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Se recrudecen en Irak las luchas entre ocupantes y seguidores de al-Sadr

Fuentes: Gara

Las fuerzas iraquíes apoyadas por la aviación estadounidense atacaron ayer Ciudad Sadr, un empobrecido barrio del este de Bagdad bastión de la resistencia chií. Según fuentes oficiales, mataron o hirieron a más de 30 combatientes y capturaron a un líder del grupo insurgente que era el objetivo del ataque. Los ocupantes no identificaron al detenido, […]

Las fuerzas iraquíes apoyadas por la aviación estadounidense atacaron ayer Ciudad Sadr, un empobrecido barrio del este de Bagdad bastión de la resistencia chií. Según fuentes oficiales, mataron o hirieron a más de 30 combatientes y capturaron a un líder del grupo insurgente que era el objetivo del ataque. Los ocupantes no identificaron al detenido, pero los habitantes de Ciudad Sadr creen que era Abu Diraa, un comandante de la milicia «Ejército del Mahdi» del clérigo chií Muqtada al Sadr, pero que aparentemente había escapado.

En otra operación cerca de la ciudad de Hilla (sur), tropas iraquíes apoyadas por soldados estadounidenses detuvieron a un importante comandante regional de una milicia chií, según el Ejército ocupante.

Denuncian muertes de civiles

Un ayudante de Al Sadr, el jeque Abdul-Hadi al Darraji, criticó la operación en Bagdad, afirmando que once civiles murieron y varias decenas resultaron heridos por los disparos de los aviones estadounidenses en la zona cuando la población dormía en los tejados debido al intenso calor veraniego en la capital y a los cortes del suministro eléctrico. «Esta es una gran escalada por la parte estadounidense», afirmó. «Condeno todo el silencio hacia estas violaciones», añadió.

Por otra parte, al menos 17 personas murieron en distintos atentados con bomba y mortero contra dos mezquitas suníes de Bagdad, otra en Baquba y la cuarta en el norte del país. Otro coche bomba estalló junto a una mezquita chií en la ciudad de Singar (420 kilómetros al norte de Bagdad).

Estos atentados se producen un día después de que trece chiíes (muchos de ellos iraníes) murieran en Kufa, 180 kilómetros al sur de Bagdad, al hacer explotar un kamikaze un coche-bomba.