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«Si tenés un sueldo miserable, le aplicás la inflación y seguís teniendo un sueldo miserable»

Fuentes: Rebelión

Daniel Yofra, secretario general de los aceiteros, es el autor de esta frase que hemos elegido para encabezar un nuevo artículo sobre la discusión salarial en Argentina. Sostiene el dirigente de los aceiteros: «No hay razones para aceptar un techo. El supuesto argumento es que la inflación no va a superar el 24 o el […]

Daniel Yofra, secretario general de los aceiteros, es el autor de esta frase que hemos elegido para encabezar un nuevo artículo sobre la discusión salarial en Argentina.

Sostiene el dirigente de los aceiteros: «No hay razones para aceptar un techo. El supuesto argumento es que la inflación no va a superar el 24 o el 30 %. Pero eso, en la medida en que vos tengas un sueldo digno. Si tenés un sueldo miserable, le aplicás la inflación y seguís teniendo un sueldo miserable.»

Sobre esa base, los aceiteros cerraron paritarias en el 2014 por 38% y ahora demandan un «aumento del 42,5 % lo que equivale a llevar a 14.931 pesos el sueldo de un peón sin calificación que ingresa a una planta», mientras las empresas ofrecieron un 24 %, lo que llevó al conflicto actual de paro por tiempo indeterminado.

¿Por qué una empresa que en 2014 facturó 26 mil millones de pesos como Cargill, o 20 mil millones como Dreyfus no quiere dar un aumento, procurando a sus trabajadores un salario justo?

Es evidente que el conflicto está vinculado a la distribución del ingreso y de la riqueza, especialmente con la lógica argumental de Daniel Yofra, cuando dice que «acá siempre se habla de cuánto quiere ganar un trabajador y nunca se habla de cuánto gana una empresa. Nosotros proponemos que pongamos todos los números sobre la mesa a ver si la empresa puede pagar el sueldo que reclamamos. Seguramente va a significar que los empresarios ganen menos, bueno, esa es la historia.»

Al cumplirse nueve días de la medida de fuerza, se realizó una nueva audiencia en la sede del Ministerio de Trabajo. En la misma, los representantes patronales hicieron una oferta por una suma transitoria por dos meses de $2.500, lo que representa un 23,8% para la menor categoría y un 18,3% para la máxima, lo cual fue rechazado. La cartera laboral fijó nueva audiencia para el próximo lunes 18.

Nuevamente el centro de las discusiones se pone en los porcentajes de aumentos salariales exigidos, evadiendo el debate sobre las tasas de ganancia de las empresas y sobre las necesidades de los trabajadores. Con sólo el 0,5% de lo que facturaron las empresas aceiteras en 2014 se puede pagar el aumento de todo el año a los 20.000 trabajadores aceiteros del país. La rentabilidad por tonelada de soja procesada, que en 2006 era de u$s 4,2 -en ese entonces equivalente a $ 13- es hoy de u$s 35,8 o $ 318, es decir, se ha multiplicado por 25. Cualquier aumento salarial puede y debe ser absorbido por ese margen, sin necesidad de ser trasladado a los precios. No existen razones económicas para negar el aumento salarial exigido. Las patronales están enfrentándolos ideológicamente, para doblegar la lucha y así disciplinar a los trabajadores, la actitud patronal es una clara provocación, apostando al fracaso de la medida de fuerza.

Fin del misterio: La CGT oficial acordó con el Gobierno una suba de referencia del 27%  

Lo confirmó Antonio Caló, luego del encuentro que mantuvieron los ministros Axel Kicillof (Economía) y Carlos Tomada (Trabajo) con los titulares de gremios afines. El metalúrgico precisó que «acordó» con el Gobierno esa cifra como «monto de referencia» para las discusiones. Y añadió que a partir de allí, «cada gremio discute como puede en sus paritarias». El anuncio de Caló se conoció minutos después de que su sindicato, los metalúrgicos de la UOM, ratificara el paro de 36 horas que había adelantado en caso de no llegar a un acuerdo con las patronales. No hubo acuerdo y hay cuarto intermedio hasta el lunes que viene. Sigue en pie la medida de fuerza, que se realizaría el jueves y viernes de la próxima semana. Para la Secretaria general de la Conadu Histórica (docentes universitarios), Rita Villegas, el encuentro con las autoridades universitarias «no fue un avance sino un retroceso, porque no se realizó ningún ofrecimiento salarial y la reunión giró sobre la aprobación del convenio colectivo». Los gremios volverán este jueves a reunirse con el ministro para analizar la redacción definitiva del convenio colectivo, y una semana después se reanudará la negociación por salarios. Villegas señaló que «la única oferta sigue siendo la del 22%, que ya fue rechazada, aunque el ministro prometió mejorar la propuesta».

El martes fue el turno de los bancarios, que cumplieron un paro de 24 horas con un acatamiento cercano al 90% en reclamo de una suba del 33% y que los bancos se hagan cargo de compensar Ganancias. Pese a tener la paritaria vencida al 31 de diciembre aún no tuvieron oferta oficial de las asociaciones de bancos.

También los gremios del transporte refrendaron la huelga anunciada para la primera semana de junio. Omar Maturano, de La Fraternidad (conductores de trenes), aseguró que las centrales obreras Azopardo y Azul y Blanca, que conducen Luis Barrionuevo y Hugo Moyano, respectivamente, «dijeron que iban a acompañar» la medida.

La CGT que conduce Hugo Moyano se sumó el jueves al paro nacional convocado por los gremios del transporte. La CGT Moyano dio el visto bueno ayer por la tarde y la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo anunció que buscará consensuar con Hugo Moyano y Pablo Micheli para que el paro nacional se extienda por 36 horas. Los dirigentes de la CTA opositora ya estuvieron en tratativas con el dirigente camionero para acordar los términos de la participación de su Central en lo que, de concretarse, sería el quinto paro general contra el gobierno de Cristina.

Pablo Micheli, Secretario General de la CTA, adelantó que «haremos un paro de 36 horas con movilización si el gobierno no convoca a la apertura del Consejo del Salario», y dijo que espera que se sumen al reclamo Antonio Caló y Hugo Yasky.

Micheli dejó en claro que la única forma de no realizar el paro es que el gobierno convoque a los empresarios y sindicatos «para rever el Salario Mínimo, Vital y Móvil, paritarias libres y fin del Impuesto a las Ganancias», entre otros temas.

Acuerdo en Comercio

El presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Carlos de la Vega, adelantó que habían llegado a un acuerdo verbal con el sindicato para implementar un incremento salarial del 27 % en dos tramos, más dos sumas fijas de 1.524 pesos. Luego se conocía que el acuerdo no llegaba a cerrarse, por diferencias entre las partes. Una de ellos es la composición de cada cuota del aumento salarial, más allá de la coincidencia en un 27 % total. CAC y CAME (cámaras empresarias) pretenden un 15 % en abril y 12 % en noviembre, en tanto FAECYS (sindicato) sostuvo 17 y 10 %, respectivamente.

Otro punto de fricción es el mes de pago de la segunda suma fija de 1.524 pesos, ya que el sindicato reclamó que fuera en setiembre y los empresarios en diciembre. El Ministerio de Trabajo convocó a las partes para la semana próxima, para intentar destrabar la paritaria. No obstante, el sindicato liderado por Armando Cavalieri, suspendió la movilización prevista para este jueves en apoyo del reclamo salarial.

Al Ministro de Economía le va a crecer la nariz

Kicillof evaluó que «hay sindicatos que han mirado las variables, y han hablado del 27% aproximadamente. Y está muy bien que lo hagan. El Gobierno trata de ayudar porque no forma parte de las paritarias», señaló.

El funcionario sostuvo que el Gobierno «no tiene herramientas» para implementar «un techo salarial», y aseguró que solo lo hace en la negociación con los trabajadores del Estado, que ya comenzaron.

Con sus nuevas declaraciones del jueves, el ministro intentó despegar la responsabilidad del gobierno en la moderación de las pautas de aumento salarial. Todo indicaba que las negociaciones entre sindicatos y empresarios venían encaminadas en cerrar alrededor del 30 % hasta que desde despachos ministeriales se anticipó a comienzos de la semana pasada que acuerdos por encima del 25 % no tendrían homologación. La presión incluyó conversaciones de Kicillof con los sindicalistas de la CGT Balcarce. Finalmente, el margen se estiró hasta 27 %.

El ministro reiteró que «me parece que al venir niveles menores de los precios, las paritarias también se van acomodando. Si se dice que la inflación va a ser 10 o 7 % menos que el año pasado, se supone también que las paritarias deberían discutirse en un entorno más reducido», señaló Kicillof.

Sin embargo, el ministro omitió mencionar que el año pasado las paritarias dejaron como resultado una recomposición de salarios bien por debajo de la inflación. El CIFRA, centro de estudios impulsado por la CTA oficialista de Hugo Yasky, sitúa en 4,8 % la caída del salario real en 2014, la peor desde 2002, descontando la inflación del año pasado.

«Golpear juntos, marchar separados»

El miércoles de la semana pasada se concretó la Asamblea Extraordinaria convocada por el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL-CTA). Al término del acto asambleario, el secretario General, Rafael Vargas, precisó: «Llevamos un mandato de asamblea de pedir como recomposición salarial la suma de $15.000 para la primera categoría como básico». Consultado sobre los porcentajes que el Gobierno nacional tiró como referencia para estas paritarias, el titular del gremio azucarero respondió: «Cuando el año pasado se manejaba un 30% nosotros conseguimos un 39,15%». El SITRAIC, nuevo sindicato opositor a la UOCRA, se movilizó a la Cámara Argentina de la Construcción. Su secretario general, Víctor Grosi, manifestó que «la movilización es un mandato de la última asamblea general del gremio en reclamo de una recomposición salarial y la mejora de las condiciones de trabajo de los trabajadores de la construcción. Hace 40 años que la UOCRA no genera una acción de lucha. Venimos porque ahí se esconden los que financian la violencia en las obras, las patotas, la patria contratista, que apoya a Macri, Scioli y Massa, y que es responsable de la masacre laboral y del desastre que vivimos todos los días los trabajadores de la construcción», denunció Grosi. También la izquierda y el sindicalismo combativo, vienen exigiendo que la medida de fuerza del 31 de marzo se continúe con un paro activo nacional de 36 horas.

Esa exigencia es acompañada por el apoyo a todos los procesos de lucha como la pelea de los docentes bonaerenses por la falta de cobro de sus salarios, a los obreros de Worldcolor que luchan para evitar que 280 familias queden en la calle y el miércoles cortaron Callao y Corrientes o contra la tercerización y los despidos en LAN.

El lunes, luego de más de once horas de corte en la autopista Richieri, los trabajadores tercerizados de la empresa MSA de Ezeiza y Aeroparque, con el acompañamiento del cuerpo de delegados de efectivos de LAN y la comisión interna de los trabajadores tercerizados de Falcon, además de la agrupación El Despegue, lograron arrancar un acta donde el Ministerio de Trabajo se comprometió a citar a LAN para controlar que el traspaso del personal se haga respetando los derechos adquiridos por los trabajadores.

Pegar junto a las cúpulas sindicales cuando éstas llaman a medidas de fuerza por reclamos justos es el lema, pero desde una perspectiva independiente, luchando por las demandas de todos los trabajadores, con métodos democráticos desde las bases, por una salida política independiente y no junto al tridente presidencial del ajuste con los que se alinean las cúpulas sindicales oficialistas y opositoras.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.