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¿Declive del dólar y del imperio?

Fuentes: Rebelión

Aunque el dólar continúa siendo la moneda de reserva más usada, durante los últimos años varios países han encaminado sus esfuerzos para alejarse de las ataduras que conlleva depender para todo tipo de intercambio comercial y financiero del billete verde. En la actualidad, cualquier transacción que se efectúe en dólares o a través de algún […]

Aunque el dólar continúa siendo la moneda de reserva más usada, durante los últimos años varios países han encaminado sus esfuerzos para alejarse de las ataduras que conlleva depender para todo tipo de intercambio comercial y financiero del billete verde.

En la actualidad, cualquier transacción que se efectúe en dólares o a través de algún banco estadounidense se somete a la legislación de Estados Unidos y, por tanto, también están obligados a hacerlo los países que la llevan a cabo.

La hegemonía del dólar ha ido cambiando debido, entre otras cosas, a las guerras económicas que Estados Unidos ha lanzado contra una décima parte de países del orbe, las que cuentan con una población cercana a los 2 100 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto cercano a los 16 billones de dólares, junto a miles de ciudadanos incluidos en una lista del Departamento del Tesoro a los que se les niega el acceso al sistema financiero global controlado por Washington, explicó el codirector del Instituto de Análisis de Seguridad Global estadounidense, Gal Luft.

Durante el foro Russia Calling, el presidente Vladimir Putin subrayó que la inestabilidad del billete verde hace que muchas economías mundiales deseen encontrar una divisa de reserva alternativa y quieran crear un sistema de transacciones de divisas internacionales que sea independiente del Swift.

La Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunications (Swift) es una red internacional de comunicaciones entre entidades financieras (alrededor de 11 000 en más de 200 países) con sede en Bélgica, pero en su junta directiva predominan ejecutivos de bancos estadounidenses . Además, una legislación federal de estadounidense permite a Washington sancionar a bancos y reguladores de otras partes del mundo.

Estados Unidos cuenta también con la participación especial del Fondo Monetario Internacional (FMI) donde posee la mayoritaria suma de 17,69 % de los votos, lo que le permite ser el único con derecho al veto.

Para que se comprenda mejor có mo está establecido, cualquier transacción realizada en dólares o mediante un banco norteamericano entra dentro de la jurisdicción de Estados Unidos.

Por ese motivo, varios países pudientes han estado buscando alternativas y esfuerzos para crear un sistema financiero apartado de Washington.

Para desafiar esa hegemonía financiera, Rusia y China ya cuentan con sistemas interbancarios Swift propios y persuaden a otros a abandonar el dólar en el comercio internacional.

A su vez, el ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, anunció en agosto pasado que la Unión Europea ha comenzado a trabajar para crear un sistema de transferencias financieras interbancarias autónomo del Swift.

Maas explicó que no sería fácil, pero que ya han comenzado a hacerlo y que estudian propuestas para los canales de pago y para poseer sistemas independientes de Swift , así como para crear un Fondo Monetario Europeo.

La avalancha de malas noticias para el dólar sigue aumentando pues aunque China es el principal acreedor de Estados Unidos, el Banco de esa nación redujo sus reservas de bonos estadounidenses, a la par que trata de internacionalizar el yuan.

En esa línea, Beijing en el 2018 acumuló reservas de oro, lanzó los contratos de futuros de petróleo denominados en yuanes y pasó a usar su moneda en el comercio con varios países.

Rusia ha dado varios pasos para desdolarizar su economía motivado por las sanciones impuestas por Washington desde el 2014, y ha conseguido eliminar parcialmente el billete verde en sus exportaciones, al concluir contratos internacionales de divisas (Swap) con China, India e Irán.

Además, Moscú y Teherán pusieron fin al uso del dólar en sus relaciones económicas bilaterales y utilizarán sus monedas nacionales. A principios de año, Rusia anunció la reducción de sus reservas internacionales en divisa estadounidense, al transferir cerca de 100 000 millones de dólares hacia el yuan, el euro y el yen.

Otros marchan por el mismo camino pues a raíz de las sanciones impuestas a Moscú, la India decidió pagar en rublos los sistemas de defensa aérea rusos S-400. Nueva Delhi además utilizó la rupia para adquirir crudo iraní tras Washington restablecer las medidas de coerción económica y financieras contra la nación persa.

Desde Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan anunció sus planes de acabar con el monopolio del billete verde con la aplicación de una política que tendrá como objetivo la exclusión de esa moneda en el comercio con sus socios chinos y rusos, entre otros.

Erdogan ha criticado a Washington en repetidas ocasiones por iniciar la guerra comercial global, por sancionar a Turquía y por intentar aislar a Irán.

Teherán, por su parte, realiza transacciones comerciales-financieras con trueque por petróleo o con yuan, euro, yen, rublos, rupia, dinar.

La pérdida de la supremacía del dólar como principal moneda de reserva internacional mantiene en ascuas a la elite de poder estadounidense porque eso también podría significar el declive vertiginoso del imperio norteamericano.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.