El año 2008 se caracterizó por una abrumadora crisis capitalista que iniciada y provocada en Estados Unidos se extendió a la mayoría de las naciones del mundo con efectos dañinos para las economías tanto de países desarrollados como en desarrollo. La ONU, en su informe denominado Situación Económica Mundial y las Perspectivas para 2009 llama […]
El año 2008 se caracterizó por una abrumadora crisis capitalista que iniciada y provocada en Estados Unidos se extendió a la mayoría de las naciones del mundo con efectos dañinos para las economías tanto de países desarrollados como en desarrollo.
La ONU, en su informe denominado Situación Económica Mundial y las Perspectivas para 2009 llama a instrumentar un estímulo económico coordinado, masivo y determinante para enfrentar la crisis global, pues prevé caídas en el ingreso per cápita, en las exportaciones e importaciones y los flujos de capitales. Este último influirá negativamente a los países en vías de desarrollo los que «podrían ingresar en una profunda recesión en 2009».
El Departamento estadounidense de Trabajo anunció que el desempleo en el país se ubica en el 6,7 % y alcanza a cerca de 10 millones de personas, su máximo nivel en 15 años. Esta tendencia se extiende por todo el mundo, pese a los esfuerzos de gobiernos y bancos centrales por controlar la recesión.
Sin límites, continúan cayendo los precios de las viviendas, los bancos reportan pérdidas récord pese a los rescates financieros gubernamentales y se han reportado 800 000 casos de bancarrota en compañías y negocios individuales
Las políticas neoliberales, de libre mercado y privatizaciones impulsadas por el Fondo Monetario Internacional en los últimos 30 años han sido funestas, no solo para los países en desarrollo sino también para los industrializados, lo cual ha quedado demostrado con la crisis inmobiliaria-financiera
LATINOAMERICA POR LA INTEGRACION
Como colofón de las ansias soberanas en la región, se celebró a finales de diciembre en Brasil la Primera Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) para impulsar mecanismos alternativos de concertación, con voz propia, en busca de la integración y el desarrollo a partir de esfuerzos propios. En la cita de Salvador de Bahía tuvieron lugar cuatro cumbres: la XXXVI del MERCOSUR, las extraordinarias de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y del Grupo de Río, y la Primera Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo, que fue la más relevante por su magnitud y a la que asistieron 33 jefes de Estado o de Gobierno. La solidaridad y la cooperación, el respeto al Derecho Internacional, el rechazo a medidas coercitivas unilaterales y el trato especial a las economías más vulnerables figuraron en las bases del nacimiento del nuevo mecanismo de concertación sin la presencia, por primera ocasión, de potencias extraregionales. Durante el año, una ola de integración recorrió América Latina con organismos que han ayudado a enfrentar la crisis económica. El fortalecimiento de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), el Banco del Sur y el Banco del ALBA, PETROSUR y PETROCARIBE, han sido las abanderadas. Estas agrupaciones laboran a favor del desarrollo de sus países y no del saqueo y deterioro de sus economías.
CAMBIO CLIMÁTICO
Los países del Tercer Mundo serán los principales afectados por el cambio climático ya que, a pesar de que sólo emiten el 6% de los gases de efecto invernadero causantes del fenómeno, millones de personas de estos territorios tendrán problemas para acceder al agua en el año 2020 y continuarán sufriendo desastres naturales como los embates cada vez más fuertes de ciclones y tormentas. Un informe elaborado por el Banco Mundial (BM) explica que solo en América Latina y el Caribe, la falta de agua potable y el aumento de las temperaturas supondrán además la extensión de determinadas enfermedades de tipo tropical, como la malaria o el dengue y otras patologías infecciosas. El documento destaca «lo cruel e irónico» que resulta que aquellos que no tienen casi ninguna responsabilidad en generar el problema sean al mismo tiempo los más vulnerables y los que menos recursos tienen para adaptarse. Por eso se hace necesario que las naciones desarrolladas y principalmente Estados Unidos ayuden al resto del mundo a paliar y detener esos desastres que han sido provocados por los países ricos.
ESTANCAMIENTO EN LA OMC
Los tiempos y las actitudes de los dirigentes de las naciones del Sur han ido cambiando en los últimos años. Ya no se puede convencer o presionar para que los menos desarrollados se entreguen a los países poderosos del Norte lo que quedó confirmado con el fracaso, en agosto de este año, de las conversaciones de la Ronda de Doha, en la Organización Mundial de Comercio (OMC). La supremacía de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, que siempre habían impuesto sus demandas y deseos bajo diversas formas de presión, rodaron por el suelo ante las posiciones de la mayoría de las naciones del Sur. El rechazo de Estados Unidos y de sus seguidores a reconocer el derecho de los países en desarrollo a aplicar un mecanismo de salvaguardias especiales para proteger sus productos ante los aumentos imprevistos de importaciones agrícolas, resultó el detonante final. A esto se sumaron los enormes subsidios que otorgan las naciones ricas a sus agricultores los cuales afectan las posibilidades de competencia en los mercados del Tercer Mundo. Diferencias insalvables de las naciones del Sur con respecto a las posiciones estadounidenses hicieron fracasar esta última Ronda de Doha en Suiza que comenzó desde el 2001 y que hoy transita por un seguro incierto.
SE EXTIENDEN LOS POBRES Y LOS HAMBRIENTOS
Diversas causas han influido en los últimos tiempos para desatar una crisis mundial de alimentos que afecta aún más a los 963 millones de hambrientos y a otros 2 000 millones de personas que sobreviven en el orbe con solo dos dólares diarios de ingresos y deben gastar el 80% de sus insuficientes entradas en adquirir esos productos. Cada 24 horas mueren por hambre y desnutrición 18.000 niños. En un planeta donde se producen alimentos suficientes para sus 6 000 millones de habitantes, resulta contradictorio que los precios del maíz, arroz, trigo, leche, aceites comestibles, frutas y verduras, por citar algunos, se hayan duplicado en los últimos 20 meses. Un estudio de la FAO determinó que en el mundo se produce suficiente alimento como para suministrar más de 2800 calorías por día a todos sus habitantes, que representan el mínimo necesario para una buena salud general. Estos datos se hacen efectivos pese al aumento de la población global. Los altos precios han provocado que en numerosas ciudades del orbe se realizaran en el 2008 manifestaciones multitudinarias de protesta como las ocurridas en Haití, Egipto, India, Paquistán, Somalia, Senegal, Mozambique, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Mauritania, Filipinas, Yemen, Guinea, Indonesia, Bolivia, Etiopía y Bangladesh.
CHINA, INDIA, RUSIA Y BRASIL, LAS ESPERANZAS
En las llamadas economías emergentes cifran las esperanzas muchas naciones para tratar de estabilizar los graves problemas que ha provocado la crisis económica surgida en Estados Unidos y diseminada por el mundo. Gobiernos del mundo ponen sus miradas en las estables y pujantes economías de China, India, Rusia y Brasil, que no han entrado en recesión como ha ocurrido ya con Alemania, Gran Bretaña, Italia, España, para que puedan ayudarles a paliar la situación actual. Pero la realidad es que estos cuatro países son mayormente productores y exportadores de bienes y servicios, y no consumidores insaciables como Estados Unidos. Las soluciones pasan por reformas en la economía y las financias globales y el impulso a la multipolaridad mundial.
METAS DEL MILENIO EN EL LIMBO
Si en 2000 parecía difícil que los gobiernos cumplieran con las metas del Milenio aprobadas ese año por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), ahora tras el aumento en el precio de los alimentos, del desempleo y de la actual crisis mundial, que abarca los campos de las finanzas, economía, inversiones, inmobiliaria, alimenticia y ambiental, resultan un freno, al parecer definitivo, para que en forma global se alcancen esos objetivos. Más retrocesos que adelantos se han observado en 2008 en muchos países para cumplir con lo acordado en el 2000 por los entonces 189 miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas que preveían disminuir para el 2015 el hambre, la mortalidad infantil y materna, luchar contra el VIH/SIDA, la malaria y tuberculosis, llevar agua potable y servicio de alcantarillado a millones de personas que no la tienen, así como mejorar la vivienda. Innegablemente que las naciones desarrolladas tienen culpa en ese incumplimiento pues del 0,7 % del PIB que deben entregar a las naciones pobres solo han cedido el 0,1 %.
SIGUE EN BAJA EL DÓLAR
Los déficit fiscales y comerciales estadounidenses que este año han impuesto nuevos récord, su enorme dependencia energética, sus crisis y la fabricación masiva de billetes verdes sin respaldo en las reservas de oro, han provocado que varios países comiencen a diversificar sus reservas financieras en otras monedas y que el dólar haya caído en una espiral descendente ante otros billetes como el euro, la libra esterlina y el yen.
COSTOS DE DOS INJUSTAS GUERRAS
Iraq y Afganistán continuaron en el año costando vidas inocentes a esos pueblos y a las tropas de ocupación, además de los gastos multimillonarios que conllevan para Estados Unidos y sus aliados. Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía y Linda Bilmes, especialista de la Universidad de Harvard han asegurado que el costo de las guerras podría superar los dos billones de dólares cuando se contabilice el gasto por pensiones de invalidez y asistencia médica a soldados heridos, mientras que, en contraposición, la guerra de Vietnam costó 652.000 millones de dólares ajustados a la inflación. En Iraq esta muy lejos de alcanzarse la estabilidad y en Afganistán, la situación ha empeorado para los invasores ante los persistentes ataques rebeldes lo cual augura más muertes y gastos en momentos en que la crisis capitalista afecta a numerosas naciones del orbe.
EN BAJA PRECIO DEL PETRÓLEO
La estrepitosa caída del precio del crudo que de 145 dólares el barril a mediados de 2008, bajó a cerca de 40 dólares a principios de diciembre ha demostrado que la elevación había sido provocada mayormente por las compañías comercializadoras del crudo y los intermediarios. En los últimos tiempos el mercado del llamado oro negro se había convertido en una verdadera espada de Damocles para gobiernos y ciudadanos que al amanecer de cada mañana se encontraban conque cualquier motivo, el más grave o el más intrascendente podía provocar subidas en los precios. Invasión y ocupación de Iraq por Estados Unidos; sabotajes a instalaciones petroleras en Kenia; ataque contra una planta química en Arabia Saudita; dificultades en los yacimientos de Noruega; amenazas de guerra norteamericana contra Irán; huracanes en México; poca producción de las naciones de la OPEP; pérdida de valor del dólar; tensiones en Venezuela; mayores consumos de China e India; inestabilidad política en Pakistán, y otros, eran argumentos para aumentar su valor. Pero todo esto fue echado a un saco al estallar la crisis económica-financiera en Estados Unidos. Ahora, pese a la rebaja de la producción en los países miembros de la OPEP o inestabilidad en los yacimientos de Nigeria, el precio se ha estabilizado aunque los analistas estiman que volverá a subir en los próximos meses.