La violencia se recrudece en Irak, dónde el número de víctimas civiles va en progresivo aumento. Cada mes más. Julio registra un 33% más de bajas que junio. En revancha, el número de muertos en los cuerpos policiales descendió un 24,6% en julio (144), en progresión desde el pasado junio (191). Ese mismo mes, el […]
La violencia se recrudece en Irak, dónde el número de víctimas civiles va en progresivo aumento. Cada mes más. Julio registra un 33% más de bajas que junio. En revancha, el número de muertos en los cuerpos policiales descendió un 24,6% en julio (144), en progresión desde el pasado junio (191). Ese mismo mes, el Ejército iraquí perdió a 79 militares, más del doble que en junio (31). Esta mañana, un coche bomba se ha cobrado la vida de al menos 15 personas y herido a otras 20, en la plaza Al Hurriya (Libertad) en Karrada, un céntrico barrio de Bagdad predominantemente chií.
Según los últimos datos de víctimas civiles (1.652) proporcionado hoy por el Ministerio iraquí de Defensa y Salud, junio contribuyó a aligerar las estadísticas mortales en Irak, con una rebaja del 36%
Al incremento en número de muertes en julio, causadas en su mayoría por atentados suicidas, le acompaña, en sincronía, un aumento en cuanto a número de heridos. Un 8,3% más: 1.691 el mes pasado frente a los 1.561 del anterior. Las tropas iraquíe
Siempre según las estadísticas iraquíes, en julio fueron asesinados 425 insurgentes, frente a los 417 de junio, lo que representa un incremento del 2%. Al contrario, los arrestos cayeron un 3,2%: 2.191 en julio frente a los 2.265 de junio.
La tendencia a la baja en número de víctimas locales es interpretada como un posible efecto positivo del despliegue progresivo de tropas estadounidenses e iraquíes en el marco del nuevo plan de seguridad lanzado a mediados de febrero, asegura France Press.
Sin embargo, la insurgencia parece haber cambiado de escenario, huyendo de las zonas donde hasta ahora los atentados han sido recurrentes, para continuar con acciones violentas en regiones más aisladas del país.
Lo demuestran atentados como el del pasado 7 de julio, en el que murieron 150 personas y 250 resultaron heridas en la explosión de un camión bomba en la pequeña localidad de Emerli, en el norte del país. Diez días más tarde, Irak se conmocionaba con otro atentado suicida en localidad petrolera de Kirkoud, a 250 kilómetros de la capital. 98 iraquíes murieron y 185 resultaron heridos.