Nada fue igual antes y después del 11 de marzo de 2020 cuando la humanidad asumió el alcance de las palabras de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien declaró que “la OMS ha evaluado este brote durante los últimos días y estamos profundamente preocupados, tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción. Por ello hemos decidido decretar el estado de pandemia”, y subrayó que la crisis de la covid-19 no solo era de salud pública, sino que afectaría a todas las actividades de la sociedad.
Detectado en Wuhan a finales de diciembre del pasado año 2019, el Sars-CoV-2, aprovechó los intersticios invisibles, las vías ultra rápidas y los canales económicos del modelo de globalización para extenderse a gran velocidad planetariamente. Parece un proceso misterioso, pero no lo es; para comprender los aspectos epidemiológicos y los nuevos enfoques predictivos matemáticos de cómo surgen y se propagan las enfermedades en el siglo XXI una buena respuesta la podemos encontrar en Las reglas del contagio (Kucharski, 2020). De inmediato se pudo comprobar que los sistemas sanitarios locales, nacionales, regionales y mundiales estaban francamente lejos de ser el dispositivo capaz de asegurar la salud pública en sus ámbitos a la luz de las conclusiones de Epidemiocracia (Padilla y Gullón, 2020), máxime cuando están regidos por las leyes del mercado. Estos trabajos nos acercan a la anatomía y fisiología de la pandemia como hecho biológico-social. Pero la covid-19 tiene más vertientes.
La economía mundial experimentó el pasado marzo un stop abrupto, simultáneo y sincronizado que paralizó la cadena de valor mundial (las cadenas, sería mejor decir) por un acto de voluntad política frente a la pandemia, alimentado por la incertidumbre frente a lo desconocido. Decisión ajena a las leyes del mercado que supuestamente todo lo regulan con eficacia, pero también ajena a las políticas procíclicas o contracíclicas de las diferentes escuelas económicas y que no puede tampoco explicarse por la teoría de las ondas largas del capitalismo en su diferenciación de factores críticos endógenos y exógenos del sistema económico. La primera consecuencia palpable ha sido el descenso del PIB mundial y la reordenación de las preminencias geopolíticas y geoeconómicas. La primera constatación es que nos encontramos ante una crisis sanitaria y social de dimensiones globales en la que es evidente que su impacto es desigual en las diferentes clases sociales y en los distintos países y que, a su vez, está realimentando la desigualdad en cada sociedad y a escala internacional. La primera pregunta que es necesario que nos hagamos debe ser: ¿cuál es la naturaleza de esta crisis económico-social sobrevenida? Y quizás la respuesta no se pueda encontrar en el campo de la teoría económica convencional liberal o keynesiana, y tampoco en la marxista más clásica, sino en el análisis de la relación del modo de producción capitalista con la biosfera. De ahí que posiblemente tengamos que calificar esta crisis como ecógena para poder explicar en toda su profundidad material, social e ideológica lo que según Naomi Klein supone el “capitalismo del desastre” (Klein, 2007) que aprovechará la pandemia para beneficiar a la minoría oligárquica (Klein, 2020).
Y sobre todo nada fue ni es igual en la vida cotidiana de las gentes durante la persistente pandemia, tal como refleja el cineasta Abel Ferrara en Sportin´Life. Si el brote de cólera de la ciudad de Orán en el siglo XIX encontró en La peste de Albert Camus una reflexión sobre el comportamiento de los seres humanos en tales circunstancias, los usuarios de las plataformas habrán encontrado en filmes como Contagio, dirigida por Steven Sodebergh en 2011, una descripción y una metáfora de la actual pandemia en aspectos como el comportamiento ético o las limitaciones de los derechos y su correlato en la seguridad y libertad de las personas. Lo que nos remite a necesitar una reflexión de fondo en dos aspectos: modelo de civilización (incluyendo cultura, valores y costumbres) e implicaciones y riesgos políticos de la gestión de la pandemia en una época precedida por el auge de las soluciones populistas autoritarias de derechas.
En castellano se pueden encontrar dos de los primeros intentos de responder a algunas de estas cuestiones: Pandemia. La covid-19 estremece el mundo (Zizek, 2020) y Pandemocracia. Una filosofía de la crisis del coronavirus (Innerarity, 2020). Y ambos, en mi opinión, fracasan porque no parten de un análisis riguroso de la realidad, muy compleja, por cierto, que necesita de un enfoque multidisciplinar. Pero su mayor déficit es el estrecho horizonte en el que sitúan los marcos de posible solución y salida. Si para el filósofo vasco Daniel Innerarity el modelo óptimo para resolver la crisis se encuentra en “las democracias liberales” porque “son los espacios políticos en los que las expectativas de cambio están equilibradas” (Innerarity, 2020, pp. 82), el filósofo esloveno Slavoj Zizek, de forma mecanicista, deduce que la situación conduce y puede encontrar su desenlace en una poco ilusionante y transformadora versión de un “comunismo, no como un sueño inconcreto, sino simplemente como el nombre de lo que ya está sucediendo [sic] (o al menos lo que muchos perciben como una necesidad) [resic] (…) No es la visión de un futuro luminoso, sino más bien de un comunismo del desastre como antídoto al capitalismo del desastre” (Zikek, 2020, pp. 108-109). Si el primero representa puro continuismo del discurso político mainstream, el segundo aparece -tras ofrecer reflexiones de sumo interés- diagnosticando una nueva y, sin embargo, manida fórmula de hundimiento del capitalismo como fruto de sus propias contradicciones internas (en este caso pandémicas), lo que comportaría, sin mediar acción política consciente y masiva alguna, el advenimiento de una suerte de comunismo de guerra como por arte de magia.
Desde hace años han venido afianzándose en los gobiernos de medio mundo fórmulas de neoliberalismo autoritario iliberal1/ que en tiempos de pandemia se inclinan por la necropolítica tal como señala Francisco Louçâ, desde una visión anticapitalista radicalmente democrática y con mayor profundidad y precisión que la de los dos autores arriba citados, en “A estratégia do bufão” (Louçâ, 2020, a); autor que también ha analizado el nuevo tipo de expresión del conflicto social y político generado por la situación de crispación en “Choque e pavor serão o futuro da política?” (Louçâ, 2020, b). Ello es especialmente relevante, como plantea Ignacio Ramonet en “La pandemia y el sistema-mundo”, en un momento en el que “a estas alturas, ya nadie ignora que la pandemia no es sólo una crisis sanitaria. Es lo que las ciencias sociales califican de hecho social total, en el sentido de que convulsa el conjunto de las relaciones sociales, y conmociona a la totalidad de los actores, de las instituciones y de los valores” (Ramonet, 2020)2/
El libro sobre la pandemia del capitalismo global
Hace falta también, por tanto, una mirada de conjunto y profunda de los aspectos sociopolíticos asociados a la crisis de la covid-19, al marco en que esta se produce y las consecuencias que puede tener. Por ello resulta de interés la publicación en castellano del libro que ha contado con el soporte de la UTPL coordinado por Pascual García Macías y Rodolfo García Zamora, 2020: La pandemia del capitalismo global (García y García, 2020), en el que ha participado un importante número de autores3/, académicos y expertos en diversas materias de varias universidades latinoamericanas (particularmente de Ecuador y sobre todo México), irlandesas y del Estado español, quienes tras constatar la crisis sanitaria internacional abordan los efectos económicos, políticos e institucionales, sociales y ecológicos tanto en el ámbito de algunos países –especialmente se aborda el caso de México- como en el latinoamericano y mundial. Quizás se echa en falta un sentido o plan general de la obra, por lo que nos encontramos con artículos diversos con menor articulación entre sí de la posible y necesaria y con abordajes muy desiguales del tema específico del que tratan en relación con la cuestión de la covid-19; lo que no resta, sin embargo, calidad y utilidad a cada uno de los trabajos.
Cabe destacar en primer lugar un grupo de escritos de especial interés global por las cuestiones de fondo que plantean. El trabajo “Crisis de la covid-19, sistema de Estados y encrucijada civilizatoria” de Jaime Pastor sitúa la potencial aparición de nuevos ejes de conflicto que abren la posibilidad tanto de una involución distópica como del horizonte de nuevas utopías. Parte de la existencia de “un encadenamiento de crisis entrecruzadas” (pp. 9) a las que se está respondiendo desde “una mayor relevancia del marco estatal-nacional” (pp. 11) que sin embargo presenta limitaciones en su desempeño de proveer bienes públicos y puede comportar riesgos de un nuevo despotismo estatal; el autor por su parte destaca la ventana de oportunidad que se abre, dependiendo de las decisiones que se adopten, para una sociedad con “planificación ecológica y democrática basada en una nueva economía moral” (pp. 20).
Con propósito parecido, Albert Recio en “Una crisis diferente. Impactos y dilemas sociales” subraya la necesidad de “construir un marco interpretativo más amplio del que habitualmente utilizan una buena parte de economistas (…) [por lo que se debe] integrar los modelos críticos marxistas y postkeynesianos con los avances promovidos por la ecología política, la economía feminista y el institucionalismo” (pp. 23). Aunque el autor duda de que se pueda traducir en un cambio de rumbo pues las élites no quieren y todavía no existe “una visión unitaria y un mínimo de articulación de un movimiento amplio” (pp. 39).
Alberto Acosta y John Cajas-Guijarro, en “Maldiciones y pandemias de los extractivismos. Bajo la lupa de la democracia”, desarrollan de forma creativa un nuevo enfoque multidimensional de la paradoja de que hay países que son “pobres justamente porque son ricos en recursos naturales” (pp. 179) dada la división internacional del trabajo, lo que supone que “la convergencia entre el Covid-19 y otras pandemias incrustadas en la civilización del capital -patriarcado, colonialismos, discriminación, extractivismos, violencias, ecocidios, etnocidios, imperialismos- agudiza los problemas y nos enfrenta a una realidad en extremo compleja que nos convoca a pensar y actuar” en un marco de aumento de la desigualdad social (pp. 201) en “una situación amorfa y confusa” (pp. 205).
Pascual García-Macías y Wilder Raí Espinoza, en “Cuando despertamos el capitalismo seguía ahí. Dispositivos de acumulación durante la pandemia”, desgranan el enunciado de su trabajo en torno a la ruptura metabólica -expresión marxista- adecuada para describir el desequilibrio capitalismo versus naturaleza y humanidad y explican los procesos de refuncianalización de la acumulación de capital (pp. 89-92) y definen lo que consideran son los “dispositivos de acumulación capitalista durante la pandemia” (pp. 94).
En el campo de las hipótesis Ronaldo Munck, en “Cólera en la era del neoliberalismo: Covid-19 y más allá en América Latina”, tras constatar que la cuestión de la Salud Pública es la intersección de la medicina social y la política de transformación social partiendo de que la situación previa a la pandemia no era de una “normalidad tranquila y armoniosa” (pp.159), sitúa cuatro posibles escenarios futuros según operen los factores/ejes mercado/sociedad y centralización/descentralización: capitalismo tardío, capitalismo de estado, barbarie o socialismo (pp. 161).
En “Fronteras, migración, coronavirus y postcapitalismo. Una reflexión desde el Sur” (que bien podría valer, añado yo, para el norte), Daniel Villafuente y María del Carmen García plantean una reflexión del dilema existente entre “la posibilidad de construir una sociedad poscapitalista, que puede derivar en un escenario de estado de excepción instituido, o bien [en] una situación donde la economía asuma una racionalidad de equilibrio con la naturaleza, un Estado democrático y una amplia participación de los ciudadanos” (pp. 217). Y desarrollan una importante aportación sobre los efectos de la covid-19 sobre la movilidad humana y las fronteras, uno de los temas cruciales actuales a escala planetaria.
Aspecto este que también desarrolla el trabajo de Rodolfo García y Selene Gaspar, titulado “Los impactos de la doble pandemia mundial sobre la movilidad humana. Del Pacto Mundial de las Migraciones a la ampliación de los programas de trabajadores temporales en la etapa pos-Covid”, en el que denuncian el incumplimiento de lo acordado, pero también la hipocresía de las burguesías de los países centrales en su política de empleo de temporeros. En “Nueva Normalidad: ¿Más Informalidad o Pleno Empleo?” Eugenia Correa y Laura Vidal analizan la tendencia mundial en la economía postcrisis a la informalidad laboral que varios autores en esta obra denuncian como elemento de vulnerabilidad ante la pandemia de una mayoría de trabajadores y trabajadoras en sociedades como las latinoamericanas (extensible en mi opinión a las africanas y asiáticas).
Cabe señalar dos interesantes estudios de caso. El realizado por Arturo Guillén en “México: pandemia, crisis económica y “guerra” política” sobre el conjunto del país y el de un amplio equipo de investigación compuesto por Leticia Merino Pérez, Karla Valverde Viesca, Alicia Ziccardi Contigiani, Alfonso de la Vega Rivera, Dianell Pacheco Gordillo, Emilio Rodríguez Izquierdo; Sol Pérez Jiménez, Mariza Mazari Hiriart y Valeria Morales Juárez sobre la capital del país titulado “Covid: desigualdades, vulnerabilidad y respuesta en la ciudad de México”, trabajos ambos que sería interesante se realizaran en otros países y ciudades.
Finalmente hay tres escritos cuyos autores exponen sus ideas sobre los temas que enuncian pero que adolecen de una falta de relación actualizada con la cuestión candente y decisiva de la covid-19 que, en mi opinión, ha modificado sustantivamente circunstancias y alternativas y viene a agravar las crisis sociales y ecológicas pre-existentes de forma concomitante con la crisis económica y política en curso. Lo que no es óbice para que su lectura merezca interés para conocer el pensamiento de Miren Etxezarreta, bastante alejado de la acción política, en “La crisis planetaria. Reflexionando sobre las alternativas”, basado en un trabajo suyo anterior. El de Daniel Raventós sobre “La renta básica como derecho de existencia”, que ofrece un pedagógico resumen de su idea sobre la centralidad de la Renta Básica Universal como quid de la solución y panacea global a la cuestión social. Y el de Martí Boada, “Aprendizajes urgentes para la crisis ambiental”, en el que se desgrana de forma didáctica el conjunto de ideas fuerza y conceptos del mainstream del ecologismo progresista convencional.
Manuel Garí es miembro del Consejo Asesor de viento sur
Notas:
1/ Sigue siendo de interés la lectura los trabajos de varios autores recopilados en El gran retroceso. Un debate internacional sobre el reto urgente de reconducir el rumbo de la democracia (2017) Barcelona: Seix Barral
2/ Además del artículo citado, https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/04/25/ante-lo-desconocido-la-pandemia-y-el-sistema-mundo-7878.html , es interesante conocer sus opiniones sobre el momento pandemia en los siguientes artículos y entrevistas:
. https://mondiplo.com/pensando-al-mundo-covid-19-entrevista-a-ignacio
. https://mondiplo.com/la-odisea-del-zaandam-crucero-maldito
3/ ) Los autores son, por orden de aparición de sus escritos en el sumario -además del prologuista Gabriel U. García T. y la introducción de los coordinadores de la obra arriba citados- Jaime Pastor, Albert Recio, Miren Etxezarreta, Daniel Raventós, Pascual García-Macías, Rodolfo García Zamora, Selene Gaspar Olvera, Martí Boada, Ronaldo Munck, Alberto Acosta, John Cajas-Guijarro, Daniel Villafuerte Solís, María del Carmen García Aguilar, Arturo Guillén, Eugenia Correa, Laura Vidal, Leticia Merino Pérez, Karla Valverde Viesca, Alicia Ziccardi Contigiani, Alfonso de la Vega Rivera, Dianell Pacheco Gordillo, Emilio Rodríguez Izquierdo; Sol Pérez Jiménez, Mariza Mazari Hiriart y Valeria Morales Juárez.
Se puede descargar el libro en https://rebelion.org/download/2020-la-pademia-del-capitalismo-globalvarios-autores/?wpdmdl=643254&refresh=5fc51d9e1f4071606753694
Referencias citadas:
VV. AA. García, P y García, R. Coord. (2020). 2020: La pandemia del capitalismo global. Dublín: Machdohnil Ltd. (301 pp.)
Innerarity, D. (2020). Pandemocracia. Una filosofía de la crisis del coronavirus. Barcelona: Galaxia Gutenberg
Kucharski, A. (2020). Las reglas del contagio. Madrid: Capitán Swing
Louçâ, F. (2020, a). “A estratégia do bufão”.Expresso 17-10-20
Louçâ, F. (2020, b). “Choque e pavor serão o futuro da política?”.Expresso15-8-2020
Padilla, J. y Gullón, P. (2020). Epidemiocracia. Madrid: Capitán Swing
Ramonet, I. (2020). “La pandemia y el sistema-mundo”. La Jornada. 25 abril 2020
Zizek, S. (2020). Pandemia.La covid-19 estremece el mundo. Barcelona: Anagrama
Klein, N. (2007). La doctrina del Shock. Barcelona: Paidós
Klein, N. (2020). “Como la élite mundial tratará de beneficiarse de la pandemia”. Entrevista de Marie Solísa Naomi Klein en Sin Permiso. https://sinpermiso.info/printpdf/textos/como-la-elite-mundial-tratara-de-beneficiarse-de-la-pandemia-entrevista-a-naomi-klein
Fuente: https://vientosur.info/2020-la-pandemia-del-capitalismo-global/