Mark Zuckerberg es el modelo de emprendedor actual por excelencia, un joven que se ha hecho a sí mismo y ha ganado millones de dólares gracias a la red social Facebook que creó en su dormitorio de la Universidad de Harvard, única y exclusivamente él… ¿o tal vez no? Recientemente, el empresario Paul Ceglia interponía […]
Mark Zuckerberg es el modelo de emprendedor actual por excelencia, un joven que se ha hecho a sí mismo y ha ganado millones de dólares gracias a la red social Facebook que creó en su dormitorio de la Universidad de Harvard, única y exclusivamente él… ¿o tal vez no? Recientemente, el empresario Paul Ceglia interponía una demanda en la que reclamaba el control del 84% de Facebook basándose en un contrato supuestamente firmado con Zuckerberg en 2003.
Si bien inicialmente la demanda tenía todos los tintes de ser la acción desesperada de una persona con problemas económicos (Ceglia tiene pendientes cuentas con la justicia norteamericana por una presunta estafa), un juez dio por buenos sus argumentos y ordenó a Facebook congelar las transferencias de activos. Ahora, el abogado de Mark Zuckerberg ha reconocido que este trabajó para Ceglia y no sabe a ciencia cierta si firmó o no el ya famoso contrato.
Hagamos un poco de futurología especulativa e imaginemos que la causa de Ceglia prospera y se le reconoce el control del 84% de Facebook. Sería, sin lugar a dudas, el acontecimiento más espectacular en la industria tecnológica a nivel de operaciones económicas ocurridas en una compañía hasta ahora (fusiones, absorciones,…) debido al potencial e impacto de Facebook actualmente. No obstante, es probable que ello también significara el principio del fin para Facebook (y recuerden: solamente estoy especulando).
Ceglia es un completo desconocido en el mundo de los negocios relacionados con la tecnología a alto nivel, mientras que Zuckerberg ha sabido mantener a su compañía independiente aunque cercana a Microsoft y batallando con la mismísima Google, la «reina» de Internet. Es impredecible como actuará Ceglia y cual será su política de pactos, alianzas y estrategia empresarial, por lo que los actuales aliados y socios de Facebook podrían recelar del recién llegado.
El momento oportuno
¿Por qué ha tardado tanto Ceglia en reclamar el control de lo que según él le pertenecía? Si así era, podría haberlo hecho hace años. El momento ha sido propicio: Zuckerberg ha hecho crecer Facebook hasta situarla como una de las empresas más ricas y con mayor potencial de Internet, haciéndole el trabajo a Ceglia. De prosperar su demanda, este último se hará rico de la noche al día sin prácticamente tener que mover un dedo.
Sería algo así como quien compra un campo, pacta con su vecino que este último lo cuidará, y se olvida del tema hasta que da sus primeros frutos, momento que aprovecha para volver a reclamar su parte. Ceglia ha sabido esperar el momento oportuno.
La imagen pública de Facebook se está viendo perjudicada en este momento, aunque si la demanda de Ceglia es finalmente desestimada o la pierde, las aguas volverán al mismo cauce que llenaban hasta ahora.
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