El profesor Kim Soohaeng, el economista marxista más conocido de Corea del Sur, murió de un ataque al corazón el 1 de agosto a la edad de 72 años. Le sobreviven su esposa y dos hijos. Más de doscientas personas asistieron a una ceremonia en memoria de Kim el 7 de agosto en la Universidad […]
El profesor Kim Soohaeng, el economista marxista más conocido de Corea del Sur, murió de un ataque al corazón el 1 de agosto a la edad de 72 años. Le sobreviven su esposa y dos hijos. Más de doscientas personas asistieron a una ceremonia en memoria de Kim el 7 de agosto en la Universidad SungKongHoe, donde enseñó hasta su muerte, y sus alumnos, con activistas de las principales organizaciones progresistas coreanas, han creado la Fundación Kim Soohaeng.
Kim jugó un papel central a la hora de conseguir «derechos civiles» para el marxismo en Corea del Sur, donde había sido duramente reprimido desde la década de 1950. Kim consiguió hacer un hueco para el marxismo en el mundo académico a través de la traducción, el estudio y la enseñanza de El Capital de Marx. El logro más importante de Kim fue la traducción de los tres volúmenes de El Capital de Karl Marx al coreano. Aunque existían traducciones anteriores al coreano de El Capital de Marx, la traducción de Kim Soohaeng en 1989/90 fue la primera versión coreana completa de los tres volúmenes de El Capital de Marx que se publicó en Corea del Sur. Este fue un momento crucial para el marxismo en Corea del Sur, después de casi medio siglo de prohibición tras la Guerra de Corea. Otro estudioso, Kim Tae-gyung, había sido encarcelado por publicar una traducción del primer volumen de El Capital de Marx en 1987, bajo la anticomunista Ley de Seguridad del Estado de Corea del Sur, pero fue puesto en libertad en 1988 gracias a la presión de la sociedad civil.
La traducción de Kim Soohaeng fue a partir de la edición inglesa de El Capital y pronto fue seguido de una traducción completa de los tres volúmenes del original alemán por Kang Shin-jun. Pero fue la traducción de Kim la que tuvo más éxito. En gran parte se debió al prestigio de Kim Soohaeng como respetado profesor en la principal universidad de Corea, la Universidad Nacional de Seúl (SNU). Pero también a los continuos esfuerzos de Kim para mejorar la calidad de su traducción. De hecho, el trabajo final de Kim antes de su repentina muerte fue la corrección de la tercera traducción revisada de El Capital de Marx.
Además de la traducción de El Capital de Marx, Kim jugó un papel clave en el desarrollo de la economía marxista en el mundo académico de Corea del Sur a través de la formación de decenas de brillantes economistas marxistas entre 1987 y 2008, cuando ocupó el cargo de profesor de economía en la SNU. Kim supervisó más de 20 tesis doctorales y más de 30 disertaciones de master en la universidad. También jugó un papel central en la fundación y dirección de la Asociación Coreana de Economía Política, la principal asociación de economía heterodoxa en Corea. De hecho, Kim ha sido considerado el «patriarca» de la economía marxista en Corea. La actividad académica de Kim, centrada en la economía marxista y la educación, continuó después de su jubilación de la SNU en 2008 y fue nombrado profesor emérito de la Universidad SungKongHoe.
El tema central de investigación de Kim fue la teoría marxista de las crisis económicas. De hecho, Kim presentó su tesis doctoral Las teorías de las crisis económicas: una valoración crítica de algunas reformulaciones japoneses y europeos, en el Birkbeck College de Londres, en 1982, bajo la supervisión de Laurence Harris. En esta tesis de 522 páginas Kim adoptó la interpretación de Ben Fine de la teoría de Marx de la caída de la tasa de ganancia como su punto de partida y evaluó críticamente las diversas teorías marxistas de la crisis, incluyendo las versiones japonesas, como las teorías de la crisis de Kozo Uno y su escuela.
Al igual que Ben Fine, Kim dio igual importancia a la tendencia descendente de la tasa de ganancia y a las fuerzas que la contrarrestan, y situó la causa principal de la crisis en la contradicción entre la tendencia y las fuerzas que la contrarrestan. En 2006, Kim actualizó y amplió su tesis doctoral con el libro Las crisis capitalistas y el pánico. Tras el estallido de la crisis económica mundial en 2008, Kim analizó juiciosamente su desarrollo y publicó los resultados en La depresión mundial en 2011. Aunque Kim siguió fielmente la obra de Marx en su teoría de la crisis, estaba también abierto a enfoques no marxistas, como la economía keynesiana, en su análisis empírico de la crisis actual.
Después del inicio de la crisis económica mundial, Kim extendió su investigación al desarrollo de los principios económicos de una sociedad alternativa poscapitalista. Se publicaron con el título La sociedad post-capitalista en 2007 y La visión de Marx de una sociedad futura en 2012. Este último es especialmente significativo porque defendía explícitamente el concepto marxista de la «asociación de individuos libres», mientras que consideraba el «socialismo realmente existente», como el de la antigua URSS, China, o Corea del Norte, como «capitalismo de Estado». En sus últimos años, Kim se identificó explícitamente con las ideas de Marx sobre el «socialismo desde abajo». Con respecto a su cambio de opinión sobre la naturaleza de la sociedad socialista, Kim reconoció las influencias del economista marxista japonés Otani Teinosuke.
Desde el inicio de su carrera como economista marxista Kim siempre estuvo más interesado en escribir y enseñar marxismo a los trabajadores y ciudadanos de a pie que caer en pedantes debates sobre «marxologia». Los Principios de la economía política de Kim, publicados en 1988, se convirtió en el libro de texto de economía marxista en Corea, siendo muy leído entre los estudiantes progresistas y activistas de la época. Este libro fue especialmente innovador al recoger la investigación marxista occidental contemporánea, al mismo tiempo que conscientemente se distanciaba de los libros de texto estalinistas dogmáticos, tan populares entonces. Kim incluso desarrollo en este libro el concepto de «desarrollo desigual y combinado» de Trotsky en su explicación de los movimientos de capitales, aunque él nunca se identificó con el trotskismo. En sus últimos años, Kim siguió publicando libros de introducción a El Capital de Marx, como El Capital para los jóvenes (2010), Economía para una nueva sociedad (2011), y una Guía de estudio de El Capital (2014). La popularización de El Capital de Marx fue el objetivo prioritario de Kim en sus últimos años.
Además de la investigación marxista y la enseñanza, Kim también ha contribuido al desarrollo del movimiento socialista en Corea. Fue presidente de la Universidad de Cyber de los Trabajadores y co-representante de Marxcommunnale, el festival bianual de investigadores marxistas y activistas en Corea. Aunque Kim nunca se afilió a ninguna organización política de la izquierda, defendió apasionadamente a los militantes socialistas ante los tribunales cuando eran acusados en virtud de las leyes anticomunistas de Corea del Sur. Fue maravilloso ver cómo Kim desafió la llamada «regla de la moderación senil» y fue cada vez más radical en sus últimos años.
Kim Soohaeng fue una figura destacada entre los progresistas y académicos marxistas coreanos y su repentina muerte ha sido una gran pérdida para nosotros. Tanto más cuanto que Kim había empezado a poner en marcha su proyecto final para la renovación del marxismo y de la investigación económica marxista en Corea. La crisis del marxismo surcoreano comenzó con el derrumbe de la Unión Soviética en 1991, sólo unos años después de su «primavera», durante el levantamiento democrático de 1987. Decenas de estudiantes de posgrado de la SNU, cuyas tesis o disertaciones Kim había supervisado, giraron hacia el post-marxismo o la economía no marxistas durante la década de 1990, al ser casi imposible conseguir puestos universitarios con sus doctorados en economía marxista.
Como resultado de ello, Kim no tuvo la satisfacción de ser sustituido en su cátedra por un economista marxista cuando se retiró de la SNU en 2008 a la edad de 65 años. El Departamento de Economía de la SNU estaba entonces tan sesgado hacia la economía dominante neoliberal que se ignoró totalmente el hecho de que Kim había supervisado el mayor número de doctorados y disertaciones en el Departamento y decidió reemplazarlo por un economista ortodoxo educado en Estados Unidos. De hecho, el Departamento de Economía de la SNU logró superar su modelo – las facultades de economía de la Ivy League de EE UU – en la erradicación de la pluralidad académica y puso en cuestión la existencia de la propia economía heterodoxa.
Ahora, sin embargo, el credo ultra-neoclásico de los principales economistas de Corea está en conflicto con la tendencia mundial de la economía, que ha comenzado a cuestionar la idoneidad del fundamentalismo de mercado. Se esta formando un nuevo consenso de que este fundamentalismo de mercado es el responsable de la profundización sin precedentes de la desigualdad, así como de la crisis económica mundial que comenzó en 2008. Algunos economistas destacados, como Joseph Stiglitz, Paul Krugman y Thomas Piketty han criticado la teoría económica ortodoxa y han admitido la validez de los enfoques históricos e institucionales de la economía heterodoxa, incluyendo el marxismo. En este sentido, sería lógico que los economistas convencionales de Corea admitiesen que la economía marxista es un campo legítimo de investigación de la profesión económica, si quieren seguir siendo fieles seguidores de las tendencias estadounidenses. Por encima de todo, tienen que prestar atención a la economía marxista de Kim, que da una importancia central al análisis de las crisis capitalistas y a la visión de una nueva sociedad post-capitalista. De hecho, la economía marxista de Kim parece cada vez más relevante con la profundización de la crisis del capitalismo mundial y la quiebra de la economía dominante. Los economistas convencionales también pueden descubrir que se puede aprender algo de la economía marxista, incluso cuando se trata de entender y gestionar el capitalismo.
Sin embargo, las condiciones para la renovación del marxismo todavía son precarias en Corea del Sur, como también ocurre en otros países. El principal obstáculo para el marxismo y el socialismo en Corea solía ser los regímenes autoritarios anticomunistas. Simplemente llevar una copia de El Capital de Marx era castigado con más de dos años en prisión antes de 1987. Es cierto que los investigadores marxistas gozan de un cierto grado de libertad académica actualmente gracias a la democratización de la sociedad coreana después de 1987. Sin embargo, la anticomunista Ley de Seguridad Nacional sigue en vigor en Corea y se puede aplicar en cualquier momento, incluso a los académicos marxistas si están vinculados a organizaciones políticas socialistas.
Lo que dificulta la renovación del marxismo en Corea no es tanto la represión política por parte del Estado como el reflujo de los movimientos progresistas de masas y la marginación de los académicos marxistas. Para romper con esta situación y reactivar la investigación marxista en Corea, primero hay que cuestionar el monopolio actual de los principales cargos universitarios por economistas ortodoxos neoliberales educados en Estados Unidos. Además, al menos debe garantizarse la «reproducción simple» de los economistas marxistas en las universidades. En lugar de caer en interminables debates sobre el «problema de la transformación», los economistas marxistas deben cuestionar directamente la corriente principal de la teoría económica neoliberal y tratar de aliarse con los trabajadores y los estudiantes, que están empezando a radicalizarse como consecuencia de la crisis económica mundial. De hecho, los economistas marxistas tienen que establecer lazos y complicidades con los precarios, los trabajadores jóvenes, de bajos ingresos, y la gente que salió a la calle para manifestarse con velas contra los gobiernos conservadores de Corea en los últimos cinco años.
Este es el verdadero sentido del proyecto de Kim Soohaeng. La tarea principal de los economistas marxistas después de Kim es el desarrollo de la economía marxista como una alternativa atractiva y persuasiva para los trabajadores y los estudiantes, que se están radicalizando en esta época de crisis económica. Sólo mediante la participación en los movimientos radicales de los trabajadores y los estudiantes puede la economía marxista tener su esperado renacimiento. Esta es también la mejor manera de seguir y desarrollar el legado de Kim. No debemos olvidar que la razón por la que Kim pudo ser profesor de Economía en la SNU en 1987 fue la fuerza del movimiento estudiantil y de la lucha por la democratización de Corea.
[1] Jeong Seonjin es profesor de economía en la Universidad Nacional de Gyeongsang, Corea del Sur
Traducción: Enrique García
Fuente: https://redflag.org.au/article/south-korean-marxist-economics-after-soohaeng-kim