Como alguien que ha reflexionado y escrito sobre Wikipedia, quiero expresar todo mi apoyo y mi solidaridad con Rebelión. El veto que han impuesto sobre este medio de comunicación determinadas personas, que abusan del ejercicio de su cargo y actúan como censores más que como veladores del rigor del buen saber enciclopédico, resulta inaceptable. Sus […]
Como alguien que ha reflexionado y escrito sobre Wikipedia, quiero expresar todo mi apoyo y mi solidaridad con Rebelión. El veto que han impuesto sobre este medio de comunicación determinadas personas, que abusan del ejercicio de su cargo y actúan como censores más que como veladores del rigor del buen saber enciclopédico, resulta inaceptable. Sus argumentos son, como poco, banales. Aquí mismo, y también en la lista de discusión de Wikipedia, se han ofrecido estos últimos días abundantes pruebas contra las razones esgrimidas para situar a Rebelión en una lista negra, una práctica que no ha de recordarnos más que a tiempos oscuros, no tan lejanos en el tiempo y la distancia.
La libertad de expresión debe prevalecer sobre el ideario político, y Wikipedia (al menos en la mayor parte del resto de versiones) ha dado buenas pruebas de ello: en los enlaces externos -y conviene subrayar esto- podemos encontrar de think tanks neoconservadores a partidos políticos supremacistas y páginas de contenido pornográfico y, por descontado, a numerosos diarios de tendencia. Siempre, insisto, como enlaces externos de referencia (que es donde se ha aplicado el veto a Rebelión) y no en el contenido de la entrada de la enciclopedia propiamente dicho.
No hay, pues, excusas que valgan.
También me gustaría contestar a algunas de las respuestas airadas que he podido leer estos últimos días: no debe cundir el desánimo, ni se debe abandonar Wikipedia a las primeras de cambio cada vez que nos encontremos ante este tipo de actuaciones. Permítaseme el atrevimiento de parafrasear a Noam Chomsky, pero creo que Wikipedia -una de las más importantes piezas en el tablero de la Ilustración del siglo XXI- es demasiado importante como para dejársela a los poderosos y a quienes comparten y defienden su ideología.