El desacreditado Partido Comunista Iraquí intenta revitalizar su fortuna mediante la creación de una nueva formación política. Hace unos días se celebró en Bagdad una conferencia convocada por un movimiento político autodenominado Unión de Fuerzas y Figuras del Movimiento Democrático Iraquí. El encuentro fue organizado por el Partido Comunista Iraquí-Comité Central encabezado por el diputado […]
El desacreditado Partido Comunista Iraquí intenta revitalizar su fortuna mediante la creación de una nueva formación política.
Hace unos días se celebró en Bagdad una conferencia convocada por un movimiento político autodenominado Unión de Fuerzas y Figuras del Movimiento Democrático Iraquí.
El encuentro fue organizado por el Partido Comunista Iraquí-Comité Central encabezado por el diputado Hamid Mayid Musa, quien formó parte del Consejo de Gobierno Provisional de Iraq cuando Paul Bremer gobernaba el país.
La iniciativa para establecer el partido comenzó por la celebración de una reunión preparatoria el 22 de octubre. La conferencia contó con 186 delegados procedentes de dentro y fuera de Iraq, con la excepción de las provincias kurdas. Los delegados pertenecen a grupos políticos iraquíes pequeños y marginales siendo el Partido Comunista el más grande de todos.
En su posición política se describe como democrático, liberal, izquierdista, islamista y progresista. Sin embargo, todos los grupos participantes aprueban el sistema político existente que creó la ocupación estadounidense y que se basa en cuotas sectarias y étnicas.
Los participantes en la conferencia recibieron las felicitaciones y saludos tanto del presidente iraquí, Yalal Talabani, como del presidente de la Región del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.
La dirección de la conferencia correspondió agradeciendo a ambos su «apoyo moral y material a la conferencia». La Lista Nacional Iraquí de Ayad Allawi envió asimismo un mensaje de apoyo.
Los partidos religiosos chiíes y suníes, por el contrario, mantuvieron su distancia del nuevo partido. Lo mismo hicieron los partidos de izquierda y nacionalistas árabes junto con las fuerzas opuestas a la ocupación. El movimiento de as-Sáder y el Partido Comunista de los Trabajadores de Iraq tampoco asistieron.
La declaración de clausura de la conferencia sorprendió a muchos observadores al declarar que el partido trata de «unir los esfuerzos de los partidos y figuras partidarios de la democracia, reformando el proceso político, y eliminando todo lo que impida la construcción de una democracia real fuera de un sistema de cuotas sectarias y étnicas».
Los críticos señalaron que las fuerzas políticas que integran este nuevo partido son la misma gente que ayudó a la ocupación estadounidense a crear el actual sistema sectario y étnico al comienzo.
Lo único que estuvo llamativamente ausente en la conferencia y en su declaración final es la ocupación de Estados Unidos que no se mencionó en ningún momento. De hecho, el años 2003 es referido como «el año del cambio» en el discurso y en la literatura del partido.
Como resultado, muchos escritores y militantes de izquierda y pro-demócratas opuestos a la ocupación estadounidense y al sectarismo boicotearon la conferencia.
Los analistas consideran la conferencia como un intento de la dirección del Partido Comunista de revivir su fortuna antes de las próximas elecciones parlamentarias.
El antiguo miembro del Partido Comunista, Nizar Rahk, criticó duramente la nueva formación a la que calificó como un intento para liquidar el partido por completo. «El partido pretende situar a los iraquíes nacionalistas y a los cuadros tecnocráticos en el mismo atolladero sin revisar sus cálculos políticos ni responder a las preguntas formuladas por los iraquíes, y especialmente por los comunistas e izquierdistas, sobre la verdadera razón del fracaso político del partido», dijo .