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Reconoce un sargento, acusado de torturar prisioneros iraquíes, su responsabilidad en los actos y acusó a los servicios secretos de EEUU de haber dado las órdenes

Fuentes: En Neza Radio FM

El sargento primero estadounidense Ivan Frederick, acusado de torturar a prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, reconoció en una entrevista su responsabilidad en los hechos pero acusó a los servicios secretos de Estados Unidos de haberle pedido que los «humillara».«Desde el primer día (en Abu Ghraib), he preguntado a un […]

El sargento primero estadounidense Ivan Frederick, acusado de torturar a prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, reconoció en una entrevista su responsabilidad en los hechos pero acusó a los servicios secretos de Estados Unidos de haberle pedido que los «humillara».

«Desde el primer día (en Abu Ghraib), he preguntado a un suboficial por qué tratábamos así a los prisioneros», dijo Frederick en una entrevista que el semanario alemán Der Spiegel publica el lunes. Según él, respondió que esa era la manera de trabajar de los servicios secretos norteamericanos.

Frederick asegura que miembros de los servicios de inteligencia de su país decían:

«Suelta los perros contra los detenidos, intenta sonsacarles más informaciones. Quítales la comida, la ropa. Humíllalos».

«Nadie nos había explicado detalladamente cómo debíamos humillarlos», afirma el militar, añadiendo que «los servicios secretos no pusieron límites» y «les felicitaban constantemente».

«Continúen así, están haciendo un buen trabajo», decían, según Frederick.

El sargento primero compareció el martes pasado en una audiencia preliminar en la base militar estadounidense de Mannheim (suroeste de Alemania) acusado de crueldad y malos tratos, falta al deber, agresión y actos indecentes.
Una fotografía en la que Frederick posa ante una pirámide de prisioneros iraquíes desnudos dio la vuelta al mundo hace unos meses.

«Un prisionero había herido a una soldado estadounidense con una piedra», comenta el militar.Como castigo, «le obligamos a desnudarse con otros prisioneros y a formar esa pirámide, y perdimos el control. Uno de los métodos era humillarlos para que se desesperaran y hablaran. Los obligué a masturbarse. No quería cometer un crimen, sólo humillarlos. Pero soy responsable», declaró el militar llorando.

«Antes de nada quisiera disculparme ante las víctimas y sus familias», añadió.