“Como educadores no nos hemos limitado a impartir cátedra, lo cual siempre realizamos de manera digna y con rigor, sino que como sujetos políticos que somos nos hemos untado con el barro de la lucha, y participamos en importantes movilizaciones y protestas de estudiantes y profesores. Nunca hemos visto nuestra labor de profesores e investigadores como un privilegio que nos permitiera hablar, desde una aséptica torre de marfil, con una pretendida superioridad y sapiencia sobre lo que acontece en el mundo real de la educación”, Renán Vega Cantor
Educación capitalista. Mercantilización, violencia y sometimiento tecnológico es una obra que para quienes hoy nos enfrentamos a los avatares del mundo de la educación en medio de las agresivas políticas-económicas neoliberales, sirve sin duda alguna como una herramienta que es útil a los maestros y las maestras para enfrentar el desastre mercantil al que se les está sometiendo.

Su composición es la muestra de un trabajo juicioso y agudo, que se representa en una obra dedicada al análisis y crítica de la sociedad capitalista, propio de los aportes intelectuales a los cuales ya nos tiene acostumbrados el profesor Renán, en donde con un lenguaje sencillo y una escritura amena para las y los lectores deja entrever sus análisis a partir de su experiencia en el campo de la educación y la pedagogía.
Experiencia que se ve recogida en artículos compilados desde el año 2012 hasta el año 2024, distribuidos en tres grandes temáticas que componen la estructura del libro y que lo organizan de la siguiente manera:
- Mercantilización educativa.
- La colonización tecnológica.
- Violencias que atraviesan la educación.
En estos tres capítulos se presentan discusiones fundamentales para el campo de la educación y la pedagogía que desde una perspectiva marxista nos permite entrever los ejes centrales de los principales problemas por los que hoy atraviesa el mundo educativo, que cada vez más deja de ser un problema del orden pedagógico y se convierte en un asunto meramente mercantil, desprovisto de pensamiento crítico, democracia, autonomía y por supuesto de maestros, maestras y estudiantes -hoy tratados como insumos, recursos humanos y clientes-.
Es por ello, que este libro hace parte de esa importante obra pedagógica de Renán Vega, que no se puede pasar por alto, pues está compuesta por títulos que han marcado un lugar de enunciación para los maestros y las maestras del país proporcionándoles argumentos y reflexiones para combatir la incursión neoliberal en la educación.
Entre estos vale recordar Historia: conocimiento y enseñanza. La cultura popular y la historia oral en el medio escolar (1998), en el cual realiza aportes fundamentales para el trabajo del licenciado en ciencias sociales y la problematización de estas en el aula como herramienta fundamental para pensar históricamente en la escuela. En su obra también se encuentra Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar (2007), con el cual gana el premio Libertador al Pensamiento Crítico en Caracas, Venezuela y en el cual reflexiona sobre los desarrollos capitalistas del mundo actual y realiza aportes a la enseñanza de la historia y la geografía de tipo nacional, cuestionando las llamadas competencias ciudadanas como mecanismos de disciplinamiento y control de profesores y estudiantes, argumentos que se encuentran consignados en el primer tomo de esta obra, así como los aportes desarrollados en el segundo tomo, especialmente en los capítulos dos y cuatro donde nos habla de “tecnociencia, sociedad y educación” y “Las transformaciones mundiales y la enseñanza de las ciencias sociales”.
En este recorrido por su obra, también se puede hacer referencia a textos como “Los economistas neoliberales: nuevos criminales de guerra” (2010), que en el capítulo cuatro, analiza los crímenes educativos del neoliberalismo, situando categorías vigentes como la macdonalización educativa, la expropiación de los saberes y la conversión de la fuerza de trabajo profesoral en “capital humano”. También, se encuentra el título de “Capitalismo y despojo. Perspectiva histórica sobre la expropiación universal de bienes y saberes” (2013), en el cual encontramos un análisis sobre la expropiación de saberes en el capo educativo, categorizado a través del concepto de proletarización docente. Por último, se encuentra La universidad de la ignorancia. Capitalismo académico y mercantilización de la educación superior (2015), en el cual se recoge gran parte del debate que el profesor Renán ha enfrentado contra la academia mercantil, dócil y útil a los intereses del capital.
Como se puede ver, la obra de Renán, aunque diversa y extensa, mantiene un diálogo permanente con la educación y la pedagogía, por lo que se puede afirmar que sus aportes en el campo se han desarrollado de manera sistemática, especialmente durante el siglo XXI y se demuestra con los títulos mencionados, que parten de una lectura personal de la obra del autor, en la que sí se profundiza, seguramente se encuentren más contribuciones al respecto.
En este sentido, en el libro que hoy nos convoca se logra articular gran parte de estas categorías desarrolladas por el autor en años anteriores, pero con un elevado contenido de novedad y actualidad, en el cual problematiza los conflictos y las violencias desarrolladas contra la humanidad y el sector educativo como los que se han presentado en los últimos años en Ucrania, Palestina y Colombia.
Hacia una lectura general del libro
Mercantilización educativa: Este capítulo está compuesto por siete subcapítulos, en los cuales se aborda la transformación que ha sufrido la educación por la imposición neoliberal, que la cosifica por medio de un lenguaje empresarial, que ha propiciado la proletarización técnica e ideológica de la labor docente y convertido el campo educativo en un escenario propio del darwinismo pedagógico donde prima la ignorancia, el culto a la tecnocracia educativa caracterizada en la llamada calidad educativa, propia de la educación maquilera capitalista que, como bien lo enuncia el autor, representa y responde a “Los nuevos esquemas de la división internacional del trabajo donde a partir de las ventajas comparativas unos cuantos países producen ciencia, tecnología y conocimientos, mientras que la mayoría genera las materias primas que en los centros imperialistas necesitan para perpetuar su modo de producción y consumo (…). Por ello, en la educación superior se diferencia entre aquella consagrada a formar fuerzas de trabajo calificada para los oficios que necesita el capitalismo maquilero y dependiente y aquella que instruye a los cuadros dirigentes de un país, ligados en forma directa con los intereses transnacionales”. (Vega, 2025, pág. 25).
En esta lógica se sostiene la llamada nueva educación promovida por el Banco Mundial “quienes conciben a la educación como una mercancía pretendiendo que sea mas eficiente, lo que quiere decir que cada vez se utilicen menos recursos para producir más y mejor educación” (Vega, 2025, pág. 31), al intervenir los sistemas educativos de carácter nacional, eliminar de ellos el saber, hacerlos cada vez más dependientes y subsumirlos a la lógica productiva del capital transnacional.
Para lograr estos objetivos, se hace necesario entonces eliminar del escenario al maestro y a la maestra, despojándolos de su saber, sus formas organizativas y sus condiciones de dignidad laboral, Para ello, se han intensificado las políticas antisindicales orientadas a marginalizar la organización sindical magisterial, asesinando, persiguiendo y encarcelando al profesorado crítico y que defiende los intereses comunes y públicos y no los mercantiles de la maquila educativa capitalista.
En este sentido, los trabajadores de la educación han sido obligados vivir en una situación permanente de precarización laboral y proletarización, en la que su trabajo es cada vez menos respetado socialmente y se ha formado un sentido común que pretende ubicar al profesorado como un sujeto colectivo incompetente y en algunos casos como un individuo afortunado – estos últimos “afortunados” quienes de manera servil se acomodan a las demandas del gran capital y sus patrones-.
Bien lo planteaba Marx en El capital, “las instituciones de enseñanza (…) para el empresario de la fábrica de conocimientos los docentes pueden ser meros asalariados”, hoy precarizados, tal como lo explica Renán Vega (2025), al insistir que en el campo educativo “soportan la reducción de salarios, el aumento de las horas de trabajo, junto con la imposición del neotaylorismo. La precarización laboral en el mundo educativo tiene la misma finalidad que la flexibilización en cualquier sector productivo, esto es, aumentar las ganancias vía el incremento de la productividad de los trabajadores (pág. 47)
Degradando con ello las condiciones de los docentes y convirtiéndolos en trabajadores por horas, sin derechos laborales como las primas, las vacaciones y las prestaciones sociales, llegando hasta el punto de perder lo único que les pertenece, su saber pedagógico, que termina reducido a un simple instrumento que cualquiera podría orientar con un mínimo conocimiento – los llamados diplomados en pedagogía por ejemplo-, desformalizando incluso el carácter profesional de los maestros en las contrataciones, tal como sucede hoy con la mayoría de “universidades virtuales”, en donde no se contratan profesores o profesionales de la educación, sino tutores a los cuales además se les exige titulo de maestría.
La colonización tecnológica de la educación: En el segundo capítulo, se propone un análisis desarrollado en cuatro subpartes, en las cuales el eje central de la discusión esta en la crítica de la intromisión invasiva de las llamadas Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) en los procesos educativos y cómo han generado unas formas de entender el accionar de instituciones, maestros y estudiantes.
Allí queda claro cuáles han sido los riesgos en los que se encuentra la educación mediada por las NTIC, entre las cuales se destacan la despersonalización de los procesos pedagógicos, la anulación del saber de los profesores que pretenden ser suplantados por programas, módulos automáticos y softwares diseñados para eliminarlos del campo educativo, puesto que se han convertido en un obstáculo humano para el desarrollo de los negocios multimillonarios de las principales compañías micro tecnológicas.
Al respecto, el profesor Renán Vega (2025) aporta lo siguiente: “Las grandes corporaciones de la tecnología informática ven a la educación formal como un suculento mercado, los intereses de las “empresas del conocimiento” se sintonizan con los nuevos lenguajes pedagógicos en uso, impulsados por el banco mundial, en los que se destila una insulsa retorica sobre cosas tan triviales como “aprender a aprender” (sin importar contenidos), “aprendizaje a lo largo de toda la vida” (aunque el desempleo cunda en los cuatro puntos cardinales), “competencias laborales y empresariales” (para satisfacer los intereses de los capitalistas y las multinacionales), “calidad académica”, tal como lo determinan los grandes capitalistas, es decir, elevada productividad, grandes márgenes de rentabilidad y cero pensamiento”. (pág. 74).
Es en esta lógica, que del forzado confinamiento producido por el COVID-19 se concretó la utopía soñada por los magnates de la tecnología educativa, que multiplicaron de sobremanera sus ganancias producto de la venta de aparatos micro tecnológicos utilizados por millones de estudiantes y profesores que obligados, se vieron abocados a la llamada educación virtual, la cual llegó a su elixir tras el cambio que provocó el efecto pandemia en la educación.
Al respecto, se problematiza esta situación por medio de la categoría de la macdonalización educativa, que funge como un elemento hegemónico que hoy se impone en la dinámica educativa capitalista y que consiste en la idea no tan metafórica de la empaquetada hamburguesa, puesto que “la lógica de los McDonald’s y de la educación virtual es la misma: congelar productos y venderlos cuando aparezca el consumidor. En un caso se congelan en el refrigerador en el otro se congelan como programas informáticos que se venden a los clientes que quieran digerir capsulas educativas, fríamente programadas” (Vega, 2025, pág. 75)
Producto de esta realidad, en el capítulo se propone como alternativa a esta propuesta deshumanizadora de la educación, el derecho a la desconexión, que no es más que la histórica reivindicación del derecho a la pereza (1880) planteado por Paul Lafargue, en donde se comprende que tanto los maestros como los estudiantes debemos plantear el derecho a la no normalización micro tecnológica en la cual estamos imbuidos por el excesivo fetichismo de la mercancía que producen los aparatos micro tecnológicos en nuestra vida cotidiana y profesional, recurriendo así a un escenario de resistencia que permita entender que el debate sobre “la utilización de las TIC en la educación es un asunto todo menos técnico, tras de ellas están cuestiones relacionadas con modelos de profesión, estandarización, calidad y control, en suma, con una determinada concepción política, propia del capitalismo, cuya característica esencial es la explotación y subordinación de los seres humanos. Y no estamos negando la utilidad que las TIC tengan en los procesos educativos, pero no las concebimos como la panacea que va a solucionar los múltiples problemas educativos, acumulados durante décadas y nunca resueltos en un país como Colombia, entre los que habría que señalar la desprofesionalización docente y el deterioro en las condiciones reales de trabajo de los profesores” (Vega, 2025, pág. 82).
Violencias que atraviesan la educación: Para terminar, nos encontramos con el último capítulo, dedicado a las violencias que atraviesan el mundo de la educación y que se encuentra subdividido en ocho partes, más un anexo en el que el autor realiza un análisis sobre el estado de la universidad en Colombia y sobre cómo esta se ha transformado en una prisión académica para quiénes se atreven a discernir de las ya impuestas formas mercantiles del neoliberalismo en el sector educativo.
Ante esta realidad, se analiza la profunda crisis democrática en la que se desarrolla el mundo educativo, producto de los sistemáticos ejercicios de violencia que se imponen sobre este y en particular en el caso de la universidad pública, afectada de manera permanente por la persecución a la que son sometidos profesores, estudiantes y trabajadores, que amenazados por su actividad académica y política se ven forzados a sufrir el exilio, la cárcel y la expulsión de los centros educativos; experiencias que en carne propia ha vivido el profesor Renán Vega y otros de sus colegas, entre los que se encuentra el profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Miguel Ángel Beltrán.
Asimismo, se analizan situaciones de violencia educativa que han atravesado intelectuales, pueblos, propuestas teóricas y políticas violentadas sistemáticamente. Allí, se abordan los casos en los que los libros se convirtieron en enemigos de los principales regímenes fascistas del siglo XX, entre los que se encuentran, la quema de libros en la Alemania Nazi y las experiencias de aculturación que han sufrido pueblos como el chileno y el argentino en los procesos dictatoriales desarrollados en las décadas de los setenta y los ochenta a cargo de Augusto Pinochet y Rafael Videla respectivamente, en donde “desaparecieron editoriales críticas, independientes y de tradición de izquierda, y otras fueron diezmadas o transformadas a la fuerza. Como otro efecto de la larga duración, las personas dejaron de leer en el trasporte público, porque los militares consideraban que esa era una conducta típica de los jóvenes subversivos” (Vega, 2025, pág. 180).
En suma, en este capítulo se encuentra un análisis detenido sobre la situación de violencia que las comunidades educativas en Palestina han sobrellevado producto de las acciones militares del ejército de ocupación israelí que se han intensificado desde octubre del 2024. En los textos finales titulados “Educar después del genocidio en Gaza” y “Escolasticidio en Gaza”, se relatan las acciones sistemáticas que ha sufrido el pueblo palestino en el último año, producto de la guerra declarada por los nazisionistas israelíes, entre las que se encuentra la violencia desencadenada contra las escuelas, los centros científicos, las universidades, los maestros y los estudiantes palestinos, configurando un escenario de genocidio educativo, que el profesor Renán desarrolla por medio del concepto de escolasticidio, trabajado también por la académica palestina Karma Nabulsi, el cual se tipifica como un crimen brutal “que es realizado en forma predeterminada y planificado con el claro propósito de matar, herir, destruir, arrasar de manera directa a niños, jóvenes, profesores y, en sentido más amplio, a la comunidad educativa. Para dar cuenta de esa nueva criminalidad estatal y terrorista se ha inventado la palabra escolasticidio, es decir, genocidio escolar, educacidio o educidio, con el cual se quiere dar cuenta de la destrucción sistemática, bien sea total o parcial, de la vida educativa de un grupo nacional, étnico, religioso o racial y de sus formas de organización educativa y cultural, como está aconteciendo hoy con el pueblo palestino” (Vega, 2025, pág. 237).
En este sentido, en el capítulo final del texto se hace un recorrido por diversos escenarios educativos, en los cuales la violencia se imparte como maquinaria de la hegemonía para imponer sus consensos criminales y legitimadores del capital. Es un capítulo en el que se clarifica la situación actual en la que se encuentra la guerra contra el pensamiento crítico y contra los maestros y las maestras, quienes a través de la persecución y la pretendida y esperamos no concretada sustitución, aún resisten a las barbáricas aberraciones mercantiles que el capital ejecuta de manera cada vez más directa contra la educación y la pedagogía, combinando todas las formas de lucha a su alcance para hacer de la educación un negocio cada vez más rentable para los intereses trasnacionales.
Palabras y reflexiones finales
Finalmente, se hace necesario enunciar que esta es una obra importante para quienes hoy se forman como maestros y maestras, para quienes se encuentran en el ejercicio profesional del campo de la educación y la pedagogía, y, sobre todo, para quienes nos encontramos en el ejercicio de formación de futuros profesores, pues es en esta permanente reflexión propuesta en este libro por el profesor Renán Vega Cantor, que es posible problematizar nuestro lugar como trabajadores y trabajadoras, nuestro lugar de clase.
De ahí que, permite asumir la tan necesaria postura radical contra la colonización tecnológica que sufren las diferentes estructuras del mundo escolar, en donde progresivamente el dialogo se hace más ausente, la reflexión crítica menos presente y la problematización del mundo se diluye entre los dedos inquietos de los sujetos de la comunidad educativa que no se separan del smartphone.
En resumen, este aporte del profesor Renán, es un llamado a continuar leyendo el mundo críticamente, con un sentido de totalidad, que se oponga de manera frontal al arribismo académico, a la tecnocratización de la educación y sus inservibles categorías capitalistas que reducen el trabajo realizado por maestros y maestras a una mercancía inerte que solo funciona para satisfacer los gozosos negocios de los magnates y capitalistas del mundo tecnológico y financiero en esta etapa vergonzante de la revolución industrial.
Es hora de que, bien como lo plantea el autor de Educación capitalista. Mercantilización, violencia y sometimiento tecnológico, las comunidades educativas luchen por una educación digna debido a que se debe adquirir conciencia de que si se quiere superar la actual civilización barbárica, la lucha por una educación digna es fundamental, puesto que esta se debe oponer “a la lógica mercantil, a la competencia, al ánimo de lucro” (Vega, 2025, pág. 45) reivindicando “una forma integral para la vida y no solo para el trabajo, recuperando el sentido crítico e histórico de las acciones humanas, promoviendo valores de solidaridad, justicia social e igualdad” (Vega, 2025, pág. 45).
Aquí está el valor del texto que hoy se presenta, el cual es sin duda alguna una herramienta de lucha para quienes desde el marxismo, el pensamiento crítico y las pedagogías de corte popular nos oponemos a la arremetida neoliberal y proponemos sin vacilar que se hace necesario construir una educación más allá del capital.
Nota: El presente texto se escribió para presentar el libro del profesor Renán Vega Cantor, el viernes 21 de marzo del 2025 en la ciudad de Bogotá Colombia.
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