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De las criptomonedas al mapeo biométrico de la población mundial

Un ojo de la cara

Fuentes: Brecha

Worldcoin es el nuevo proyecto de Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI y creador de ChatGPT, que propone distribuir dinero virtual a cambio de escanear el iris del ojo con un dispositivo llamado Orb. El patrón del iris, al igual que el de la huella dactilar, es diferente en cada persona. El Orb escanea el iris del usuario y utiliza su estructura para crear un código de identificación único llamado IrisCode. Worldcoin se presenta como una red financiera y de identidad digital global con el objetivo de poder distinguir a un ser humano de una inteligencia artificial y crear una renta básica universal. Para ello, se propone utilizar el reconocimiento del iris para crear un registro único en su aplicación y, a cambio, los usuarios reciben tokens en su criptomoneda. El proyecto busca formar todo un ecosistema en torno a dos pilares: una criptomoneda (worldcoin) y una identidad digital basada en datos biométricos (World ID). World ID se autodefine como «un protocolo de identidad descentralizado que prioriza la privacidad. Esto significa que puede ser utilizado como un pasaporte digital que puede demostrar que eres una persona única y real», según señala el sitio web de Worldcoin. El próximo objetivo de Altman es «crear acceso universal a la economía global, independientemente del país o del origen». Asegura que esto «acelerará la transición hacia un futuro económico que acoge y beneficia a todas las personas del planeta».

World App es la aplicación de billetera digital que ofrece Worldcoin, en la que almacenar lo que denominan el pasaporte humano (la World ID) y que también puede ser usada para ahorrar dinero digital y hacer depósitos y retiros usando cuentas bancarias o métodos de pago tradicionales. La firma asegura que no comparte ningún dato personal al descargar la aplicación y que quienes la usen no están obligados a compartir datos personales como nombre, dirección o teléfono. Pero el dato no menor es que para hacer uso de la aplicación es necesario haberse escaneado el iris ante un Orb. El pasado 10 de agosto, Richard Nieva, reportero de innovación y tecnología de Forbes, se preguntaba: «¿Es una compañía crypto [de negocios con criptoactivos]? ¿O es una plataforma de autenticación biométrica? ¿O un sistema económico humano global?».

A comienzos de agosto, la empresa recibió denuncias en Argentina. La fiscal de Delitos Económicos de Mendoza Susana Muscianisi fue alertada por las largas colas en las plazas donde se realizarían escaneos de iris a cambio de tokens worldcoin y ordenó el inicio de una investigación a representantes de la firma tanto en Argentina como en la región. Por las varias denuncias recibidas en Argentina, la firma pausó sus operaciones en ese país. El lunes 14 de agosto fue Brasil el que decidió poner en pausa las operaciones de la firma. Ya suman diez los países que han tomado esta decisión. A Brasil y Argentina debemos sumar Kenia, Nigeria, Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, España y Reino Unido. En el caso de los países de la Unión Europea (UE), se analiza principalmente si este proyecto se ajusta al Reglamento de Protección de Datos europeo, norma que rige desde 2018 y es catalogada por varios expertos como la más estricta del mundo en la materia. Europa también analiza la conveniencia de este tipo de plataformas en momentos en que avanza en el denominado Marco para la Identidad Digital Europea. Se trata de un acuerdo sobre «una cartera digital personal en forma de una aplicación móvil segura y cómoda, que permitirá a todos los ciudadanos, residentes y empresas de la UE acceder con confianza a servicios en línea públicos y privados en toda Europa».

Sobre los riesgos derivados de sesgo algorítmico en el registro de datos biométricos en Worldcoin, ya ha habido declaraciones de la firma en las que reconoció que hubo dificultades para escanear ojos de personas de origen asiático debido a falta de datos de entrenamiento y señaló que el sistema fue entrenado principalmente en ojos de personas blancas y negras. La MIT Technology Review, el 6 de abril de 2022, daba cuenta de prácticas engañosas y promesas de entregar activos digitales, objetos como airpods o efectivo en moneda local, efectuadas por representantes de Worldcoin en Indonesia, a cambio de escanear el iris de miles de personas. Estas prácticas son llevadas adelante por la firma en países muy pobres de cara a obtener su primer millón de datos biométricos en sus bases de datos.

Sin dudas, el hecho de que una empresa privada como Worldcoin, que se propone llegar a 1.000 millones de iris escaneados en 2023, posea una base de datos mundial de iris humanos es una de las principales preocupaciones relacionadas con el manejo de datos biométricos. La velocidad de aparición en el mercado de este tipo de iniciativas, sumada a la falta previa de legislación global en relación con el manejo de datos biométricos, hace más compleja la toma de acciones globales para poner freno a nuevos proyectos como Worldcoin, como la elaboración de marcos regulatorios claros de cara a proteger los datos personales a nivel mundial. Es posible que debamos aceptar que la identidad digital global llegará tarde o temprano. La pregunta debería ser si es necesario que se base en el escaneo del iris humano y, sobre todo, quiénes serán los encargados de velar por la integridad y la seguridad de esta información.

Fuente: https://brecha.com.uy/un-ojo-de-la-cara/

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