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Smart Cities, sin software libre no hay inteligencia

Fuentes: blog.gvsig.org

Uno de los conceptos de moda estos últimos años es el de Smart City, la ciudad inteligente. Atiende principalmente al uso de las TIC, las tecnologías de la información y comunicación, para mejorar la vida de los ciudadanos. La tecnología no como un fin en si mismo, sino como un medio para modernizar y optimizar […]

Uno de los conceptos de moda estos últimos años es el de Smart City, la ciudad inteligente. Atiende principalmente al uso de las TIC, las tecnologías de la información y comunicación, para mejorar la vida de los ciudadanos. La tecnología no como un fin en si mismo, sino como un medio para modernizar y optimizar la gestión de la ciudad. No podía ser de otra manera, en el S.XXI la tecnología juega y debe jugar un papel fundamental en la mejora de las políticas públicas. Las ciudades abandonan el mundo analógico y para ser inteligentes, por tanto, se han de valer de la tecnología.

Ahora imaginemos que nuestros servidores públicos, en su toma de decisiones, se decantan por utilizar software privativo para estos menesteres de la modernización. Pensemos que hacen dependiente de proveedores únicos toda el área tecnológica de nuestras ciudades, el corazón de sus sistemas de información. Que por muy ilógica que parezca esta decisión, sin miras estratégicas, obvien una cuestión tan fundamental como la soberanía tecnológica e inunden de cajas negras, sin acceso al conocimiento informático, las sedes gestoras de nuestras urbes.

¿Podríamos tener ciudades inteligentes o tendríamos ciudades cautivas tecnológicamente?

La lógica aplastante de la respuesta es más terrorífica cuando observamos la frecuencia con la que ocurre. Una parte importante de los presupuestos municipales se derivan a estas malas prácticas. Decisiones que hipotecan el futuro de las ciudades desde una perspectiva económica amplia, pues no olvidemos que la economía tiene también un carácter social y del conocimiento.

Incidimos en la idea, en el S.XXI las ciudades sólo serán soberanas si también lo son tecnológicamente.

Si añadimos a la perspectiva interna, de gestión, la externa a la propia organización, debemos sumar ventajas a la decisión de utilizar software libre: se abre la puerta a la colaboración con otras instituciones y se produce un cambio del gasto desorbitado en licencias (alquiler de uso) por la inversión en servicios. Servicios para los que se puede contar con una industria local, nacional, que se impulsa desde la propia administración. Tejido empresarial que va a requerir más y mejores técnicos cualificados de nuestras universidades. Universidades que dejaran de formar en marcas por capacitar en tecnologías. Una red de sinergias que enlazan perfectamente con un necesario cambio de modelo productivo.

Ampliando la perspectiva aún es más contundente la respuesta: no puede haber ciudades inteligentes sin software libre.

¿Y qué papel juega la geomática, las tecnologías para la gestión del territorio, en una Smart City?

Son el eje fundamental. Más del 80% de la información que maneja un ayuntamiento está geoposicionada: las infraestructuras, el patrimonio, parques y jardines, niveles socio-económicos, inversión…todo está o puede estar representado espacialmente.

Las Infraestructuras de Datos Espaciales, por tanto, se constituyen como el eje central que permite conectar todo lo que supone una Ciudad Inteligente.

Infraestructuras de Datos Espaciales 100% libres, como las soluciones que planteamos, ofrecemos y defendemos desde la Asociación gvSIG.

Fuente: http://blog.gvsig.org/2016/03/01/smart-cities-sin-software-libre-no-hay-inteligencia/