El Pentágono ha destinado desde el inicio de la ocupación de Iraq 2.530 millones de dólares para la construcción de vehículos blindados multirruedas del tipo Humvee y otros 2.210 millones para reforzar la protección de otros vehículos de transporte de tropas y materiales utilizados en Iraq. Pese a ello, el número de soldados estadounidenses muertos en ataques con IED sigue aumentando debido a su mejora por parte de los artificieros de la resistencia, ingenieros del disuelto Ejército. De los 49 militares de EEUU muertos por acciones de la resistencia en los primeros 21 días de octubre, 34 lo fueron por ataques con IED.»
El pasado 18 de octubre moría como resultado de la explosión de una bomba un sargento británico en Basora, según informó al día siguiente un portavoz del ministerio de Defensa de Reino Unido, quien señaló que 64 militares de este país han muerto en acciones de combate en Iraq desde el inicio de la invasión [1]. Esta nueva baja británica y la de un soldado del contingente danés el primero de octubre, también en la provincia de Basora, confirma la estabilización de la actividad armada anti-ocupación en el sur del país [2]. Asimismo, el pasado 13 de octubre, el ministerio de Defensa de Australia informaba que una patrulla australiana había sido atacada con armas ligeras en la ciudad de Samawah, también en el sur de Iraq. Igualmente ese jueves, día 13, una patrulla italiana era atacado por un grupo armado al sur de Nasiriya, según fuentes del gobierno de Italia [3]. En ninguno de los ataques hubo bajas.
Reino Unido ha acusado a Irán de estar tras los ataques contra sus fuerzas en el sur del país, si bien todo parece indicar que las acciones contra las tropas de ocupación de diversas nacionalidades desplegadas en el sur de Iraq son el resultado de la ampliación y estabilización de la actividad armada de los mismos grupos anti-ocupación que operan en el resto del país, como lo confirmaría la similitud de las bombas empleadas en los ataques contra convoyes militares.
En contraste con el intento británico de justificar lo que parece ser un cada vez más precario control por su parte del sur del país [4], la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, indicaba el pasado miércoles ante el Senado que la Administración Bush está considerando abrir contactos directos con Irán como parte de un esfuerzo regional para acabar con la resistencia [5].
Bajas por ‘IED’
Las bombas detonadas al paso de convoyes de los ocupantes son denominadas por los militares como improvised explosive devices (IED, «artefactos explosivos de fabricación casera»), y son las causantes del mayor número de bajas, tanto de heridos como de muertos, entre los ocupantes. Considerada el arma más característica de la resistencia [6], son, además, cada vez más mortíferas.
Según fuentes militares estadounidenses, el tipo de IED antes fabricado por la resistencia iraquí ocasionaba un soldado muerto o herido en cada ataque, mientras que ahora la tasa por explosión es de tres a cuatro bajas [7]. Según datos provenientes del propio Pentágono y elaborados por Iraq Coalition Casulaties Count, 302 militares de EEUU han muerto entre el primero de enero y el 7 de octubre de este año en Iraq por detonaciones de IED, mientras que en el mismo período del año anterior murieron la mitad, 165. El mayor Steven Melbourne, portavoz militar británico en Basora, confirmaba recientemente que las bombas con las que son atacados los convoyes de los ocupantes en el sur del país «[…] son ahora mucho más eficaces» que en los pasados dos años [8]. Este hecho está determinando que los ocupantes procuren recurrir al transporte aéreo para la distribución de sus suministros internos y que procuren relegar a la Guardia Nacional iraquí tareas que antes efectuaban las mismas tropas estadounidenses y británicas [9]
La resistencia ha dejado de emplear simplemente munición de artillería en la fabricación de los IED y recurre ahora a «cargas dirigidas», más eficaces y mortíferas, que son explosionadas por medios diversos, desde la telefonía a rayos infrarrojos. El Pentágono ha destinado desde el inicio de la ocupación de Iraq 2.530 millones de dólares para la construcción de vehículos blindados multirruedas del tipo Humvee (ahora se fabrican 550 por mes frente a los 30 de mayo de 2003) y otros 2.210 millones para reforzar la protección de otros vehículos de transporte de tropas y materiales utilizados en Iraq. Pese a ello, el número de soldados estadounidenses muertos en ataques con IED sigue aumentando debido a su permanente mejora por parte de los artificieros de la resistencia, ingenieros del disuelto Ejército [10].
De los 49 militares de EEUU muertos por acciones de la resistencia en los primeros 21 días de octubre, 34 lo fueron por ataques con IED. El número total de bajas estadounidenses desde la invasión de Iraq habrá rebasado los 2.000 cuando se edite este texto. De ellos. 1.560 habrán sido muertos en combate, todos ellos, excepto unas pocas decenas, desde el supuesto fin de la guerra, el primero de mayo de 2003.
Notas:
1. Véase en IraqSolidaridad: Noticias relacionadas con las tropas de ocupación en Iraq 2. The Daily Telegraph, 13 de octubre, 2005. 3. Kuna, 13 de octubre, 2005. 4. Véase: www.fpif.org/fpiftxt/1524 5. Los Angeles Times, 20 de octubre. Véase también en IraqSolidaridad: Raghida Dergham: Irán recibe Iraq como un ‘regalo’ de EEUU 6. Véase en IraqSolidaridad: «Lo importante no es el número de combatientes, sino el número de civiles que les apoyan». Una entrevista con la resistencia iraquí 7. Véase: www.alertnet.org/thenews/newsdesk/L21647723.htm 8. Tony Cappacio: More U.S. Troops Die in Iraq Bombings Even as Armoring Improves 9. Referencia en nota 7, declaraciones de un analista de Jane’s Defense Weekly. 10. Reuters, 23 de octubre de 2005.