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Respuesta a Bush de una madre que perdió a su hijo en Iraq

Fuentes: La Jornada

«Trabajo difícil es ver el asesinato de tu hijo en CNN una noche de un domingo cuando uno está gozando la última cena que jamás gozará realmente de aquí en adelante. Trabajo difícil es recibir a tres oficiales militares que llegan a tu casa horas después para confirmar el asesinato antes mencionado de tu hijo, […]

«Trabajo difícil es ver el asesinato de tu hijo en CNN una noche de un domingo cuando uno está gozando la última cena que jamás gozará realmente de aquí en adelante. Trabajo difícil es recibir a tres oficiales militares que llegan a tu casa horas después para confirmar el asesinato antes mencionado de tu hijo, tu primer nacido, tu dulce bebé bueno y gentil. Trabajo difícil es enterrar a tu hijo 46 días antes de que cumpla 25 años. Trabajo difícil es abrazar a tus otros tres hijos mientras baja el cuerpo de su hermano mayor a la tierra. Trabajo difícil es no tirarse a la tumba con él y que la tierra nos cubra a ambos».

La madre es Cindy Sheehan, presidenta de las Familias Estrella De Oro por la Paz, una organización nacional de familiares de soldados muertos en Irak, quien junto con grupos religiosos y otros están de gira para denunciar lo que consideran una «guerra ilegal e injusta». Sheehan respondió a Bush en Lexington, Kentucky ayer, reportó hoy el rotativo local Lexington Herald-Ledger.

La ira, tristeza y creciente impaciencia con la guerra de Bush crecen día tras día entre los estadunidenses, nutridas con cotidianas malas noticias desde Irak, los casos de abuso en Guantánamo, Afganistán y otros frentes de esta «guerra contra el terrorismo», y con la defensa y justificación oficial cada vez menos creíble de esta hazaña bélica.

Ahora hasta los militares dudan abiertamente de la misión que se les encargó. Un creciente número de oficiales estadunidenses conceden que no hay una solución militar al conflicto en Irak. «Creo que la manera más precisa de abordar esto ahora es conceder que… esta insurgencia no será resuelta, el terrorismo en Irak no tendrá solución con opciones militares. Será resuelto en el proceso político», reconoció el general Donald Alson, el principal vocero en Irak, citado por la cadena de periódicos Knight Ridder esta semana.

El coronel Frederick Wellman, quien trabaja con el equipo de capacitación de las tropas iraquíes, declaró a Knight Ridder que la insurgencia parece no carecer de nuevos reclutas. «No los podemos matar a todos», dijo Wellman. «Cuando mato a uno, creo tres más».

En mayo murieron 67 soldados en combate. Por lo menos 26 más han fallecido en lo que va de junio. En total, poco más de mil 300 soldados estadunidenses han muerto por fuego enemigo (otros 391 han muerto por accidente o enfermedad). Más de 700 civiles iraquíes han muerto desde finales de abril. Los atentados han llegado a 70 por día.

A pesar de afirmaciones diarias del gobierno de Bush que las cosas mejoran en Irak, que la «democracia toma tiempo», y que se está capacitando a fuerzas iraquíes, lo que permitirá «próximamente» el retiro de las tropas estadunidenses, cada día hay más dudas.

El extraordinario reportero Anthony Shadid del Washington Post, tal vez el único periodista estadunidense de los grandes medios que habla árabe, acompañó recientemente a una unidad de soldados iraquíes recién capacitados por los estadunidenses. Lo que descubrió fue una gran falta de confianza y hasta desdén entre los soldados iraquíes y los estadunidenses, y abiertas expresiones de insubordinación.

Un oficial estadunidense declaró al Post que estaba seguro de que las fuerzas iraquíes no estarían «preparadas» antes de que él regrese, «y sé que estaré de regreso en Irak, probablemente en tres o cuatro años. Y no creo que estarán listos ni entonces».

Este tipo de noticia es cada día más común, del nivel incesante de violencia, de abusos, de indicadores de la oposición interna a la ocupación estadunidense, y de tensiones con la población sunita, sede de una buena parte de la insurgencia.

Pesimismo creciente

Las encuestas recientes registran una creciente impaciencia y pesimismo en la opinión pública estadunidense. «El goteo constante de noticias negativas desde Irak está minando de manera significativa el apoyo a la operación militar estadunidense allá… hay amplia conciencia de la creciente tasa de bajas estadunidenses», concluyó Andrew Kohut, director del Pew Research Center, al presentar los resultados de su encuesta reciente, la cual registró que 46 por ciento del público estadunidense favorece un retiro militar de Irak. Otras encuestas de medios nacionales confirman estas tendencias, incluyendo que mayorías ahora creen que la guerra no valió la pena.

Cathy Sheehan de las Familias de Estrella de Oro dio lectura ayer, en Kentucky, a una carta que envió al presidente George W. Bush: «te estamos observando muy cuidadosamente y haremos todo dentro de nuestro poder para destituirte por engañar al pueblo estadunidense. Clavar una estaca política en tu corazón negro será la más grande satisfacción de mi vida».