M.H.: Vamos a conversar con «El galán» Vicente Zito Lema. V.Z.L.: Te escucho y me río, un galán de 76 años. Hago ese chiste sobre mí mismo porque estoy casi todos los días en un teatro coordinando lo que sucede sobre la escena. Es algo muy hermoso. Es un homenaje a la Segunda República española, […]
M.H.: Vamos a conversar con «El galán» Vicente Zito Lema.
V.Z.L.: Te escucho y me río, un galán de 76 años. Hago ese chiste sobre mí mismo porque estoy casi todos los días en un teatro coordinando lo que sucede sobre la escena. Es algo muy hermoso. Es un homenaje a la Segunda República española, a lo que yo llamo una revolución humanística que quiso ser y no pudo ser, como tantas revoluciones en la historia de la humanidad, pero que dejó una huella muy fuerte, lo que se llama «la guerra civil española», clásicamente.
Todos sabemos lo que sucedió allí. A veces uno se pregunta por qué tuvo tanta repercusión y es porque no fue una de las tantas guerras civiles que ha conocido el mundo sino que fue una guerra civil que se jugó a cara o cruz los valores mayores de las posibilidades humanas, que son las de construir sociedades para el bien, o seguir repitiendo sociedades donde los valores humanos finalmente agonizan, que es lo que pasó en España con la dictadura de Franco.
En el teatro Hasta Trilce, con el apoyo de poetas, actores y músicos, estamos haciendo una semana de celebración. Lo hermoso es que la gente nos acompaña y mucho. El día de la inauguración, como hubo tanta gente tuvimos que pedir sillas, pedirle a la gente que se sentara en el suelo, porque ya no había lugar, y eso que es un teatro grande.
Por otro lado, el entusiasmo con el que la gente apoyó todo lo que se hizo y se dijo en escena realmente fue emocionante. Había gente muy joven, que muy poco o nada sabía, algún recuerdo, alguna vez algún abuelo o algún padre que hablaron de aquella histórica República socialista, anarquista, comunista, que fue la II República. Fue hermoso el acto y el jueves, viernes, sábado y domingo próximos vamos a repetir.
M.H.: Aclaremos que todo esto tiene que ver porque se cumplen 80 años de la II República.
V.Z.L.: Así es. Por una parte es triste, porque en definitiva en julio se cumplen 80 años de que Franco ganara aquella contienda, no es un día de alegría, sino de dolor. Pero lo recordamos igual. Porque hay que ver en la historia todas las contradicciones. Hay que hacerse cargo de los sueños que no se cumplieron, de las derrotas que el campo del pueblo, de los que quieren construir mundos mejores tienen a lo largo de la historia, pero que van como iluminando a las otras generaciones. Hay que recordar que la Revolución de Mayo también es un sueño que no se pudo cumplir con todo el esplendor que Moreno, Belgrano y Castelli querían tener.
Hubo un gigantesco sueño de independencia y libertad que tampoco pudo ser lo que debió ser y aquí estamos, cargando con una historia que no tiene beneficio de inventario. Las nuevas generaciones tienen que hacerse cargo de los triunfos y de las derrotas. Y nosotros nos hacemos cargo, humildemente, porque nadie tiene la potencia para hacerse cargo de toda la tragedia que sucedió desde 1936 hasta 1939 y durante décadas en España, después que Franco se alzara contra el poder de la República, con el apoyo de la aviación alemana, italiana, destruyendo Guernica, bombardeando Madrid y Barcelona.
Como dije anoche, esto me hace recordar que también hubo otros bombardeos que hicieron daño al ser, a los seres humanos y a nuestra historia. En nuestro país, por ejemplo, el bombardeo de junio de 1955 y también esas malditas bombas que EE. UU. lanzara contra ciudades abiertas en Japón, recordando a Nagasaki e Hiroshima.
Todo eso fue materia de lo que dije ayer, porque yo soy el que va hilvanando lo que sucede. Estuvo Norman Brisky, hubo gente que cantó canciones populares recopiladas por García Lorca. Se presentó un grupo musical excelente que se llama La Lija, cantaron y recordaron las canciones de la Guerra Civil española, estuve yo, leyendo poemas de esos grandes poetas españoles y latinoamericanos, como Vallejos, Neruda, que también participaron en esas luchas.
M.H.: Y no te olvides de nuestro Raúl González Tuñón.
V.Z.L.: Por supuesto, es una figura preponderante de la poesía latinoamericana que estuvo muy metido en aquella historia. Y recordamos también que hubo por lo menos 600 brigadistas, hombres y mujeres argentinos que fueron a España, lucharon y murieron en tierra española, defendiendo los sueños de la República.
Recordé también, que la terrible figura de los desaparecidos también nació allí, en España, porque al día de hoy todavía hay familiares que buscan a los casi 120.000 desaparecidos que provocó la dictadura franquista luego de caída la República. Y más de medio millón de exiliados, muchos de ellos que vinieron a Latinoamérica, muchos de ellos especialmente a México y nuestro país.
Tenemos mucho para recordar, con amor, con dolor, pero también con fortaleza sobre lo que fue la guerra civil española. Por esta radio invito a todos los que quieran ir, que vayan temprano, a las 20:00 porque se agotan las entradas, y a las 21:00 empezamos puntualmente.
Mañana jueves vamos a estar con Cristina Banegas, Juan Palomino, la orquesta La Lija. Yo voy a estar leyendo poemas de los grandes poetas españoles y latinoamericanos. Ayer también se evocó a León Felipe y yo a Ernesto Guevara que también siempre hablaba de la guerra civil española y no dudo que se nutrió con aquella gesta libertadora en sus ansias de enfrentar a los dictadores de todo el mundo.
M.H.: ¿Dónde queda Hasta Trilce?
V.Z.L.: En Boedo, Maza al 170, a una cuadra y media de Rivadavia.
M.H.: Los esperamos a todos los que quieran ser parte de este homenaje en el recuerdo a la guerra civil española, no a la muerte, sino a toda la vida que se puso en juego y que más allá de las derrotas sigue viviendo en quienes la recordamos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.