Al menos 79 personas murieron y otras 164 resultaron heridas en un triple atentado suicida perpetrado este viernes contra una mezquita chiíta al norte de Bagdad, en tanto que el Parlamento alemán creó una comisión investigadora para esclarecer el papel de su servicio secreto BND durante la guerra en la nación invadida, en marzo de […]
Al menos 79 personas murieron y otras 164 resultaron heridas en un triple atentado suicida perpetrado este viernes contra una mezquita chiíta al norte de Bagdad, en tanto que el Parlamento alemán creó una comisión investigadora para esclarecer el papel de su servicio secreto BND durante la guerra en la nación invadida, en marzo de 2003.
«El balance más reciente es de 79 muertos y 164 heridos» en el ataque a la mezquita de Buratha, declaró a la televisión pública Iraqia un responsable de la sala de operaciones del Ministerio de Sanidad, Saba Rubay.
Al menos dos de los atacantes suicidas «iban vestidos como mujeres y dos de las explosiones tuvieron lugar dentro de la mezquita», indicaron fuentes de seguridad a la prensa.
«Vi una mujer vestida de negro cuando accionaba la carga en la entrada principal de la mezquita en el momento en que los fieles abandonaban la sala de la oración, y después el lugar se convirtió en un lago de sangre», señaló un fotógrafo que colabora con Afp.
La primera bomba causó al menos 30 muertos. Después vino el pánico. La gente corría en todas direcciones tratando de desalojar a los muertos y a los heridos hacia los hospitales más cercanos.
Las mujeres buscaban a sus hijos entre el griterío de los heridos, agregó el fotógrafo, quien resultó lesionado en una pierna.
El imán de la mezquita, encargado de dirigir el rezo, jeque Jalaledin Saghir, declaró a la cadena árabe Al Arabiya que «según las primeras investigaciones una mujer o un hombre disfrazado de mujer logró colarse hasta el puesto de seguridad de la entrada reservada a las mujeres. Fue entonces cuando hizo estallar su carga, lo que provocó pánico entre la gente que se precipitó hacia las salidas y permitió a los otros dos suicidas entrar en la mezquita».
Uno de ellos «se dirigió a mi oficina y el otro hacia la sala principal de plegaria, donde estallaron por los aires entre la muchedumbre», prosiguió el imán.
Este responsable del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII), principal partido chiíta en el país, afirmó que ignora si el ataque también iba dirigido contra él: «No puedo afirmarlo con certeza, puesto que he sido blanco de muchos atentados».
Al conocerse lo sucedido, las autoridades lanzaron llamados a la población para donar sangre.
La mezquita de Buratha está bajo el control del CSRII, la principal formación chiíta del país, liderada por Abdel Aziz Hakim.
El triple atentado es el segundo ataque contra los chiítas en las últimas 24 horas. Diez iraquíes murieron y otros 42 resultaron heridos el jueves en un atentado con coche bomba en la ciudad santa de Najaf, al sur de Bagdad.
El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, condenó el ataque al señalar que «esto fue perpetrado claramente por los que desean dividir a Irak, individuos que claramente no tienen respeto por la religión».
Más bajas estadunidenses
Mientras, el ejército estadunidense anunció la muerte de tres de sus militares durante las últimas 24 horas en varios ataques ocurridos en Bagdad, así como al norte y sur de la capital.
En tanto, el Parlamento alemán (Bundestag) instauró una comisión investigadora para esclarecer el papel del servicio secreto exterior BND, particularmente durante la guerra de Irak, en 2003. La comisión fue reclamada por los los opositores partidos Liberal, Verde y de Izquierda.
Entre los 30 puntos planteados por la oposición, la comisión examinará la cuestión de los vuelos secretos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Europa, así como el secuestro de un alemán de origen libanés, Jaled Masri, por la CIA a finales de 2003.
La comisión analizará el grado de conocimiento que tenían los servicios secretos alemanes de estos hechos y su reacción.
El gobierno alemán ha afirmado reiteradamente que sus agentes secretos suministraron informaciones sobre lugares de Bagdad a los servicios estadunidenses con objetivo humanitario, para proteger las vidas de civiles, y subrayó que sus servicios de espionaje no tuvieron influencia alguna en la conducción de la guerra.
A todo esto, la empresa Halliburton, que fuera dirigida por el actual vicepresidente estadunidense, Richard Cheney, que obtuvo carísimos contratos en Irak luego de la invasión, sigue suministrando agua sucia a los soldados de su país, declaró el senador Byron Dorgan, quien citó como fuente a un médico militar.
El legislador demócrata leyó un correo electrónico del capitán Michelle Callahan, médico en servicio en una base militar estadunidense, quien hizo analizar el agua en febrero: el resultado es que estaba llena de bacterias y no contenía trazas del cloro con que tenía que haber sido tratada.