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Respuesta de la CEOSI al artículo “La batalla por Al Anbar pone contra las cuerdas a Al Maliki” en "El País"

«Se refuerza la sobredimensión de Al Qaeda en Iraq y la ‘legítima’ guerra contra el ‘terrorismo’ que sustenta el discurso oficial iraquí-estadounidense»

Fuentes: Iraq Solidaridad

Lamentamos que en el artículo de Ángeles Espinosa publicado el domingo 1 de febrero en El País no sólo no haya conseguido acercar a los lectores la realidad de lo que hoy ocurre en Iraq -teniendo en cuenta su posición de corresponsal en el Golfo-, sino que refuerza la sobredimensión de Al Qaeda en Iraq […]

Lamentamos que en el artículo de Ángeles Espinosa publicado el domingo 1 de febrero en El País no sólo no haya conseguido acercar a los lectores la realidad de lo que hoy ocurre en Iraq -teniendo en cuenta su posición de corresponsal en el Golfo-, sino que refuerza la sobredimensión de Al Qaeda en Iraq y la ‘legítima’ guerra contra el ‘terrorismo’ que sustenta el discurso oficial iraquí-estadounidense y del que se hacen eco los grandes medios de comunicación.

En primer lugar, la autora no diferencia entre el Estado Islámico de Iraq y Levante (Daesh es su acrónimo árabe) de Al Qaeda, cuando ésta última ha querido dejar bien clara su desvinculación con la anterior en dos comunicados, uno de ellos hecho público el pasado 22 de enero.

En segundo lugar, Espinosa no ha tenido en cuenta hechos objetivos presentados por organizaciones iraquíes -como la Media Luna Roja- o internacionales -como Human Rights Watch- que documentan la violación de los derechos humanos por los bombardeos indiscriminados contra la población civil y por la carencia de alimentos y medicamentos a consecuencia del asedio impuesto por el ejército iraquí en Faluya. Se trata de una situación de emergencia que ha llevado a miles de personas a buscar refugio en zonas más seguras lejos de sus casas.

Estos hechos, que ocurren a diario desde hace aproximadamente un mes, son indicativos de que la guerra contra Daesh encubre otros intereses que obedecen más a la trayectoria de al-Maliki, especialmente desde la retirada oficial de las tropas de EEUU a finales de 2011. A lo largo de este tiempo, el presidente del gobierno ha marginado a sus socios sunníes en el gobierno y ha intentado poner fin a las protestas pacificas, que se iniciaron a finales de 2012 en la mismas zonas donde ahora arde la guerra; unas protestas que tienen carácter nacional puesto que se han extendido hasta el sur del país, lo cual amenaza seriamente el sistema sectario de reparto de poder así como la permanencia del primer ministro en el gobierno, ya que el sur de Iraq es considerado el feudo electoral de los partidos shiíes con el partido de al-Maliki a la cabeza.

Espinosa, a través del autor estadounidense Brian M. Downing, asegura que «[…] Las franquicias regionales de Al Qaeda intentan fomentar una guerra sectaria sunní-shií» y que al-Maliki «[…] Ha intervenido en Ramadi alarmado por ese riesgo». Sin embargo, además de la propia propaganda sectaria del presidente del gobierno ― que la periodista ha ignorado―, en cualquier análisis sobre este tema hay que tener en cuenta que el espantajo de este terrorismo yihadista de corte sunní sirve a los intereses políticos del gobierno, ya que retroalimenta las divisiones sectarias, hace invisible y elimina del escenario las luchas pacíficas y armadas de la población iraquí, al tiempo que ayuda a obtener apoyo internacional y a que al-Maliki se autoproclame como el hombre fuerte de Iraq que planta cara al terrorismo.

Tanto el terrorismo de Daesh [o el de Al Qaeda] como el del actual gobierno son dos caras de la misma moneda. La población de al-Anbar y de otras provincias, conscientes de que ni Daesh, ni mucho menos al-Maliki, representa sus intereses han decidido defender sus zonas manteniendo bajo control las ciudades y así proseguirán su lucha con el apoyo de las múltiples plataformas civiles que, de norte a sur, que llevan varios años intentando combatir la corrupción, el expolio de las riquezas del país, el sistema sectario y la violencia institucional y armada del gobierno, heredero directo de la ocupación.

Para más información véase:

Haifa Zangana, «¿Quién está realmente detrás de la violencia en Iraq?», IraqSolidaridad, 27 de enero de 2014.

Abdalá Suleimán Ali, Al Qaeda se desentiende del Estado Islámico de Iraq y Al Sham: ¿boicot o declaración de guerra?, Fundación Al-Fanar, 4 de febrero de 2014.

Comunicado de Al Qaeda desvinculándose del Estado Islámico de Iraq y el Sham (en árabe), Hanein, 22 de enero de2014.
International Federation of Red Cross and Red Crescent Societies, Staff and volunteers provide aid to more than 18,000 families in Anbar, 21 de enero de 2014.

Iraq: Investigate Violence at Protest Camp 

Pedro Rojo, Iraq: revuelta permanente, no terrorismo, IraqSolidaridad, 20 de enero de 2014.

CEOSI, «Enfrentamientos armados para defender la Plaza de la Dignidad y del Honor de Ramadi», IraqSolidaridad, 30 de diciembre de 2013.

Pedro Rojo, Los jeques de las tribus de Al Anbar se desvinculan de los Consejos del Despertar (Sahua) y de las fuerzas de al-Maliki, IraqSolidaridad, 27 de enero de 2014.

Alianza Karama, «Respuesta al comunicado del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre los acontecimiento de Al Anbar», IraqSolidaridad, 10 de febrero de 2014.

Fuente original: http://www.iraqsolidaridad.org/2014/02/respuesta-de-la-ceosi-al-articulo-la-batalla-por-al-anbar-pone-contra-las-cuerdas-a-al-maliki/#more-1089