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Saqueo de los emplazamientos arqueológicos de Iraq

Fuentes: The Institute for War & Peace Reporting

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

Para la mayoría de las personas las escenas de saqueo y de destrucción gratuita de los tesoros arqueológicos de Iraq que siguieron a la invasión estadounidense de 2003 no son más que un recuerdo lejano.

Pero, por desgracia, el país sigue perdiendo a diario sus inestimables riquezas a consecuencia de los robos y de las excavaciones ilegales.

El gobierno calcula que en el país existen unos 10.000 emplazamientos arqueológicos. La mayoría de ellos están situados en el centro de Iraq, una zona que ha sufrido enormemente el caos y la anarquía que ha asolado el país en los últimos años.

Mientras que están bien protegidos algunos de los emplazamientos mesopotámicos mejor conocidos, como Ur cerca de la actual Nasiriyah, muchos otros están absolutamente desprotegidos.

Qais Rashid Hussein, director general de excavaciones e inspección del ministerio de Arqueología y Turismo, afirmó que sólo se dispone de 1.200 soldados para proteger los tesoros históricos de Iraq. Esto ha creado «un enorme problema» que ha dejado las antigüedades a merced de bandas y contrabandistas, afirmó.

Los buscadores de tesoros excavan ilegalmente en los emplazamientos en busca de artículos valiosos que a continuación se venden en el mercado negro y que con frecuencia son sacados del país de contrabando.

Margarete van Ess, directora del Instituto de Ciencia Oriental y Arqueología Germana de Berlín, calcula que en los últimos años las excavaciones ilegales en Iraq han ocasionado pérdidas por valor de 10.000 millones de dólares.

«Muchos de los emplazamientos están lejos de los centros urbanos y de las ciudades, y están bajo el control de las tribus, lo que los hace vulnerables a los saqueadores», afirmó.

El régimen del ex-presidente Sadam Husein controlaba estrechamente la mayoría de los emplazamientos arqueológicos del país e imponía severas penas a los saqueadores. Las personas acusadas de robar antigüedades se enfrentaban a 15 años de prisión y, en algunos casos, a la pena de muerte. Aunque muchas de estas leyes continúan vigentes, hoy en día se aplican raramente.

En el mercado negro de Iraq se pueden comprar monedas antiguas, sellos y otras piezas de oro, plata y bronce por la módica cifra de 10 dólares. Pero el mismo artículo vendido en Siria o Jordania puede llegar al precio de miles de dólares.

«(En Bagdad) se puede comprar un sello cilíndrico (sumerio) por menos de 100 dólares y monedas de oro incluso por menos», afirmó Said Mahmood, un coleccionista de antigüedades de 52 años. «(Sin embargo, ) fuera de Iraq el mismo sello se puede vender por más de 2.000 dólares». El pasado mes de junio el gobierno iraquí anunció que iba a coordinar esfuerzos para reclamar unos 15.000 artículos que se cree fueron robados durante el saqueo del Museo de Bagdad en 2003.

Jordania ya ha devuelto unos 2.000 artículos robados, algunos de los cuales son anteriores al año 7.000 A.C. En abril Siria devolvió unas 700 piezas, incluyendo monedas de oro y joyas, que fueron capturadas por la policía siria de fronteras.

Pero aun cuando el gobierno reclame los artículos robados, otros artículos están siendo robados de los emplazamientos no protegidos. A veces la ignorancia o el descuido está detrás del daño que se está haciendo al pasado histórico de Iraq.

El año pasado altos cargos del ministerio de Antigüedades descubrieron que se iba a construir un proyecto de viviendas sobre un emplazamiento arqueológico de valor incalculable; en Bagdad un emplazamiento similar se estaba utilizando de vertedero de basura hasta que intervinieron las autoridades.

Khalid Sultan, un experto en arqueología que trabaja en Bagdad, afirmó que tanto el gobierno iraquí como la comunidad internacional deben proteger más el pasado del país.

«La destrucción del los restos arqueológicos iraquíes ha sido enorme desde la guerra de 2003», afirmó. «Es necesario un gran esfuerzo de la comunidad internacional para devolver las piezas robadas y para ayudarnos a proteger los emplazamientos arqueológicos que quedan».

Daud Salman es un periodista en Iraq que escribe para el Institute for War & Peace Reporting, una organización no lucrativa que forma a periodistas en zonas de conflicto. Se puede escribir al autor a la siguiente dirección postal: Institute for War & Peace Reporting, 48 Grays Inn Road, London WC1X 8LT, U.K.; página web: www.iwpr.net. Para información sobre la financiación del IWPR: http://www.iwpr.net/index.pl?top-supporters.html.

Enlace con el original: http://www.uruknet.de/?s1=1&p=46106&s2=01