Estados Unidos envió otros mil 500 soldados a Irak desde un destacamento de Kuwait, informó el Pentágono, mientras Gran Bretaña indicó que la violencia en Basora causa «fuerte preocupación» en su gobierno, al tiempo que ataques y atentados dejaron un saldo de 50 muertos. El general George Casey, a cargo de los soldados estadunidenses desplegados […]
Estados Unidos envió otros mil 500 soldados a Irak desde un destacamento de Kuwait, informó el Pentágono, mientras Gran Bretaña indicó que la violencia en Basora causa «fuerte preocupación» en su gobierno, al tiempo que ataques y atentados dejaron un saldo de 50 muertos.
El general George Casey, a cargo de los soldados estadunidenses desplegados en Irak, ordenó movilizar dos batallones adicionales desde Kuwait, informó el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman.
El funcionario indicó que las tropas adicionales fueron llamadas para establecer el orden en la provincia de Al Ambar y «reducir la habilidad de Al Qaeda para influenciar en esta área clave».
Con el nuevo contingente, las fuerzas estadunidenses en Irak pasan de 15 a 16 brigadas, decisión que parece alejar un poco más las perspectivas de una reducción importante de sus tropas.
Por su parte, el recrudecimiento de la violencia en el sur de Irak es «causa importante de preocupación», reconoció el ministro de Defensa británico, Des Browne, tras la muerte de nueve soldados ingleses en esa zona en mayo, el mes más negro desde la invasión en 2003.
«El aparente recrudecimiento de la violencia es causa importante de preocupación», declaró Browne a la televisora BBC. «En los 10 últimos días hemos perdido a cuatro de nuestros valientes soldados británicos en explosiones al borde de la carretera al paso de sus convoyes».
Sin embargo, este recrudecimiento de la violencia no va a acelerar el proceso de retirada de las tropas británicas, que permanecerán en Irak tanto tiempo como sea necesario, insistió Browne.
En este contexto, el primer ministro de Irak, Nuri Maliki, visitó Basora para poner fin a las luchas entre facciones chiítas y dijo que está listo para usar la fuerza contra las «pandillas» que retienen las exportaciones petroleras y ejercen chantaje comercial.
Las pugnas entre facciones chiítas por los yacimientos petroleros del sur de Irak podrían convertirse en un problema para el recién asumido primer ministro y su nuevo gobierno, cuyo principal desafío es estabilizar la seguridad en el país.
«Debemos restaurar la seguridad en Basora; si alguien desafía las soluciones pacíficas, la fuerza será la solución», indicó.
Por lo pronto, la violencia no cesó hoy y al menos 50 personas murieron, entre ellas un soldado estadunidense. El ataque más mortal ocurrió cuando un coche bomba estalló cerca de un mercado de Al Husseiniyah, con saldo de 22 muertos.
Naji Nuaimi, diplomático de los Emiratos Arabes Unidos secuestrado en Irak el pasado 16 de mayo, fue liberado, anunció un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.
A su vez, la corresponsal de la CBS, Kimberly Dozier, permanecía estable pero en condición crítica cuando arribó a Alemania, tras un ataque con bombas que mató a sus compañeros en Irak, el camarógrafo de televisión Paul Douglas y el sonidista James Brolan, informó un funcionario del ejército de Estados Unidos.
El coronel Bryan Gamble indicó que Dossier respondió durante el vuelo que la trasladaba desde Irak hasta la base aérea de Ramstein en Alemania, abriendo sus ojos cuando se le pidió, y movió los dedos del pie cuando llegó a Landstuhl.
A todo esto, el diario USA Today indicó que Estados Unidos requiere llevar hasta sus últimas consecuencias la investigación sobre la muerte de una veintena de civiles iraquíes a manos de sus tropas, porque el honor del país está de por medio.
En su principal editorial, el periódico consideró que además de las dos investigaciones que el Pentágono lleva a cabo para esclarecer los hechos en torno a esta matanza, ocurrida en noviembre, el Congreso debería hacer lo propio.
«La guerra dañó ya la imagen del ejército estadunidense, particularmente, como el presidente (George W.) Bush lo notó la semana pasada, por el escándalo de Abu Ghraib», recordó el matutino.