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Triunfo de Sistani; derrota de Allawi

Fuentes: Counterpunch

Traducido para Rebelión por Sinfo Fernández

Bagdad.- Con más de tres millones de votos escrutados, la Alianza Unida Iraquí, cuyos dirigentes mantienen lazos estrechos con Irán, barría a su rival más cercano en las elecciones de Iraq. La Alianza, una amplia coalición shií unida en torno al Gran Ayatollah Ali al-Sistani, ha obtenido sobradamente más de las dos terceras partes de los 3,3 millones de votos recontados, según declaró ayer la comisión electoral.

Los dos partidos más poderosos de la coalición son el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII) y Dawa, partidos religiosos apoyados por Irán, con los que mantuvo alianzas durante la guerra Irán-Iraq de 1980-88.

Los primeros votos mostraron que la Alianza iba superando, por tres votos a uno, a la lista presentada por Iyad Allawi, el Primer Ministro interino. Allawi ha apoyado en gran medida a los EEUU en su hostilidad contra Irán, quejándose de que estaba interfiriendo en los asuntos iraquíes. Durante la campaña, se describió a sí mismo como un candidato secular fuerte capaz de restablecer el orden en Iraq. La coalición del Sr. Allwai ha recibido porahora 580.000 votos.

Las cifras representaban resultados parciales en 10 de las 18 provincias iraquíes, dijo Hamdiyah al-Husseini, un funcionario de la comisión electoral. Todas esas diez provincias tienen amplias poblaciones shiíes y la Alianza esperaba conseguir mucho apoyo en esas áreas.

«La coalición shií tenía la estrategia adecuada», dijo ayer un comentarista político iraquí. «Han puesto toda su energía en movilizar a sus votantes para llevarlos a las urnas». Los shiíes representan alrededor del 60% de la población iraquí, aunque siempre se les negó presencia en el poder.

Los movimientos de EEUU contra Irán, o el permiso que Washington le ha dado a Israel para que bombardee las instalaciones nucleares iraníes, inevitablemente encontrarán la oposición de un gobierno iraquí que se apoya en el voto de los partidos religiosos. Al CSRII en particular siempre se le ha considerado controlado por Teherán y la Brigada Badr, su milicia, que luchó por Irán en contra de Iraq durante la guerra de Irán-Iraq.

Si Irán piensa que EEUU está planeando atacarle directa o indirectamente, está entonces en una posición de fuerza para hacer que la situación estadounidense en Iraq sea aún más difícil. Como ha dicho un analista iraquí «Los iraníes harán bien en luchar antes en Bagdad que en Teherán».

No está claro hasta dónde los resultados iniciales reflejarán el resultado final. Una estimación bien informada sugería que la Alianza obtendría 120 de los 275 escaños de la Asamblea Nacional. El número de escaños se basará en la proporción de votos que recibe cada partido. Tenían derecho a votar alrededor de 14 millones de iraquíes, pero no se ha informado sobre la concurrencia a la votación del domingo pasado; 265.000 iraquíes en el extranjero también dieron su voto en 14 países.

La Alianza Kurda vendría en segundo lugar y el Sr. Allawi el tercero. Pero es improbable que el Sr. Allawi sobreviva como primer ministro. Los shiíes, que para ir a votar desafiaron los bombardeos con mortero y los suicidas-bomba, querrán cambiar la cúpula del poder.

Otros candidatos para el puesto de primer ministro son Ibrahim al-Ushayqir, de 58 años, también conocido por su nombre de guerra, Ibrahim al-Jafari – doctor y dirigente de Dawa, que es el vicepresidente en el gobierno actual.

Su principal oponente es Adel Adel Mahdi, el ministro de hacienda, un economista miembro de CSRII, que fue encarcelado varias veces por Sadam Husein. Una elección alternativa podría ser el Dr. Husein Shahristani, un científico nuclear y piadoso shií, que fue torturado por Sadam cuando rechazó hacer una bomba nuclear.

El Ayatollah Sistani, de lejos la figura con mayor influencia en la comunidad shií, nació en Irán pero se trasladó la ciudad santa de Nayaf, en Iraq, en 1952.