Por primera vez, los cristianos de Bagdad festejarán este año las Navidades sin abetos. Los agricultores no se atreven a cruzar con ellos los controles de las milicias y los comerciantes temen ataques islamistas. «Los vendedores musulmanes nos deseaban felices Navidades cuando nos vendían los abetos. Todo eso ya no existe», se lamenta Ban Zaki, […]
Por primera vez, los cristianos de Bagdad festejarán este año las Navidades sin abetos. Los agricultores no se atreven a cruzar con ellos los controles de las milicias y los comerciantes temen ataques islamistas.
«Los vendedores musulmanes nos deseaban felices Navidades cuando nos vendían los abetos. Todo eso ya no existe», se lamenta Ban Zaki, cristiana y madre de familia.
«¿Cómo vamos a celebrar la Navidad en medio de este baño de sangre?», se lamenta Bassam Sami, miembro de la comunidad cristiana iraquí (un 3% de la población).
Desde la tribuna del «Times», el líder de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams, acusó ayer a Gran Bretaña y a sus aliados de poner en peligro la supervivencia de los cristianos en Oriente Medio por su política «temeraria e ignorante» en Irak.
Sobre el terreno, al menos diez iraquíes murieron ayer en una nueva jornada sangrienta, seis de ellos en enfrentamientos entre la Policía y chiítas en Samawa.