción del tejido social de Iraq. Realmente, fue la destrucción de la estructura de la sociedad iraquí, que básicamente había existido durante mucho tiempo, comenzada por Sadam con la ayuda de EE.UU., pero el factor crucial, crucial fueron los trece años de sanciones, que realmente llevaron a Iraq al extremo, así que la guerra fue el golpe final. Y para mí, fue especialmente deprimente ver lo exhaustos y destruidos que están los iraquíes. Quiero decir, siguen siendo fuertes, por lo menos lo eran cuando estuvimos allá, y querían reconstruir el país. Pero, realmente, la gente está verdaderamente exhausta.

AMY GOODMAN: Sinan Antoon, hace tres años, mayo de 2004. ¿Qué piensa hoy?

SINAN ANTOON: Bueno, lamentablemente, están aún más exhaustos, e incluso muchos de nosotros, o la mayoría de los que estábamos contra la guerra, pensábamos que tal vez algo positivo resultaría como un subproducto de la situación allá, no por lo que estaba haciendo EE.UU., sino por los iraquíes. Pero no pienso que se ha permitido que los iraquíes aprovechen alguna esperanza, y pienso que se les ha despojado de todo. Quiero decir, basta con mencionar que tres millones de iraquíes han abandonado Iraq en los últimos tres años para ir a los países vecinos…

AMY GOODMAN: ¿De cuántos?

SINAN ANTOON: De 26 millones. Y tres millones, por lo menos, ya se habían ido en los años noventa por las draconianas sanciones, que, a mi juicio, fueron incluso peores que la guerra. De modo que todo el que puede irse se va del país, porque la vida es realmente insoportable. Quiero decir, ir a comprar comestibles, según leo en los sitios iraquíes en la Red, es un inmenso desafío, ir a comprar comestibles sin que te disparen.

AMY GOODMAN: «I’jaam: Una rapsodia iraquí.» ¿Qué significa «I’jaam»?

SINAN ANTOON: Es una palabra con un doble significado: significados antitéticos, que tiene que ver con la escritura árabe, porque inicialmente la escritura árabe no llevaba puntos, aunque muchas de las letras tenían uno o tres puntos. Inicialmente, no se escribían realmente los puntos y podían comprenderse por el contexto y la estructura. Y después, para evitar la ambigüedad en la lectura, algunos sugirieron que deberían escribirse los puntos, y porque los puntos fueron tomados de una lengua extranjera, que en la época era arameo, los puntos llegaron a tener dos dobles significados. Uno de ellos es elucidante y aclara algo, pero también, como fue prestado de una lengua extranjera, llegó a significar que se convertía algo en ambiguo.

Y tiene que ver con la premisa de la novela: que un manuscrito es hallado en una de las prisiones, sin puntos, y al parecer fue escrito por un prisionero, y piden a alguien del personal de seguridad que agregue los puntos y que descifre lo que pensaba el prisionero, pero, por cierto, como hay muchos juegos de palabras y ambigüedad, el intento del representante del Estado por comprender lo que decía el prisionero representa también un desafío.

AMY GOODMAN: Es una novela sobre un prisionero bajo Sadam Husein.

SINAN ANTOON: Sí.

AMY GOODMAN: Cuéntenos su historia.

SINAN ANTOON: Yo sólo quiero decir en primer lugar, prologo, que me es importante en primer lugar como novela, pero también durante los años ochenta durante el clímax de la opresión de los iraquíes por Sadam, los que estábamos en Iraq nos sentíamos verdaderamente solos, porque no era un problema mundial. Ahora está en boga. Todos hablan de los pobres iraquíes y cómo sufrieron bajo Sadam. Pero mientras ocurría el sufrimiento, todo el mundo que se llama civilizado ayudaba y secundaba a Sadam. De modo que ése fue el impulso para escribir esta historia.

Es básicamente sobre – el narrador es llevado a la prisión por el personal de seguridad, pero no sabe por qué motivo lo llevan. Y luego lo torturan, y uno de los guardias le da papel y le dice que escriba. De modo que primero tiene miedo, porque piensa que es un truco para torturarlo aún más, pero luego piensa que si escribe en árabe sin puntos, sólo él podrá comprender, y nadie podrá implicarlo. Así que su intento de reconstruir en cierto modo su memoria y también de pensar en estar afuera de la prisión y en cierto modo de conservar su cordura dentro de la prisión, lo que, como sabemos, es el mayor desafío para muchos prisioneros mientras están en la prisión y tratan de resistir el intento de quebrantarlos en tantos terrenos.

AMY GOODMAN: Por lo tanto usted escribe ese libro ahora, durante esta guerra, sobre Sadam Husein, la situación en aquel entonces y la brutalidad de entonces. ¿Qué pensaba, mientras miraba televisión y veía ahora el antiguo Abu Ghraib, conocido por la tortura bajo Sadam?

SINAN ANTOON: Debo señalar que la novela fue terminada antes de la guerra y publicada en árabe. Sólo apareció después en inglés.

Sabe, la declaración más elocuente que he escuchado sobre todo el asunto fue de alguien que caminaba por la calle en Bagdad cuando estábamos filmando y nos vio entrevistando y preguntando a la gente, y dijo una cosa que aparece en la película. Y dijo, sabe: «El aprendiz se fue, y el amo está aquí. El estudiante se fue, y el maestro está aquí.» Y eso lo resume todo.

Quiero decir: no quiero igualar la dictadura con la ocupación militar, pero desde el punto de vista de la mayoría de los iraquíes, la gran mayoría de los iraquíes, las cosas sólo han empeorado. Y cito a otro iraquí que dijo: «Todo lo que era bueno, lo que había de bueno en el sistema, fue destruido por EE.UU., todo lo que era terrible fue exacerbado.» Y eso es lo que les ha pasado a los iraquíes.

Y Abu Ghraib es un gran ejemplo. Quiero decir, ahí tenemos el símbolo de la opresión de Sadam, y mire lo que sucedió. La gran democracia, el fanal para las naciones, hizo lo mismo que Sadam. Y es más terrible, porque Sadam fue un dictador y nunca tuvo la pretensión de ser un demócrata o de respetar los derechos humanos. Pero es más atroz que EE.UU. aplique las mismas prácticas.

Y sólo debiera subrayar que mientras filmábamos en Bagdad, hubo informes en la prensa árabe sobre atroces incidentes en Abu Ghraib, y fuimos allí a filmar, pero los soldados de EE.UU. no nos dejaron entrar. Y recuerdo que dijimos, el equipo, que algo terrible debía estar sucediendo en el interior si no nos permitían entrar y filmar.

AMY GOODMAN: Estamos hablando con Sinan Antoon. Han sido publicadas traducciones al inglés de «I’jaam: An Iraqi Rhapsody,» y de su libro «The Baghdad Blues,» que es una recopilación de su poesía. Uno de sus poemas es «A Prism: Wet with Wars» [Un prisma: empapado de guerras». Háblenos de ese poema.

SINAN ANTOON: El poema fue escrito en Bagdad en febrero de 1991. Se trata de otra guerra olvidada, en su mayor parte. Sabe, después de la invasión de Kuwait de Sadam, hubo el así llamado Escudo del Desierto, que después fue convertido en Tormenta del Desierto. Y aunque la mayoría de nosotros, los iraquíes, también comprendíamos que tal vez Sadam debería ser expulsado de Kuwait, lo que ocurrió fue un masivo bombardeo y la destrucción total de la infraestructura iraquí ya en 1991. Escribí ese poema en el refugio, que ni siquiera era un refugio – era un sótano – mientras nos bombardeaban durante veinticuatro horas al día durante casi dos meses, y sin saber si íbamos a sobrevivir o no. Así que habla del dolor y de lo absurdo de la guerra.

AMY GOODMAN: ¿Qué edad tenías?

SINAN ANTOON: Tenía veintidós años.

AMY GOODMAN: ¿Puedes leer un poema de «The Baghdad Blues»?

SINAN ANTOON: Tal vez leeré ése, en realidad: «A Prism: Wet with Wars,» que fue el título de la colección árabe: «A Prism: Wet with Wars»:

este es el capítulo de

devastación

que es nuestro oasis

un ángulo en el que se entrecruzan las guerras

tiranos se acumulan alrededor de nuestros ojos

en la galería de los grilletes

hay suficiente sitio para aplausos

aplaudamos

otra tarde sube por

las velas de la ciudad

cascos tecnológicos aplastan la noche

masacran a la gente en ondas breves

pero la radio vomita declaraciones crueles

y nos insta a

aplaudir

con un esqueleto de paraguas ardientes

recibimos esta lluvia

un dios duerme sobre nuestra bandera

pero el horizonte no tiene profetas

tal vez vengan si

aplaudimos

aplaudamos

bautizaremos a nuestros niños con humo

araremos sus lenguas

con flagrantes canciones de guerra

o resoluciones de la ONU

les enseñaremos a rebuznar consignas

y los dejaremos junto a pezones ardientes

en un estrago inminente

y aplaudiremos

antes de tejer un otoño para tiranos

debemos cruzar esta galaxia de alambradas de púas

y repetir continuamente

¡FELIZ AÑO NUEVO!

AMY GOODMAN: Sinan Antoon, poeta, novelista, cineasta, profesor. Su libro de poesía se llama «The Baghdad Blues.» Su novela recientemente traducida al inglés se llama «I’jaam.»

Quería preguntarle sobre el discurso del 4 de julio del presidente Bush. Lo pronunció en West Virginia ante la Guardia Nacional Aérea. Dijo: «Nuestra primera celebración del Día de la Independencia tuvo lugar en medio de la guerra, una lucha sangrienta y difícil que no terminaría durante seis años más, antes de que EE.UU. terminara por lograr su libertad. Más de dos siglos más tarde, es difícil imaginar que la Guerra Revolucionaria haya terminado de otra manera, pero en aquel entonces la victoria de EE.UU. estaba lejos de ser segura.»

SINAN ANTOON: Es ridículo. Y no es que los presidentes sean necesariamente siempre más inteligentes, pero es sorprendente por eso – la analogía es deficiente, porque como señalara una carta en el New York Times, fueron los insurgentes los que ganaron la guerra – ¿verdad? – contra la ocupación británica. Así que es un ejemplo erróneo.

AMY GOODMAN: Sigue diciendo: «Los que portan uniforme son los sucesores de los que abandonaron sus horquillas y tomaron sus mosquetes para luchar por la libertad. «Como aquellos primeros patriotas, ustedes están luchando una guerra nueva y sin precedentes, exponiendo sus vidas y su honor para defender nuestra libertad y nuestro estilo de vida. En esta guerra, las armas han cambiado y también nuestros enemigos, pero una cosa sigue siendo la misma: los hombres y mujeres de la Guardia están listos para colocarse el uniforme y combatir por EE.UU.»

SINAN ANTOON: Bueno, ¿que puedo decir? Quiero decir, como dije, es tragicómico, porque es un ejemplo deficiente. Pero también, sabe, los estadounidenses que combatieron contra la ocupación británica no combatieron con la ayuda de soldados extranjeros, como es la situación en Iraq actualmente. Y los iraquíes combaten actualmente contra la ocupación de EE.UU. de muchas, muchas maneras. Desde luego, en EE.UU., en los medios dominantes, nos concentramos más en los atentados suicidas y en las actividades terroristas, pero hay numerosos incidentes a diario en los que hombres y mujeres iraquíes luchan contra las tropas de EE.UU. y la ocupación extranjera, lo que es un derecho universal, así que si el presidente Bush tiene razón, él es el único que clava – que coloca el último clavo en su propio ataúd, porque tarde o temprano, como siempre ha sido el caso, los militares de EE.UU. tendrán que irse de Iraq, porque los iraquíes, como los demás seres humanos, no lo aceptarán.

AMY GOODMAN: Si usted estuviera a cargo, si fuera presidente de EE.UU. ¿qué haría ahora?

SINAN ANTOON: Nunca lo quisiera para mí, pero ante todo sería una disculpa, un reconocimiento de los errores y una disculpa, no sólo a los iraquíes, sino a todo el mundo, por lo que ha sucedido y lo que se ha hecho y por todas las mentiras, y luego una rápida retirada de Iraq lo antes posible, pero también un programa internacional para reconstruir Iraq y compensar a los iraquíes por toda la destrucción que les ha sido infligida y todo el dinero que se les ha robado, especialmente durante los últimos tres años.

AMY GOODMAN: ¿Cómo quedará Iraq si se van los soldados de EE.UU.?

SINAN ANTOON: Por desgracia, por numerosas razones, la mayoría relacionadas con los últimos tres años, si y cuando se van los soldados de EE.UU., va a haber más de lo mismo. Habrá caos, porque allá no tenemos un sistema intacto u organizado. Tomará tiempo para solucionar todas las complejidades y para que las fuerzas se cristalicen.

Pero sólo quiero agregar que se nos ha embrollado en este debate sobre la retirada. ¿Sabe qué más? Incluso si hay retirada, será una retirada al estilo israelí, de los centros urbanos a las bases militares. La mayoría de la gente, demócratas y republicanos, dice que nos quedaremos allá durante diez o cincuenta o sesenta años. Así que todo el habla sobre la retirada es sólo para engañar al pueblo estadounidense. Es una retirada de los centros urbanos a las bases militares que fueron construidas en ese país con millones y millones de dólares, y para dejar que los nativos se maten entre ellos. Es el antiguo estilo colonial: cuando resulta demasiado costoso, se deja que los nativos se maten entre ellos, se deja que los nativos se vigilen entre ellos.

AMY GOODMAN: ¿Sigue en Iraq su familia?

SINAN ANTOON: No, la mayor parte de mi familia, la gran mayoría, se ha ido.

AMY GOODMAN: ¿Tiene planes de volver?

SINAN ANTOON: Nosotros, con mis compañeros de In-Counter Productions, hicimos la primera película, he estado deseando volver a Iraq, pero es evidente que es realmente peligroso e incluso es muy caro volver a Iraq, porque no queremos que nos maten, y actualmente es tan fácil que lo maten a uno.

AMY GOODMAN: Y esa fuerza internacional que usted ve si EE.UU. se fuera, ¿quién la encabezaría, Naciones Unidas?

SINAN ANTOON: Naciones Unidas, pero debería haber participación de no-europeos, países islámicos, porque, francamente, los iraquíes nunca han tenido motivos para confiar en tropas anglo-estadounidenses. Es ridículo. El recuerdo del colonialismo británico está tan fresco en las mentes de los iraquíes. Los británicos se fueron de Iraq en 1958. ¿Y por qué iban a confiar los iraquíes en las mismísimas fuerzas que apoyaron a Sadam Husein y apoyaron las sanciones que los destruyeron? E incluso si quedara una brizna de confianza en EE.UU. o en el Reino Unido, incluso si existiera, fue perdida después de 2003. Así que no les queda ninguna credibilidad. Idealmente, Iraq debería ser entregado a la ONU o a un sistema internacional – sé que la ONU tiene muchos problemas y que el sistema internacional tiene muchos problemas, pero a los iraquíes les iría mejor con un sistema internacional que con EE.UU.

AMY GOODMAN: Lo dejaremos aquí, Sinan Antoon, muchas gracias por estar con nosotros, autor de «I’jaam: An Iraqi Rhapsody,» y su último libro de poesía llamado «The Baghdad Blues.»

http://www.democracynow.org/article.pl?sid=07/07/06/1359238