La decisión del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), de mantener la condena del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y aumentar su pena de nueve años y seis meses a 12 años y un mes de prisión, está siendo repercutida y cuestionada internacionalmente. Uno de los juristas que se han posicionado […]
Julia Dolce.- Después de la decisión del TRF4, ¿hay la posibilidad de efectivizar la detención de Lula antes del juzgamiento de los recursos cabíveis? ¿Esto es constitucional?
Afrânio Silva Jardim.- Lo importante es el artículo 283 del Código de Proceso Penal, que dice expresamente que nadie puede ser arrestado debido a una condena mientras ella aún está siendo analizada en alguna instancia. Sólo puede ser encarcelado en delito flagrante, prisión cautelar o debido a condena ya juzgada, o sea, siempre que no correspondan más recursos y, en este caso, van a caber los embargos de declaración, que no tienen gran relevancia para la defensa, pero son importantes. Se hará un recurso especial para el Tribunal de Justicia y un recurso extraordinario para el Supremo Tribunal. La prisión como efecto puro y simple de la condena, no puede ocurrir.
Julia Dolce.- ¿Qué representan los jueces de segunda instancia que juzgaron el recurso de Lula en el TRF4 dentro del Derecho brasileño? ¿Cuál es su perfil?
Afrânio Silva Jardim.- A no ser el relator, que tiene una obra publicada aunque no relevante, los otros son totalmente desconocidos para la comunidad jurídica, para nosotros aquí del Sudeste por lo menos. Son jueces de segunda instancia, concursados, desempeñando su función, pero no tienen ninguna relevancia en tanto juristas. Por la información que tengo de colegas del Sur, ellos tienen una posición muy severa, punitiva, creen mucho en el Derecho Penal, en el castigo, en la prisión.
Falta una visión más crítica, una lectura sobre Criminología, Sociología del Derecho, porque esa visión punitiva es muy ingenua. Creen que a través del Derecho Penal se pueden resolver cuestiones sociales, económicas, es otra la discusión de la criminología crítica. Tienen una posición simplista, ingenua. Están allí para juzgar, pero en este caso no juzgaron conforme a derecho.
Si Lula fuese corrupto, sería el más burro de Brasil, porque está condenado por corrupción sin haber sumado a su patrimonio un centavo siquiera. Lavó dinero que no existió y beneficio que no tuvo. No soy petista, ni muero de amor por Lula – pero quieren que él muera pobre y humillado en la cárcel. Eso entristece a cualquiera. Uno de los hombres más importantes del mundo, respetado por jefes de Estado, por todos, humillado así.
Julia Dolce.- En su opinión, ¿cuál es el interés de ellos en esa «destrucción del Estado de Derecho»?
Afrânio Silva Jardim.- Incluso la derecha, aquellos que tienen ese comportamiento, no quieren destruir el Estado de Derecho, eso es una consecuencia. Ellos quieren derrotar el movimiento de izquierda, y para ello usan el Derecho como instrumento. Cuando el Derecho no les alcanza, lo rodean, flexibilizan la Constitución y las reglas de garantía del proceso. Es una guerra política, quieren a Lula condenado, la mayoría de los jueces de Brasil quiere ver eso.
Entonces es una guerra política. Fui Fiscal de Justicia por 31 años. Nuestro Ministerio Público y nuestra magistratura están compuestos por personas conservadoras de centro y centro derecha, a quienes no les gusta Lula en tanto líder popular. Eso queda ejemplificado con la euforia de los fiscales de la República en el evento del powerpoint. La alegría muestra su posición ideológica. Si yo tuviese que denunciar a Lula, lo haría de forma discreta, como siempre hice, y lo llevaría a la notaría. Pero ellos estaban eufóricos, vanidosos.
Aquellas criaturas de Curitiba están haciendo un gran mal al Brasil, no por castigar la corrupción, sino por la forma en que hacen eso, y por su idea de que con eso van acabar con problemas que en verdad son inherentes a una sociedad capitalista.