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Stallman, padre del software libre, explica en Santa Coloma la vigencia de su propuesta

Fuentes: La Vanguardia

Richard Stallman, el padre del software libre, ha pasado esta semana por Barcelona para dar una charla en el Instituto Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet. En una sala de actos abarrotada de profesores y estudiantes explicó la alternativa social y tecnológica de su propuesta: hora y media de prolija exposición en solitario y […]

Richard Stallman, el padre del software libre, ha pasado esta semana por Barcelona para dar una charla en el Instituto Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet. En una sala de actos abarrotada de profesores y estudiantes explicó la alternativa social y tecnológica de su propuesta: hora y media de prolija exposición en solitario y en un castellano aceptable, que remata con una parodia en la que, ante la hilaridad general, se disfraza de santo de la iglesia informática. Así, el creador del GNU, el primer programa de software libre, se convierte en san IGNUcioydespierta todo tipo comentarios.

Profesora: «Es interesante lo que dice, aunque él parece un poco excéntrico. A mi me ha recordado al poeta Brossa, que hace años vino a dar una charla al instituto y acabó haciendo trucos de magia.» Alumno: «Es totalmente legal en todo lo que argumenta». Profesor: «Hombre, esto del software libre es como el anarquismo. Es un poco romántico y en teoría está muy bien, pero luego en la práctica…» Otro alumno: «Lo de san IGNUcio es alucinante.»

Realmente, Stallman da para mucho. La entrevista con este cronista la finaliza interpretando con su flauta una canción del folclore búlgaro. «Es un tema que me encanta y aprendí a bailarlo y a tocarlo.» No tiene móvil – «No quiero que me controlen y sepan dónde estoy y qué hago»- y por un motivo similar tampoco se hospeda en hoteles. Stallman da en torno a las cien conferencias anuales por todo el mundo, y actualmente su principal actividad, junto con el apostolado informático, es contestar el correo electrónico. «Le dedico más de ocho horas diarias. Todo son temas del software libre», señala.

Este norteamericano de 53 años mantiene un innegable aire underground que no debe desenfocar su perfil. Es programador, estudio Física en Harvard y trabajó en el MIT de Boston, donde la imposibilidad técnica y legal de acceder al software de una impresora para arreglar un problema le convenció de que la única manera de sobrevivir en la jungla informática era reclamar el software libre. Y para ello fundó en 1984 la Free Software Foundation.

El software libre, según él, se basa en cuatro reglas: libertad de uso, libertad de análisis y modificación (núcleo del programa incluido), libertad para distribuir copias y libertad para difundir las mejoras del programa entre la comunidad de usuarios. El software libre generalmente es desarrollado y modificado por voluntarios y muchas veces es gratuito. Este ideario, rematado en 1991 por Linus Torvalds con la creación del sistema operativo GNU/ Linux, era y sigue siendo una bomba en un escenario dominado por compañías millonarias que imponen sus condiciones en el mercado.

Con el tiempo, el software libre ha creado centenares de herramientas informáticas – procesadores de texto, navegadores, correo electrónico, mensajería, etcétera- y su uso cada vez es más importante, especialmente en sistemas de internet, en entornos corporativos y en las administraciones públicas, que así se evitan el pago de las costosas licencias de uso. Las Naciones Unidas están recomendando su uso a todos los países en vías de desarrollo. Y naciones como China, Brasil, Alemania, Estados Unidos o Francia le prestan una gran atención. En España, muchas universidades utilizan elementos de software libre, la Junta de Extremadura ha apostado muy fuerte por este entorno y el Pacte del Tinell del tripartito incluye un acuerdo para impulsarlo en Catalunya.

El impacto no acaba ahí. Microsoft ha accedido recientemente a abrir parte del código de sus programas a algunas administraciones y ha lanzado en algunos países el Windows para pobres,de coste inferior al habitual. La filosofía de Wikipedia, la enciclopedia gratuita disponible en internet, emana del software libre. Y hay elementos de éste último que son claves en la gran discusión actual sobre el copyright digital y las patentes.

«La idea del software libre parece utópica, pero es una realidad que está cambiando la inercia del mercado. No somos utópicos, somos realistas, queremos que el conocimiento sea compartido y de todos. Nuestra propuesta dice que el software básico que necesitan los ordenadores para funcionar no puede ser propiedad de una compañía. Para que se pueda mejorar, el software ha de ser libre. Esto implica que, además, resulta mucho más barato o incluso gratuito, pero el tema básico es la libertad para desarrollar y para utilizarlo», afirma Stallman.

En su opinión: «Las grandes marcas, Microsoft a la cabeza, nos han declarado sus enemigos porque representamos otra filosofía y porque defienden un mercado cautivo que temen perder. Pero nuestro movimiento ha seguido creciendo porque hay una necesidad social detrás de él. Probablemente nos apoya un millón de programadores voluntarios. Esto nos hace la gran productora mundial de programas informáticos, ninguna empresa tiene este capital humano». Y añade: «Desde la industria, antes argumentaban que la creación por colaboración no funcionaría, pero ahí está GNU/ Linux. Es más seguro y estable que Windows. Por eso lo están utilizando por cada vez más empresas y organizaciones. Y dentro de poco dará el salto al gran público».

Otro comentario suyo apunta que el software libre no debe ser visto como algo tremendista. «Si nuestra idea avanza, tal vez desaparezcan algunas compañías, pero puede ser que aparezcan otras y que todo funcione de otra manera. En términos absolutos, seguirá habiendo el mismo número de programadores, ya que la demanda de software seguirá existiendo. Cómo evolucionará todo esto está por ver, pero ahora nuestra misión es que las herramientas básicas para trabajar con los ordenadores sean libres y se desarrollen según las necesidades de los usuarios, sin restricciones motivadas por los intereses tecnológicos y económicos de las compañías».

En el escenario, Stallman aprovecha su conferencia para lanzar ataques muy directos. Windows XP se lleva la palma: «Este programa nos espía. Envía mensajes sobre las palabras que utilizamos y sobre el software que tenemos instalado en el ordenador». El sistema DRM (Digital Right Management), que la industria está implantando para impedir las copias digitales, es rechazado de plano: «Aconsejo no comprar ningún aparato ni soporte que lo lleve». Y también se acuerda de la SGAE, que hace poco respondió a sus ataques constantes definiéndole como «un apóstol antisistema». Un dato: en su charla sobre informática la palabra más utilizada es libertad. Reloj en mano detecto que hay momentos en que Stallman cita la palabra diez veces en un minuto.

El san iGNUcio que representa, colocándose un poncho a modo de túnica y un disco duro antiguo como aureola, es la traca final de la conferencia-show.

«Se me ocurrió hace años. Estaba en México para dar una charla y al principio pensé que igual sería un problema, porque estaba en una universidad católica, pero la gente se lo tomó muy bien. En los países católicos es donde más gusta este personaje. Yo soy ateo y esmi manera de parodiar todas las cosas serias que digo, aunque nadie debe equivocarse y verme como un payaso.»