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Una gran decepción y algún que otro interrogante

Fuentes: An Arab Woman Blues

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

En numerosas ocasiones se me ha preguntado a través de este blog por mis pensamientos EXACTOS respecto a la Resistencia iraquí.

Mi respuesta habitual fue siempre, inquebrantablemente, la misma: la Resistencia contra una Ocupación extranjera (doble, en el caso de Iraq) es el derecho legítimo de lucha de cualquier pueblo.

Esto significa que si mañana Estados Unidos fuera invadido e ilegalmente ocupado por una potencia extranjera, dejaría a un lado la profunda aversión que siento hacia todos Vds. y diría que el pueblo estadounidense tiene derecho a resistir frente a cualquier forma de ocupación ilegal. Probablemente mi corazón se regocijara al ver que prueban un poco el sabor de lo que están infligiendo a otros, pero pondría mis principios por encima de mi historia personal/colectiva. Lo justo es lo justo.

Desde luego, intentaría encontrar lagunas jurídicas por las que la invasión y ocupación de su país pudiera justificarse… No crean, no necesitaré buscar mucho esos vacíos legales, ya que una y otra vez han demostrado que no son un estado de derecho, que se colocan siempre por encima de la Ley. Se podría aplicar claramente lo mismo (aunque no tanto) a Gran Bretaña.

Volviendo al tema de la Resistencia.

No sólo no he titubeado en expresar mi apoyo hacia la Resistencia iraquí sino que también, a través de mis escritos, he puesto todo mi corazón en pedir al lector que diferencie en Iraq entre Al-Qaida, que no es más que una organización terrorista financiada por los servicios secretos iraníes, estadounidenses e israelíes, y la legítima Resistencia.

También he puesto todo mi esfuerzo en diferenciar entre la denominada resistencia de Muqtada Al-Sadr (el ídolo de Cockburn, Rosen, Wallerstein, los payasos antibelicistas y desde luego de todos esos «revolucionarios» evangelistas chiíes pro-Irán, por nombrar a unos cuantos…) y la verdadera Resistencia iraquí que combate a la Ocupación desde el primer día.

No he dejado de señalar tampoco que Muqtada Al-Sadr se ha implicado en el proceso político implementado bajo la ocupación, que ha defendido los gobiernos títeres bajo la ocupación (como los de Al-Yafari y Al-Maliki), que estuvo implicado personalmente en el linchamiento del legítimo Presidente de Iraq, Saddam Hussein, que fue uno de los cerebros (junto a los estadounidenses y otras milicias iraníes como las Badr y Dawa) de la LIMPIEZA ETNICA MASIVA DE IRAQ. Que su Ejército del Mahdi es responsable de las más atroces torturas, de violaciones perpetradas por bandas, de mutilaciones, de desplazamiento… y de Muerte. He repetido una y otra vez que los ministerios dirigidos por sus hombres son conocidos por ser los más sectarios, brutales y criminales agujeros del infierno (exactamente igual que los del ministerio del Interior, totalmente dirigido por Irán). He dicho cientos de veces hasta ponerme ronca que Muqtada Al-Sadr es la carta especial que Irán guarda y utiliza cuando le resulta necesario y conveniente. Dije que ese tipo, además de ser un asesino psicópata es un chiste político, que su falta de educación, de profundidad en el análisis y de alcance político no aguantan el peso de ningún movimiento auténtico de Resistencia. También dije que el apoyo de Hizbollah a Muqtada al-Sadr y a su movimiento le convierte en más sospechoso aún -una vez pasada su retórica patriótica- y, de facto, indica la verdadera naturaleza sectaria iraní de cualquier movimiento político chií, incluido Hizbollah.

Y no paró ahí la cosa.

Me llevó también muchas horas y noches sin dormir traducir, siempre que podía, hasta el punto del total agotamiento mental y físico, entrevistas y artículos de algunas de las facciones de la Resistencia iraquí para pudieran disponer de ellas en inglés. Y tampoco soy una traductora profesional.

He mencionado también que la verdadera Resistencia iraquí está compuesta de muchas facciones políticas y que apoyarla es incumbencia de cualquiera que resista contra la Ocupación. He criticado duramente a los bufones antibelicistas, a la Izquierda (ja, ja, ja), en general, y la Izquierda Árabe (ja, ja, ja), en particular, por no hacerlo así.

También he señalado que la auténtica Resistencia iraquí era la única que sigue resistiendo que no ha tenido apoyo alguno de ningún país exterior (como sí lo ha tenido Muqtada Al-Sadr) y que lo que ha conseguido en cinco años, combatiendo EN SOLITARIO contra la mayor potencia sobre la tierra, no es sino una especie de milagro.

Por otro lado, aunque también esté relacionado, se me ha pedido en numerosas ocasiones que aportara mis pensamientos exactos sobre la rama de la Resistencia dirigida por Izzat Al-Durri. Y se me pidió específicamente que comentara su último discurso, que puede leerse aquí.

Hoy contestaré a sus preguntas.

Antes de hacerlo, permítanme reiterarles lo que he estado afirmando durante los dos últimos años. A propósito, esto no es renunciar a mi responsabilidad, tan solo son HECHOS.

Nunca he sido y nunca seré parte de ningún grupo político o partido, ya sea el Baaz o CUALQUIER OTRO. Mi forma de ser hace que sea imposible que me una a ningún colectivo. Échenle la culpa a alguna conexión psicológica imperfecta, si eso les gusta más…

Después de decir eso, también expresé admiración por los logros que la ideología Baaz consiguió en la práctica y he intentado ilustrar eso escribiendo sobre el avance experimentado en el desarrollo de la infraestructura de Iraq en un período corto de tiempo (20 años), en su compromiso con su pueblo en materia de educación, sanidad, derechos de género, cultura…, en su visión pan-arabista y en su apoyo incondicional a las luchas árabes, con la causa palestina como estandarte.

No he escondido tampoco mi admiración por Saddam Hussein, a quien todavía sigo considerando un gran dirigente, un visionario, un mártir y un héroe. Y reitero lo que siempre he defendido en el pasado. Todavía creo que iba por delante de su tiempo y que los iraquíes no le merecían realmente. Ahl Al-Shiqaq wal Nifaq -el pueblo de la División y la Hipocresía-, con unas pocas excepciones, por supuesto.

Pero déjenme decir también, que aunque piense que la mayoría de los iraquíes son de esa manera, eso no se traduce jamás en pretender parar la lucha o no apoyar a mi pueblo. Recuerden lo que dije sobre Principios en cuanto a gustos y antipatías personales.

Desde luego, a estas alturas se están preguntando ya que, con todo esta extensa introducción, adónde quiero ir a parar. No se preocupen, ya va…

La gran decepción que siento vino provocada por dos cosas:

1) Algunas partes del discurso de Izzat Al-Durri

y

2) La publicación de un artículo en la página de Internet de la Brigada Revolucionaria 1920.

Asumiendo, por supuesto, que Izzat Al-Durri esté todavía vivo (sobre lo cual tengo mis dudas), cómo es posible que el Comandante Supremo de la Yihad y la Liberación diga, por una parte, y cito aquí:

«Les digo a todos que nuestra patria está ocupada, invadida por los imperialistas estadounidenses y el sionismo internacional, apoyados por el jomeneismo safávida. Han destruido nuestra patria, han asesinado a nuestro pueblo, lo han desplazado, dispersado, y continúan destruyéndolo, dividiéndolo, asesinándolo y desplazándolo bajo la luz del sol y frente a los ojos y oídos del mundo»

Y, por otra parte, afirma: «Nuestro ejército no es tampoco al-Qaida, que permitió que masacraran a sus hombres, y no es el Ejército del Mahdi, que les convenció con su subdesarrollado estilo de liquidarse militarmente, con todo mi respeto y mi profundo amor y orgullo por todos los que combaten sobre el suelo iraquí para liberar nuestro país».

La principal crítica de Izzat Al-Durri sobre el ejército del Mahdi es que se ha autoliquidado. Y entonces dice que extiende su respeto y profundo amor y orgullo a todo el que está combatiendo.

¿Está extendiendo Izzat Al-Durri, por casualidad, su profundo amor y respeto a uno de los asesinos de Saddam Hussein? ¿O está extendiendo su amor y respeto a uno de los principales limpiadores étnicos de Iraq? ¿O quizá está extendiendo su profundo amor y admiración a Muqtada al-Sadr, que no ha parado de repetir que liquidará a cualquier baazista que quede sobre la faz de la tierra, después de haber liquidado (él y el resto de milicias iraníes) a unos 130.000 baazistas hasta este mismo día?

Estas son preguntas válidas y no espero respuesta de nadie, pero tengo derecho a formularlas. O Al-Durri, que era uno de los ayudantes en quien Saddam más confiaba, ha dado un giro de 180 grados y adoptado la senda del Amor Sufí de Naqshabandi, o su discurso no fue escrito por él sino por algunos que se han infiltrado en el Baaz y en la Resistencia y han sido cooptados para una clara agenda sectaria, chií e iraní. Y sí, el ejército del Mahdi es claramente un movimiento chií sectario -apoyado, financiado y armado por Irán- para asesinar iraquíes: Ex oficiales del ejército iraquí, académicos y científicos iraquíes. Mujeres iraquíes, en particular sunníes. Homosexuales iraquíes. Niños iraquíes. Hombres iraquíes y baazistas iraquíes.

El otro artículo, publicado el 8 de marzo, en la página de las Brigadas de la Revolución de 1920: Un sitio de la Resistencia. Un artículo de Sami Ramadani sobre los combates de Basora. Sami Ramadani es un fanático y vehemente seguidor de Muqtada Al-Sadr, el jefe sectario, el Taladrador de Bagdad y Linchador del Presidente Saddam Hussein. Además, Sami Ramadani sólo se dedica a alabar a Irán.

¡¿Cómo puede la página de la Brigada de la Revolución de 1920 publicar esa grotesca sandez de un hombre que apoya al asesino del JEFE de la Resistencia, Saddam Hussein?!

¡¿Cómo puede la página de la Brigada de la Revolución de 1920, por un parte fustigar a Muqtada Al-Sadr llamándole asesino y charlatán, que lo es, y publicar a continuación esa porquería?

O es que algunas facciones de la Resistencia han sido cooptadas por Irán, o todo el mundo ha enloquecido y perdido toda la visión.

Nosotros, iraquíes, que estamos contra la doble ocupación, que creemos en un estado laico, somos progresistas, somos anti-sectarios, somos anti-jomeinistas iraníes… Nosotros, iraquíes, que pendemos de un hilo, que hemos puesto a anidar nuestras precarias esperanzas y prendido con alfileres nuestra confianza en las manos de la Resistencia… NECESITAMOS saber. ¡Tenemos derecho a saber!

Y hasta que cualquiera de los anteriormente citados aparezca con respuestas claras y justificaciones inteligentes (y las no justificaciones pueden ser lógicas en este caso), les diré que Saddam Hussein sacrificó su vida en vano. Y quizá yo debería ponerme a hacer calceta en lugar de…

Enlace con texto original en inglés:

http://arabwomanblues.blogspot.com/2008/07/great-dissapointment-question-mark.html