Tras hacerse públicas, ayer, 5 de noviembre, las primeras sentencias dictadas -de las primeras causas abiertas- contra el ex presidente de Iraq, Sadam Huseín, y otros miembros del depuesto gobierno de este país, la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI), desea avanzar las siguientes consideraciones: 1. Sólo le corresponde […]
Tras hacerse públicas, ayer, 5 de noviembre, las primeras sentencias dictadas -de las primeras causas abiertas- contra el ex presidente de Iraq, Sadam Huseín, y otros miembros del depuesto gobierno de este país, la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI), desea avanzar las siguientes consideraciones:
1. Sólo le corresponde al pueblo iraquí, una vez recuperadas plenamente la soberanía y la democracia en el país, proceder a la evaluación de las actuaciones de los gobiernos de Iraq anteriores a la invasión de 2003, al igual que a las de los gobiernos formados bajo la ocupación y, si así lo determinasen las instancias jurídicas legítimas, proceder contra sus miembros por los delitos supuestamente cometidos.
2. Como ya han señalado instancias jurídicas y de Derechos Humanos internacionales, los tribunales creados bajo ocupación y en situación de excepción, como es el caso de Iraq, son ilegales y sus sentencias nulas de pleno derecho. Los ex dirigentes de Iraq están siendo juzgados, en las distintas causas abiertas contra ellos, por tribunales creados en la primera etapa de la administración de la ocupación y el desarrollo posterior de los juicios, con el asesinato de hasta cinco abogados del equipo de la defensa, añade a su carácter de ilegalidad el del incumplimiento completo de las más mínimas garantías jurídicas exigibles en cualquier procedimiento.
3. Las fuerzas de ocupación y las fuerzas internas a ellos asociadas carecen, además, de toda legitimidad ética para promover el juicio contra los anteriores dirigentes de Iraq. A la violación del Derecho Internacional arriba mencionada, que se deriva de la creación de instituciones bajo un régimen de ocupación tras una guerra ilegal, se une el carácter criminal de la actuación de Estados Unidos y sus aliados contra el pueblo de Iraq. Las cifras derivadas de la intervención de Estados Unidos y sus aliados contra Iraq permitirían razonablemente encausar a sus gobiernos por Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad: según cifras de Naciones Unidas, más de un millón de civiles murieron en Iraq entre 1990 y 2003 debido al régimen de sanciones aprobado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en agosto de 1990 y mantenido por Estados Unidos y Reino Unido durante 13 años; otros 650.000 iraquíes habrían muerto desde el inicio de la ocupación como consecuencia directa de ésta, según el estudio del equipo de la Universidad Johns Hopkins dado a conocer el pasado mes.
4. El inesperado anuncio de esta primera sentencia contra Sadam Husein y sus colaboradores no es ajena a la celebración de las elecciones legislativas esta misma semana en Estados Unidos. La ocupación de Iraq está en grave crisis. En contra de lo anunciado, la Administración Bush, antes que reducir el contingente de tropas en Iraq, ha tenido que aumentarlo y el Pentágono ha anunciado que no podrá reducirlo antes de 2010. Octubre de 2006 ha sido el mes con mayor número de bajas estadounidenses en combate desde noviembre de 2004; la opinión pública estadounidense comienza a asumir que Estados Unidos debe retirarse de Iraq. Por todo ello, la Administración Bush, después de haber confirmado que mintió sobre las razones de la invasión de Iraq, ha pretendido presentar la condena de los anteriores dirigentes iraquíes como un logro.
5. Finalmente, nos unimos a la consideración de que hasta que el pueblo iraquí no recupere su plena soberanía y pueda abordar un proceso de reconstrucción democrática, como señalábamos en el primer punto de este comunicado, los anteriores dirigentes del país sean considerados como prisioneros de guerra y sometidos a la supervisión del Comité Internacional de la Cruz Roja que, en reiteradas ocasiones, ha denunciado las restricciones de acceso a los detenidos iraquíes.
Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq