Los rebeldes iraquíes llevaron a cabo este martes la operación más mortífera contra las fuerzas estadounidenses desde que empezó la insurgencia, con un atentado a una base militar cercana a la norteña ciudad de Mosul. No está claro si el ataque fue con cohetes y morteros o fue un atentado suicida lo que hizo volar […]
Los rebeldes iraquíes llevaron a cabo este martes la operación más mortífera contra las fuerzas estadounidenses desde que empezó la insurgencia, con un atentado a una base militar cercana a la norteña ciudad de Mosul.
No está claro si el ataque fue con cohetes y morteros o fue un atentado suicida lo que hizo volar una tienda de campaña que servía de comedor y donde murieron al menos 20 personas, 19 de ellos soldados estadounidenses.
Más 60 personas resultaron heridas, entre ellas miembros de la Guardia Nacional Iraquí.
El grupo radical islámico Ansar al-Sunna se adjudicó el ataque por medio de un comunicado divulgado a través de la Internet.
Bush envía condolencias
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush ofreció sus condolencias a los familiares de los soldados muertos y subrayó que ellos trabajaban para una misión vital por la paz en Irak.
«Cuando perdemos a alguien cercano cualquier época del año es triste, pero esta época es particularmente dolorosa para las familias pues se acerca la Navidad», dijo Bush.
«Sólo quiero que sepan que la misión es una misión vital por la paz», agregó. «La idea de una democracia tomando el control en lo que era un lugar de tiranía y odio y destrucción, constituye un momento esperanzador en la historia del mundo».
El presidente estadounidense dijo sentirse confiado de que la democracia prevalecerá en Irak.
«Sé que un Irak libre, conducirá a un mundo más pacífico, así que pedimos la bendición de Dios para todos los que han estado involucrados en esta misión vital».
Centro rebelde
El Campamento Merez, que aloja militares y civiles, está situado en una pista de aterrizaje ubicada al suroeste de Mosul y, según los corresponsales, se ha convertido en blanco de ataques de la insurgencia desde que Estados Unidos lanzó la ofensiva contra Faluya el mes pasado.
El atentado, que ocurrió alrededor del mediodía local, se concentró en uno de los comedores de la base militar, donde en ese momento almorzaban decenas de personas.
El ataque coincidió con la visita sorpresa del primer ministro británico, Tony Blair, a Bagdad, y mientras el país se prepara para celebrar elecciones en enero.
Mosul es la tercera ciudad del país y se ha convertido en el centro de operaciones de la insurgencia desde noviembre.
Casi a diario las fuerzas de ocupación y el ejército iraquí son atacados por diferentes grupos armados que operan en esa ciudad y la mayor parte del centro es zona prohibida para los estadounidenses.
El rechazo a la presencia estadounidense ha ido aumentando entre la población civil. Cada vez son más frecuentes las manifestaciones que exigen el fin de los allanamientos a las casas y mezquitas de la ciudad.
En lo que va de mes se han encontrado por lo menos 80 cuerpos sin vida en la ciudad y sus alrededores. Muchos de ellos eran miembros de la Guardia Nacional, el principal cuerpo de seguridad del derrocado Saddam Hussein.
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Patrick Cockburn