Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Un diputado iraquí provocó una polémica durante una sesión parlamentaria de la semana pasada cuando pidió al primer ministro Nuri Al Maliki que investigara las actividades ilegales de una organización internacional que opera en Iraq y que se dice que vende niños iraquíes a los israelíes para que los usen como trabajadores.
A pesar de que la televisión estatal censuró las palabras de este diputado, el problema conmocionó a todos los partidos, al parlamento y al pueblo iraquí.
Para los medios de comunicación esto no era una sorpresa total. El asunto salió a la luz hace unos días cuando un canal de televisión sueco emitió un reportaje en el que se mostraba un mercado de venta de niños en el corazón de Bagdad. También emitió un documental sobre tráfico de niños en la calle, a plena luz y con pleno conocimiento de las autoridades. El documental examinaba el caso de Zahra’a, una niña de cuatro años vendida por 500 dólares en una subasta que tuvo lugar en el centro de la muy protegida Zona Verde de Bagdad.
En el documental también se veía a varias personas que hablaban lenguas extranjeras. No revelaba sus nacionalidades ni entrevistaba a nadie, pero se cree que son estadounidenses e israelíes que trabajan para organizaciones sospechosas que operan en Iraq. Se supone que están implicados en tráfico de niños para ser vendidos a israelíes.
Activistas de derechos humanos ya han advertido que está descendiendo el número de niños en Iraq y de la falta de interés del gobierno iraquí. Según ellos, el gobierno iraquí no ha hecho nada para proteger a los niños de la espiral de violencia en el país porque los altos cargos del gobierno están ocupados con otras cuestiones como el reparto de poder, la distribución de los ingresos del petróleo, y peleando por llegar a los cargos más altos.
Por el momento no hay en Iraq una ley que garantice los derechos de los niños a pesar de que el país es signatario de muchos tratados internacionales sobre derechos de los niños. También es miembro de UNICEF y de la UNESCO.
La propia UNICEF afirma que los niños iraquíes están pagando un precio muy alto. Afirma que dos millones de niños corren graves peligros, incluyendo la desnutrición, la falta de educación, las enfermedades y la violencia.
En un informe reciente afirmaba que en el año 2007 murieron miles de niños, mientras que 1.350 fueron detenidos por las autoridades.
Cada mes unos 25.000 y sus familias tienen que abandonar sus hogares para buscar refugio en otras partes de Iraq.
En un informe titulado «Poco alivio para los niños de Iraq en 2007», UNICEF afirmaba que los niños iraquíes siguen pagando un precio muy alto por la caótica situación de su país y que este año la situación han empeorado.
El informe señalaba que al mes unos 25.000 niños son desplazados de sus casas ya que sus familias huyen de la violencia o de la intimidación. Para finales de este año, 75.000 niños habrán tenido que vivir en campos de refugiados o en albergues temporales.
La difícil situación [en Iraq] ha provocado que para muchos niños las condiciones sean extremadamente malas y ha impedido su acceso a la educación y la sanidad, afirmó UNICEF.
Muchos de los 220.000 niños desplazados que están en edad de recibir educación primaria se han visto privados de ella en un país en el que unos 760.000 niños (17%) ya estaban ausentes de la escuela primaria. Sólo el 28% de los adolescentes de 17 años pudo hacer los exámenes finales.
UNICEF afirmó que los niños de zonas remotas y con difícil acceso solían carecer de asistencia sanitaria y que fuera de la capital, Bagdad, sólo el 20% tenía en sus comunidades un servicio de alcantarillado en buenas condiciones. La falta de acceso al agua limpia también es un grave problema.
Según un estudio realizado por una ONG iraquí, hay más de 100.000 niños que trabajan en las calles y que son vulnerables a los muchos peligros que amenazan su futuro. Los niños de la calle se han convertido en un fenómeno corriente en las calles de Bagdad y de otras ciudades.
Un estudio de una organización iraquí, Cuidado y Rehabilitación de los Niños, afirmó que se hace trabajar a los niños durante muchas horas y que algunos de ellos son utilizados por grupos criminales como carterista y para robos menores. Según el estudio, muchos de estos niños habían sido obligados a estar en las calles por sus padres, que habían perdido sus trabajos y se ganaban la vida por medio de sus hijos.
Enlace con el original: http://www.factjo.com/factjo_en/fullNews.aspx?id=591