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Calamaro regresa a escenarios españoles tras años de ausencia

«Si los conciertos están llenos, la piratería no me molesta»

Fuentes: Reuters

Tras años de ausencia en los escenarios, Andrés Calamaro vuelve con un disco en directo grabado en el mítico estadio Luna Park de su Buenos Aires natal, que según define es «un gran paso en la historia de un hombre», y tocará de nuevo este mes en España. «Para mí fue histórico, seguramente va a […]

Tras años de ausencia en los escenarios, Andrés Calamaro vuelve con un disco en directo grabado en el mítico estadio Luna Park de su Buenos Aires natal, que según define es «un gran paso en la historia de un hombre», y tocará de nuevo este mes en España.

«Para mí fue histórico, seguramente va a ser un gran paso para un hombre y uno pequeño para el resto de la humanidad», dijo sobre los conciertos del Luna Park, señalando la portada de su álbum, una pisada en la luna.

«Aquélla vez era un pequeño paso para Neil Armstrong y un gran paso para la humanidad. Esta vez es al revés: para la humanidad no es nada, pero sí que van a quedar en mi historia», dice el cantante.

Conmueven las imágenes del fervor y la masiva respuesta del público en esos concierto recogidos en «El regreso». «Creo que la dimensión histórica se la dio el público que fue a cantar, y fue a emocionarse y a llenar los conciertos», señala Calamaro.

Para grabar este último álbum, Calamaro eligió como banda acompañante a los musicos del grupo argentino Bersuit Vergarabat. Luego de presentarse en España, el músico tiene programado un concierto en Buenos Aires a mediados de diciembre.

Sin embargo, estos cinco años que pasaron no fueron fáciles para el músico. Como él mismo dice, vivió una existencia algo «tóxica», pero no sabe si quiere volver a esos caminos en esta nueva etapa de su vida, cuando ha vuelto a la capital argentina.

«No sé si voy a alcanzar los niveles de inspiración y locura que tuve alguna vez, porque tal vez ya no me interesa transitar por esos laberintos», admitió.

«Yo creo que lo único que merece la pena es la creatividad, y fue un momento dedicado a la destrucción y a la vez a la creación», señaló sobre la época prolífica cuya principal consecuencia artística ha sido el ambicioso álbum «El Salmón», compuesto por más de cien canciones agrupadas en cinco días.

«A veces miro estos últimos años con cierta nostalgia, y me hubiera gustado crear menos y vivir más, pero bueno, sigo vivo para contarlo», reflexiona con nostalgia, mientras prepara su próximo casamiento con la actriz argentina Julieta Cardinali.

«No recomendaría practicar eso en sus casas a los más jóvenes, y además está prohibido recomendar, va en contra de la ley», dijo el músico, que ha tenido problemas legales en su país por decir en un concierto que se quería fumar un «porrito».

 

«NO ES PIRATERÍA, ES TECNOLOGÍA»

Calamaro siempre ha defendido la proliferación de la música por medio de las copias, una posición no muy común entre los músicos, y contraria a la postura de la poderosa industria discográfica.

«Yo creo que no es piratería, ¿no? Es tecnología, en realidad. Siempre sostuve que el compact, la ventaja que tiene es que es barato, siempre vi a los CDs como si fuera una mortadela que se corta y se vende al peso», reflexionó.

«Pero la tecnología superó la teoría de la mortadela y ahora el formato de la música no ocupa ningún espacio. Yo no sé en qué se van a transformar los discos. De momento se están transformando en MP3, pero si los conciertos están llenos, la piratería no me molesta», confesó.

«Yo soy de la época en la que un disco pirata era un disco no oficial de Led Zeppelin, o de los Rolling Stones, eran estos vinilos blancos, con una fotocopia… Para mí el disco pirata fue siempre algo difícil de conseguir, un artículo de colección, una especia de joya única».

«Ahora es todo lo contrario, es como si fuera un disco bastardo que, en cualquier caso, le da más valor a este premio tan grande y tan pesado, que no sé como voy a llevar de vuelta a Buenos Aires», dijo en referencia al disco de platino que le entregaron por superar el millón de copias vendidas en su carrera.