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Tariq Aziz: Víctima del imperialismo estadounidense

Fuentes: The People Voice

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


Está enfermo, aislado y muy débil. Su vida cuelga de un hilo. Parece que Washington le quiere muerto. Aziz culpa a EEUU, Israel y Gran Bretaña. Les responsabiliza de destruir Iraq.

La negligencia médica acabó con Slobodan Milosevic. En marzo de 2006, se le encontró muerto en su celda. Tenía problemas de corazón y de otro tipo. Se le negó un tratamiento adecuado. Podía haberse salvado. Podía haber vivido muchos más años. Días antes de su muerte, escribió al Ministro ruso de Asuntos Exteriores. Le dijo que la Corte Penal Internacional para la ex Yugoslavia le quería muerto.

Lo mismo ocurre ahora con Washington y sus principales socios en la OTAN. Quieren que Aziz desaparezca y pase al olvido. Está muriéndose de abandono.

En el verano de 2010 dio su primera entrevista. Llevaba preso casi siete años y medio. Declaró que no había cometido ningún delito, que era una víctima del imperialismo estadounidense:

«El Presidente Sadam Husein tomaba todas las decisiones. Yo mantuve una posición política, no participé personalmente en ninguno de los delitos de los que se me acusa. De entre todos los cientos de reclamaciones presentadas, nadie me ha mencionado a mí.

Al ser miembro del gobierno, tenía la responsabilidad moral de defenderlo. Si nos remontamos a la historia, le pedí a Sadam Husein que no invadiera Kuwait, pero tuve que apoyar la decisión de la mayoría. Cuando se adoptó la decisión, le dije que eso nos iba a llevar a una guerra con EEUU y que no beneficiaba a nuestros intereses emprender esa guerra. Pero la decisión estaba tomada. Yo era el Ministro de Asuntos Exteriores del país y tuve que defender el país y hacer cuanto pude para explicar nuestra posición. Hice lo que tenía que hacer.

Ya no queda nada aquí. Nada. Durante treinta años Sadam estuvo construyendo Iraq y ahora está destruido. Hay más enfermedad que antes, más hambre. El pueblo no dispone de servicios públicos. A la gente la están matando cada día por decenas cuando no por centenares. Todos somos víctimas de EEUU y Gran Bretaña. Ellos han masacrado nuestro país».

El Iraq de antes de 2003 ya no existe. Washington y sus aliados de la OTAN han destruido la cuna de la civilización. Dicen que Aziz es culpable por asociación. Aziz lamenta haberse rendido a las autoridades estadounidenses el 24 de abril de 2003. Se había despedido de Sadam días antes.

«A través de un intermediario, contacté con los estadounidenses», dijo. «Si pudiera volver a aquella época, hubiera preferido que me mataran».

Lleva soportando un largo calvario. Está enfermo, debilitado y consumido.

El 3 de abril, el Tribunal de Bruselas emitió la siguiente declaración:

«Maliki y su panda están asesinando lentamente a Tariq Aziz en una cárcel iraquí. Le están tratando de forma inhumana. Eso constituye tortura. Toda la clase política de Occidente y las entidades de defensa de los derechos humanos serán responsables si muere a causa del abandono y la negligencia.»

Su hijo Ziad escribió al Tribunal de Bruselas: «Instamos a los políticos, a las organizaciones por los derechos humanos y a los medios de comunicación a que emprendan finalmente una acción decisiva para la liberación de Tariq Aziz y todos los prisioneros políticos», dijo. «Tenemos que defender los derechos humanos».

Los ex coordinadores de la ayuda humanitaria en Iraq, Denis Halliday y Hans von Sponeck, habían pedido lo mismo con anterioridad, como se expondrá más adelante.

Ziad declaró:

«Han pasado ya casi diez años desde que mi padre fue detenido por las fuerzas estadounidenses. Se cumple también el aniversario del intento de asesinato al que sobrevivió en 1980 y que sirvió para matar a civiles inocentes. Fue planeado y perpetrado por la misma gente que ahora gobierna Iraq y que siguen planeando ejecutarlo de nuevo, lentamente, sin que ahora haya testigos. Se encuentra preso en Bagdad.

Ha sufrido un cuarto ataque al corazón. Se desplomó en el suelo en medio de la noche y allí se quedó todo el tiempo hasta que llegó la mañana. No ha recibido la visita de médico alguno. No le han llevado al hospital, no se le ha ofrecido ninguna atención médica desde que tuvo el ataque. Su capacidad para hablar con coherencia ha disminuido bastante. Mi madre y mis hermanas apenas pueden entender lo que dice.

Tiene inflamaciones y úlceras en pies y piernas a causa de la diabetes. Si no se le trata de inmediato, podría producirse gangrena y tener que amputárselas.

Todo se debe al abandono médico. Las actuales autoridades carecen de compasión. Tienen una agenda específica. Quieren vengarse.»

Ziad quiere que la comunidad internacional sepa que la situación de mi padre se deteriora día a día y que está verdaderamente asustado de lo que pueda ocurrir si no se le atiende y se le proporcionan de inmediato los cuidados y el tratamiento que tan desesperadamente necesita.

En mayo de 2009, Hans von Sponeck se refirió a la situación en Iraq y a la enfermedad de Aziz. Declaró:

«El Presidente iraquí Yamal Talabani habló recientemente de la democracia que se había implantado en su país tras la invasión estadounidense de 2003.

Algunos observadores iraquíes, que demuestran no conocer Iraq y probablemente entienden muy poco de democracia, se han apresurado a confirmar esto. Para ellos, la disminución de los ataques letales y la cifra de víctimas prueban que los seis años de ocupación merecen la pena. Sin embargo, los muertos no pueden reaccionar, pero sus descendientes sí. El 20% de la población iraquí se ha convertido en refugiada en su propio país o viven en las condiciones más indeseables en lugares como Siria, Jordania u otros países lejanos.

Entre esa gente, está la familia el ex Viceprimer Ministro Tariq Aziz. Viven esparcidos por Jordania y Yemen y temen por su patriarca. Tariq lleva gravemente enfermo desde hace mucho tiempo. Junto con otros prisioneros políticos, como el ex Ministro del Petróleo, el Dr. Amer Rashid, y el ex Ministro de Comercio, el Dr. Mohamed Medhi Saleh, está prisionero en el Campo Cropper, bajo control de EEUU, en las afueras de Bagdad.

Han pasado ahí muchos años ya, en la mayor parte de los casos sin cargos, sin una defensa eficaz, sin poder contar con los apoyos que estipulan los Convenios de Ginebra, sin atención sanitaria.»

Las obligaciones jurídicas internacionales no significan nada en este contexto. La carta de Ziad Aziz, el hijo mayor de Tariq Aziz, a un preocupado amigo en el extranjero deja claro cómo es en Bagdad la situación de los prisioneros políticos y sus fundamentales derechos democráticos.

Por otra parte, von Sponeck y Halliday dijeron que conocen bien a Aziz. Que trabajaron con él. Que es un «nacionalista iraquí con altas motivaciones, que cooperó totalmente con las Naciones Unidas cada vez que creyó que podía ayudar a mejorar la ayuda humanitaria para el pueblo iraquí»

Él y Halliday quieren que se libere a Tariq Aziz. En 2005 y a principios de 2007, manifestaron su preocupación. Han hecho varios llamamientos públicos, cuanto han podido, para que se le libere por motivos humanitarios.

Pero sigue preso. Se le sigue negando el proceso debido. Y necesita atención médica urgente.

Nadie sabe lo que puede ocurrir. No puede durar mucho tiempo ya. EEUU y sus aliados cómplices quieren que desaparezca. Le están matando lentamente. La muerte por negligencia deliberada constituye un asesinato premeditado.

Stephen Lendman vive en Chicago. Su último libro es: «Banker Occupation: Waging Financial War on Humanity». Puede contactarse con él en: [email protected]

Fuente:

http://www.thepeoplesvoice.org/TPV3/Voices.php/2013/04/04/tariq-aziz-victim-of-us-imperialism