La red terrorista Al Qaeda «se ha beneficiado al interpretar un papel central en la lucha» abierta por la intervención militar en Irak y ha permitido que utilizara el país árabe como «excelente campo de entrenamiento» y reclutamiento, según un estudio de la ONU que presenta resultados similares a los de un informe de los […]
La red terrorista Al Qaeda «se ha beneficiado al interpretar un papel central en la lucha» abierta por la intervención militar en Irak y ha permitido que utilizara el país árabe como «excelente campo de entrenamiento» y reclutamiento, según un estudio de la ONU que presenta resultados similares a los de un informe de los servicios secretos de EEUU divulgado este martes.
El documento, elaborado por expertos en terrorismo por encargo del Consejo de Seguridad, señala que la red encabezada por Osama bin Laden ha empleado también este conflicto para «estimular el aumento de la violencia sectaria» en Irak, donde, según advirtió este mes el secretario general de la ONU, Kofi Annan, existe riesgo de que estalle una «guerra civil».
El conflicto ha sido utilizado por «los combatientes de la guerra santa», según el informe, «para profundizar los sentimientos antiestadounidenses en el mundo árabe y ganar adeptos para su movimiento».
El estudio fue encargado con el objetivo de comprobar los efectos de las medidas decretadas por la ONU para aislar financieramente a la red terrorista y al ex régimen afgano de los talibán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Su divulgación se produce poco después de que el presidente de EEUU, George W. Bush, ordenara desclasificar parcialmente un informe de los servicios secretos de EEUU que presenta conclusiones similares, como que la guerra se ha convertido en la «causa célebre» de «una nueva generación de líderes y operativos terroristas«.
La oposición demócrata se ha basado en este texto para denunciar que el conflicto iraquí «ha agravado la amenaza» contra EEUU, y ha exigido que se conozca en su integridad -de sus 30 páginas sólo se han publicado algo más de tres-, a lo que se opone la Administración Bush.
«No vamos a hacer público el documento porque no queremos poner en peligro la vida de la gente ni tampoco arriesgar las fuentes y los métodos», señaló este miércoles el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow.