Casi cuatro años después de la invasión de Iraq, Estados Unidos todavía no entiende al enemigo que las tropas estadounidenses están combatiendo en el país de Medio Oriente, según el último informe del Grupo de Estudio de Iraq. La comunidad de inteligencia ha tenido un poco de éxito en buscar a Al Qaeda en Iraq, […]
Casi cuatro años después de la invasión de Iraq, Estados Unidos todavía no entiende al enemigo que las tropas estadounidenses están combatiendo en el país de Medio Oriente, según el último informe del Grupo de Estudio de Iraq.
La comunidad de inteligencia ha tenido un poco de éxito en buscar a Al Qaeda en Iraq, pero la organización terrorista es pequeña y no es el principal enemigo que enfrentan los soldados de Estados Unidos. La mucho mayor insurgencia sunita y las milicias chiítas son todavía enormes misterios para la inteligencia de Estados Unidos, informó hoy el diario The New York Times mencionando un informe dado a conocer el miércoles pasado.
El informe de la comisión critica duramente a funcionarios de inteligencia de Estados Unidos por no poder responder preguntas básicas acerca de la naturaleza de la insurgencia sunita o el creciente poder de las milicias chiítas, ambas un grave riesgo para las fuerzas estadounidenses, según el diario.
‘Mientras que Estados Unidos ha sido capaz de adquirir buena y a veces soberbia inteligencia acerca de la inteligencia táctica de Al Qaeda en Iraq, nuestro gobierno todavía no entiende muy bien ni a la insurgencia en Iraq ni el papel de las milicias’, según dice el informe del grupo de estudio.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos no están haciendo suficiente ‘para delinearla, diseccionarla y entenderla a nivel nacional y provincial’ y el conocimiento de los analistas de inteligencia ‘de la organización, liderazgo, financiamiento y operaciones de las milicias, así como su relación con las fuerzas de seguridad del gobierno, también está lejos de lo que los legisladores necesitan saber’, indica el informe del panel.
Los hallazgos de la comisión también hicieron eco de las quejas expresadas calmadamente por una cantidad de funcionarios estadounidenses actuales y anteriores que advirtieron del fracaso de los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos en Iraq para penetrar adecuadamente la insurgencia sunita, señala el Times.
Estos funcionarios dijeron que el nivel de violencia en Bagdad hace extremadamente difícil que los funcionarios de inteligencia se muevan por el país para reunir la información y como resultado dependen demasiado de los iraquíes que llegan a ellos a la Zona Verde o a otras bases estadounidenses y en la información del servicio de inteligencia del nuevo gobierno de Iraq.
Esto deja a la Agencia Central de Inteligencia y a la inteligencia militar de Estados Unidos vulnerables a la manipulación de los iraquíes que alimentan a los estadounidenses con información errónea porque tienen una obsesión o simplemente como una forma de hacer dinero vendiendo información a Estados Unidos, indica el diario.