Recomiendo:
0

¿Valió la pena la invasión de Irak? ¿importan las víctimas?

Fuentes: Kaos en la Red

Asisto asqueado a uno de esos programas televisivos en los que se «debate» si la invasión de Irak valió la pena o no. Y es que para algunos es una materia para debatir, en la que caben todas las opiniones, unas a favor y otras en contra. Pero dejando aparte la ausencia de ética y […]


Asisto asqueado a uno de esos programas televisivos en los que se «debate» si la invasión de Irak valió la pena o no. Y es que para algunos es una materia para debatir, en la que caben todas las opiniones, unas a favor y otras en contra. Pero dejando aparte la ausencia de ética y sensibilidad de algunos, me centraré en los argumentos que esgrimen los que se oponen a la guerra.  

En general, y he lamentado mucho ver esto, se hace el juego a la chusma intelectualoide que defiende la matanza de Irak y se centra el tema en el antes y el después. Las ratas pseudointelectuales aducen sin el menor rubor, porque las ratas no tienen vergüenza, que ahora Irak es un país «libre y democrático», y los demás replican sobre la terrible situación cotidiana. Correcto, pero ahora yo me pongo en la siguiente hipótesis, ¿y si Irak dentro de unos años recupera cierta «normalidad» y el nivel de vida de la población regresa o incluso supera al que había antes de la invasión? ¿qué se argumentará entonces? ¿quién debatirá sobre «Irak, X años después»?

A esa basura tan amiga del imperio no le interesa que se le enseñen los muertos, porque ahí tendrían que quitarse la careta humanitaria y responder que «el precio valió la pena», como dijo Madeleine Albright cuando se le mencionó el medio millón de niños que murieron por las sanciones económicas a Irak durante los años noventa (1) Y es que ese «precio» no es algo que pagan ellos, les sale gratis, y por supuesto que vale la pena, y justifica lo que haga falta. ¿Pero qué deben pensar los iraquíes, que son los que pagan el precio?

Dejemos pues a un lado, a la hora de «debatir» con esta gentuza, el antes y el después. No hablemos de la inseguridad, los atentados, el paro, la gente desplazada, la falta de atención médica, de agua potable, de electricidad, ¡de petróleo! No hablemos ahora de eso más que a quien le interese la realidad, que no es precisamente a esa escoria que plantea el «debate de Irak». Porque todo eso, tarde o temprano (me temo que tarde), se acabará arreglando, o eso quiero creer.

El punto central de la inmoralidad de la invasión de Irak radica precisamente en el precio en vidas humanas. Porque si es algo que «vale la pena», ¿por qué no elevarlo a la categoría de principio universal? ¿por qué no proponer una resolución de la oONU para autorizar la matanza de millones de personas que no viven en relucientes «democracias» como las nuestras? ¿qué pensaría la gente de esos países, que no tienen la culpa de haber nacido ahí, al ver que les caen bombas encima, matan a sus familias y destruyen sus casas? ¿les valdrá la pena? Y cuando recuperen sus trabajos y casas, los que no hayan muerto o queden mutilados, y miren atrás, ¿pensarán que valió la pena sacrificar a sus seres queridos, sus hijos, padres, hermanos, parejas, amigos? ¿lo pensarían esos buitres neoliberales si las bombas les pudieran tocar a ellos?