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Notas sobre el caso Lula y la nueva democracia

Fuentes: Rebelión

El expresidente Lula y el lulismo le deben al país y a la izquierda de América Latina y mundial una autocrítica sobre su parte de culpa en la corrupción institucional reinante en Brasil (que, se sabe, ya venía desde antes, como lo prueban los casos ocurridos en los gobiernos de Collor y de Fernando Henrique […]

El expresidente Lula y el lulismo le deben al país y a la izquierda de América Latina y mundial una autocrítica sobre su parte de culpa en la corrupción institucional reinante en Brasil (que, se sabe, ya venía desde antes, como lo prueban los casos ocurridos en los gobiernos de Collor y de Fernando Henrique Cardoso); eso es un hecho.

Al mismo tiempo, el expresidente Lula, el lulismo y muchos analistas consideran que tanto el impeachment de la presidenta Dilma Rousseff como la condena judicial de Lula son fruto de una conspiración neoliberal de grandes empresarios, banqueros, agentes financieros (el primer poder, económico, «el mercado», no sometido al alcance de las decisiones resultantes de la voluntad democrática-popular), las cúpulas partidarias de la derecha y del falso centro-izquierda, la gran prensa (en especial la Globo, erigida en cuarto poder, a veces con peso de primer poder), sectores de los Poderes ejecutivo, legislativo y judicial, y factores externos (vinculados al imperio yanqui-OTAN, deseoso de controlar los recursos naturales brasileños y de subordinar a sus intereses la política internacional de Brasil).

Algunos comentaristas consideran que el ataque a la presidenta Dilma y al expresidente Lula fue decidido cuando bajaron los precios internacionales de las commodities y que en Brasil la torta había disminuido de tamaño, lo que llevó a los superricos a no querer más compartir con los pobres ni siquiera las migajas que habían concedido a éstos los Gobiernos del PT (a través, en especial, del programa Beca Familia, que retiró a millones de la pobreza extrema, sin, no obstante, proporcionarles las condiciones para una subsistencia autónoma que les permitiese renunciar a aquella ayuda dentro del capitalismo y mucho menos enrumbarse hacia el poscapitalismo, que concebimos como un socialismo en perspectiva ecomunitarista).

También puede pensarse que cerca de la mitad del segundo mandato de la presidenta Dilma, aquellos sectores decidieron actuar porque percibieron que la presidenta lograría hacer elegir un sucesor, alejándolos otra vez de la conducción del país por la vía de la voluntad de las urnas. Sea como sea, la conducta efectiva de los sectores antes mencionados obligan a Lula, al lulismo y a todos quienes luchan por el socialismo a cuestionar hasta su raíz al Estado y a la pseudodemocracia actuales, con sus bases económicas y prolongamientos (como lo es una gran prensa al servicio de los intereses de los poderosos). No hacerlo seria condenarse a tropezar una y otra vez con la misma piedra, viendo a Lula o a quien venga a sustituirlo, o imposibilitado de llegar a la presidencia, o ser retirado de la misma por la vía del impeachment (por la acción combinada de los sectores antes citados), bajo cualquier pretexto (como lo fue, por ejemplo, el de las supuestas «bicicletas fiscales», supuestamente usadas por la presidenta Dilma, y de las que hoy nadie más habla pues los especialistas dicen que inmediatamente después del impeachment fueron legalizadas por y para Temer, para facilitar su tarea de acabar con diversos derechos de los brasileños, rematar el país en beneficio de las multinacionales y en detrimento de la orientación pública-estatal de sectores estratégicos y someter al Brasil a la política internacional de los EE.UU.).

Hacer esa reconsideración a fondo debería llevar a Lula y a la izquierda a proponer al país una refundación completa de la democracia, que incluya la democratización de la economía (hoy en Brasil, según Oxfam, cinco billonarios tienen la misma riqueza que la mitad de la población más pobre del país), de la gran prensa (aprobando una «ley de los tres tercios iguales» entre prensa pública/estatal, comunitaria y privada, que impida que esta última erija monopolios u oligopolios nacionales o regionales que crean-controlan una falsa «opinión pública» manipulada), que promueva la educación ambiental ecomunitarista en todo un sólido sistema educativo público, gratuito, de calidad y al servicio de los más necesitados (como también habrá de serlo un nuevo sistema único de salud), potencie el ejercicio de la democracia directa (o por lo menos participativa) por el pueblo (en especial mediante repetidos plebiscitos y referendos de alcance municipal, estadal y nacional, para decidir sobre cuestiones que afectan la vida de la ciudadanía muy significativamente, como es el caso de las directrices macroeconómicas y de política externa, leyes laborales, cuestiones ambientales y sistemas de salarios, jubilaciones/pensiones, seguridad y defesa, entre otros temas que hace mucho tiempo en Suiza son sometidos a la decisión popular) e incluya activamente al ciudadano en las tareas de seguridad y defensa de su comunidad y del país.

Tal democracia debe limitar el número de los mandatos (incluso en el poder judicial, cuyos miembros también deberán surgir de la elección popular y estar bajo control popular, como ocurría en la Grecia antigua), promover la rotación de los ciudadanos en el ejercicio de las funciones públicas (para evitar la perpetuación de la actual clase política corrupta) y cortar de raíz la corrupción mediante un efectivo y continuado control popular sobre los actos de todos los funcionarios. El conjunto de estos cambios debe orientarse rumbo al socialismo de perfil ecomunitarista, donde el pueblo podrá vivir una vida digna (aunque frugal, como lo imponen los imperativos ecológicos). Esa nueva democracia brasileña velará de manera permanente por la soberanía nacional y habrá de articularse con una América Latina integrada solidariamente y con postura/acción soberana e independiente en el escenario mundial.

Bibliografía mínima

López Velasco, Sirio. Ideas y experiencias de la democracia: una mirada ecomunitarista. Porto Alegre: Fi, 2017; disponible gratuitamente en: https://www.editorafi.org/180sirio.

López Velasco, Sirio. Contribuição à Teoria da Democracia: uma perspectiva ecomunitarista. Porto Alegre: Fi, 2017; disponible gratuitamente en: https://www.editorafi.org/196sirio

Sirio López Velasco es profesor de la Universidad de Federal do Río Grande.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.