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Los mercados acosan a Italia en un nuevo aviso de la crisis económica en Europa

Fuentes: El salto

Los países del sur vuelven a ser señalados por las instituciones europeas en un nuevo episodio de ataque preventivo financiero. El coste de financiación de la deuda italiana se dispara y Alemania reacciona como en 2012, señalando al sistema político del país transalpino.

 

Edificio de la bolsa italiana en Milán.

«Los mercados van a enseñar a Italia a votar correctamente». La frase de Günther Oettinger, actual comisario de Programación Financiera y Presupuestos de la Comisión Europea ha sonado como un petardo barreno en el corazón de la UE. El periodista que la ha publicado en su cuenta de Twitter se ha visto obligado a borrarlo y matizarlo. Tarde: la frase ha sido difundida por los medios italianos y ha puesto más pólvora en el contexto político italiano, en plena crisis tras el fallido intento de formación de Gobierno del domingo.

En Europa, el recuerdo de Grecia vuelve a sobrevolar el continente desde la apertura de los mercados este lunes. La incertidumbre se extiende a Portugal y España, donde los partidarios del PP relacionan la crisis con la moción de censura del próximo jueves-viernes. También lo reseñan los medios internacionales que, no obstante, se vuelcan en la cobertura de la crisis italiana. El aumento de la prima de riesgo de los países del sur muestra de nuevo la precariedad de la recuperación económica impulsada por el BCE y la gobernanza europea.

El gobernador del Banco de Italia reconoce que el país está «perdiendo la confianza» de los inversores y el desarrollo de la crisis abre los principales diarios de información económica internacional y capitaliza el debate político en los medios italianos.

Italia aparece en rojo en todos los balances: la prima de riesgo ha crecido un 13% en la última semana y ya está por encima de los 250 puntos básicos. Esto es, el coste de la financiación de la deuda italiana está al nivel de 2013. Los bonos a dos años ha subido 150 puntos en pocas horas y los bonos a tres y cinco años han aumentado 90 puntos. La apuesta por los bonos italianos es interpretada por los mercados como un riesgo, de ahí que su cotización aumente respecto al bono alemán: a más riesgo, más ganancia.

Los mercados colocan el dinero en los bonos italianos ante la perspectiva de próximos rescates. Se repite el esquema del pasado mes de febrero, un esquema que dio pie a la mencionada patada a seguir de Trump para ahuyentar a los mercados del bono estadounidense.

Igual que durante la crisis griega, la reacción del comisario Oettinger en contra de Italia reproduce la crisis de 2012. Alemania ve en los países del Sur la posibilidad de recuperar, por la vía de las finanzas, el margen de beneficio perdido a raíz de la guerra comercial lanzada por Trump, una crisis resuelta entre Estados Unidos y China y sobre la que subyace el interés por reducir el superávit del país germano.

Así las cosas, el ataque a la deuda italiana se inserta en la larga crisis iniciada en 2008, una crisis marcada por el agotamiento de las fuentes de beneficio para el capital. Está relacionada en esta última fase con el estancamiento de la inflación -que se encuentra muy lejos de lo que el BCE estima necesario- y el aumento de los precios del petróleo, dada la dependencia energética de los combustibles fósiles por parte de Europa. Además, los gobiernos de la Eurozona, su sector bancario y empresarial, siguen pendiendo del hilo de la Expansión Cuantitativa, una política de estímulos, la de los QE que el BCE ya ha prorrogado al menos hasta diciembre, cuando se suponía que se iban a retirar en septiembre de 2016.

La retirada de esos estímulos, junto al intento de traslado a Alemania de la mencionada guerra comercial, sitúa, como en 2012 el punto de vista de los mercados en los países del Sur. Como ha publicado el diputado de la Asamblea de Madrid, Isidro López, «los operadores financieros saben perfectamente como obtener rentabilidad en un espacio Euro construido sobre un conflicto político entre acreedores, Alemania, y deudores, el Sur. A Alemania no solo no le asusta el conflicto, si no que lo desea cuando llega a cuellos de botella».

El millonario George Soros ha retomado su crítica a la estructura de la Eurozona hablando de la crisis italiana como una «amenaza existencial» a la Unión Europea y su moneda.

En la gestión de la crisis, subyace también un pretexto que también dio grandes resultados para los inversores en 2012: la idea de que los países del Sur son caóticos política y económicamente. El Banco Central Europeo ha sugerido al país transalpino que «revise las reglas» en una alusión a la intervención política a través del político no electo, Mario Monti, en noviembre de 2011. El BCE no ha descartado utilizar su herramienta de compra de bonos OMT, un formato de ayuda sujeto a condiciones de estricto cumplimiento.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/crisis-financiera/mercados-acosan-italia-crisis-economica-global