Suad al Ali, dirigente de una organización de derechos humanos y con una destacada presencia en las manifestaciones que se vienen celebrando desde el verano, fue asesinada a tiros el martes en el centro de Basora. Activista por los derechos de las mujeres, la asesinaron a tiros en el centro de la ciudad el martes […]
Suad al Ali, dirigente de una organización de derechos humanos y con una destacada presencia en las manifestaciones que se vienen celebrando desde el verano, fue asesinada a tiros el martes en el centro de Basora. Activista por los derechos de las mujeres, la asesinaron a tiros en el centro de la ciudad el martes pasado. El asesinato ha recibido la condena generalizada de las organizaciones sociales. Al Ali formaba parte del colectivo organizador de las protestas que están teniendo lugar en Basora contra los cortes de energía y la escasez de agua en la ciudad.
Un video publicado en internet el martes mostraba a Suad al Ali, presidenta de Al- Weed al Alaiami por los Derechos Humanos, muerta a tiros en una calle del distrito de Abasiya mientras esperaba dentro de un coche junto a otra persona que resultó herida por el ataque. Algunos medios como la BBC han identificado a esta persona como su esposo. Ningún grupo ha reivindicado la autoría.
Basora movilizada por manifestaciones populares para protestar por la escasez de agua potable, la corrupción y los cortes de energía. En el marco de las protestas se han incendiado edificios y embajadas gubernamentales. Al menos 12 personas han sido asesinadas desde principios de este mes por servicios de seguridad y grupos armados. Al Ali representaba la presencia femenina en las manifestaciones de Basora generalmente dominadas por hombres.
La web de Al Weed al Alaiami por los Derechos Humanos promueve entre sus objetivos «organizar conferencias, seminarios y talleres educativos en el ámbito cultural y económico para la formación y el desarrollo de nuestra sociedad».
La Campaña del Golfo por los Derechos Humanos condenó el asesinato de Al Ali el miércoles y ha exigido una investigación sobre su muerte. En su comunicado expresa que «GCHR condena en los términos más enérgicos el asesinato de la doctora Suad Al Ali y expresa su profundo rechazo por la violación del derecho a la libertad de reunión de manifestantes pacíficos que junto a otros defensores de los derechos humanos en Iraq, incluidos abogados, periodistas y blogueros, continuan su labor valientemente a pesar del riesgo a ser detenidos o a sufrir violencia».
Tras las reiteradas amenazas de grupos armados, la muerte de Al Ali sería el primer asesinato de un cargo notorio en Basora desde que comenzaron las protestas en julio. Las poderosas milicias y partidos políticos que controlan Basora, en su mayor parte respaldados por Irán, han causado la indignación de los manifestantes. Los edificios de algunas de sus sedes han sido atacados y destruidos. Los manifestantes han denunciado reiteradamente las amenazas emitidas por milicias y partidos, que siguen acusando a Arabia Saudí, Israel y Estados Unidos de patrocinar las manifestaciones.