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Una primera lectura de los resultados electorales en Iraq

Fuentes: Rebelión

Con una participación final de un 44.5% del electorado, los resultados hechos públicos hasta la tarde del miércoles daban como ganadora a la Alianza Sairoun -del clérigo chiita Moqtad al-Sadr y el Partido Comunista-, que obtienen 1.3 millones de votos y 54 escaños de los 329 en disputa. Esta Alianza ha resultado en primer lugar […]

Con una participación final de un 44.5% del electorado, los resultados hechos públicos hasta la tarde del miércoles daban como ganadora a la Alianza Sairoun -del clérigo chiita Moqtad al-Sadr y el Partido Comunista-, que obtienen 1.3 millones de votos y 54 escaños de los 329 en disputa. Esta Alianza ha resultado en primer lugar en los 16 territorios donde se presentó, de 18 posibles.

En unas primeras declaraciones, al-Sadr manifestó estar dispuesto a trabajar con algunos partidos y coaliciones y específicamente citó a al-Hikma, al-Wataniya y los partidos kurdos Gorran y Nueva Generación.

El mismo al-Sadr condenó este lunes la abertura de la embajada de los EE.UU en Jerusalem, y hay que recordar también que en el pasado había criticado a Irán por su apoyo a Gobierno de Bashar al-Assad, a quien ha pedido, en varias ocasiones, que dimita de su cargo.

La gente concentrada en las calles para celebrar esta victoria gritaba con reiteración la consigna de «Irán esta fuera, Iraq es libre».

Por su parte, el líder del Partido Comunista, Raid Jahed Fahmi resumía los objetivos de la coalición con al-Sadr de la siguiente manera: «Queremos crear un estado de ciudadanos, que construya sobre las instituciones con políticas dirigidas a la justicia social. Estamos en contra del sistema de gobierno compartido, basado en cuotas (por sectario) y estamos a favor de un Iraq libre y soberano, en contra de cualquier injerencia extranjera».

En su intervención, el dirigente comunista no mencionó a la coalición Estado de Derecho (encabezada por el ex primer ministro Nuri al-Maliki) ni a la coalición Fatah (compuesta por miembros de las milicias Hashd al-Shaabi), ambas vinculadas a Irán.

Por su parte, la citada Fatah ocupó el segundo lugar general, con 47 escaños, mientras que Al-Nasr-Haidar al-Abadi se situó en tercera posición, y Estado de Derecho el cuarto, con 25 diputados.

El hasta ahora Primer Ministro, Haidar Abadi, cabeza de lista de Nasr, ha conseguido la primera posición únicamente en la importante región de Nínive.

En lo que se refiere al Kurdistán iraquí los partidos tradicionales a pesar de descender en votos mantienen su preeminencia, y el KDP de los Barzani se alza con la primera posición en Erbil y Dohuk, mientras que obtiene la segunda posición en Nívive, cuya capital es la ciudad en disputa de Mosul. Y el PUK de los Talabani gana en Kirkuk y Sulamaniya, mientras que Gorran (Cambio) se coloca segunda en Sulaymaniya.

Los resultados, y el complicado sistema de repartición de escaños en Iraq, auguran una necesaria negociación en busca de un acuerdo de gobernabilidad, que deberá además tener en cuenta la diversidad étnica y religiosa del país y un cierto equilibrio de representación territorial. De cualquier manera el triunfo de la Alianza Sairoun, representando a los sectores más humildes y populares del chiismo junto a un renacido Partido Comunista, que fue el más importante del mundo árabe en la década de 1970, introduce no solo una interesante novedad en la política iraquí sino también en la región.