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Fiscalidad justa ante el discurso neoliberal

Para disfrutar de derechos, el dinero está mejor en los bolsillos del Estado

Fuentes: El salmón contracorriente

Lo de «mejor tener el dinero en mi bolsillo que pagar impuestos» es una de las presuntas (y falsas) justificaciones neoliberales de evasores de impuestos y practicantes de la elusión fiscal. Pretenden que usarán mejor el dinero ellos que pagando impuestos. Cuando se es joven es fácil pensar así, si se tiene un puesto de […]

Lo de «mejor tener el dinero en mi bolsillo que pagar impuestos» es una de las presuntas (y falsas) justificaciones neoliberales de evasores de impuestos y practicantes de la elusión fiscal. Pretenden que usarán mejor el dinero ellos que pagando impuestos.

Cuando se es joven es fácil pensar así, si se tiene un puesto de trabajo con remuneración aceptable, y muy frecuente entre quienes tienen mucho. La gran mayoría además gozan de buena salud o tienen un buen seguro de enfermedad.

Para cualquier empresa de sanidad, farmacéutica, aseguradora de salud, plan de pensiones u hospitales privados, este pensamiento neoliberal supone una búsqueda de beneficio económico privado. Cuando se tiene dinero, las empresas pagan una cuota mensual por un seguro de salud y, cuando se deja de pagar, cuando despiden o se jubila el asegurado, el seguro desaparece.

Con la actual esperanza de vida, muchas personas necesitarán medicación (tal vez cada vez más cara) y es probable que necesite algún tipo de intervención. A menos que siga pagando un costoso seguro de salud o tenga unos ingresos considerables, al no contar con un sistema de sanidad público, tendrá que gastar sus ahorros o vender propiedades para, sencillamente, vivir con la salud necesaria. Es uno de los grandes timos del «american way of life», que afecta a la mayoría de estadounidenses.

Los neoliberales quieren importar a España ese modelo intoxicando los sistemas de salud de las autonomías, apoyando la medicina privada al tempo que se alargan las listas de espera, se reduce el personal sanitario y se rebajan las inversiones en sanidad pública. Así se deteriora la sanidad pública y se facilita implantar la medicina privada a través de conciertos innecesarios. Cuando se aconseja a los pacientes el traslado a un centro privado, y las intervenciones se pueden hacer en los públicos, rebajan la eficiencia del sistema público para poder decir que los resultados son insostenibles, en tanto aumentan las clínicas privadas y los cuerdos con éstas, cuyo objetivo fundamental es asegurar los beneficios de sus accionistas.

Reducir la caja de las pensiones y provocar miedo sobre su continuidad y mantenimiento en el futuro viene a ser la misma maniobra que busca aumentar los fondos de pensiones privadas, para asegurar que se tendrá una pensión en el futuro. Es evidente que tener una pensión en un fondo privado, que asegure un ingreso suficiente de por vida, es imposible para la mayoría de los trabajadores. Además, cuando la persona titular en un fondo de pensiones está en situación grave de desempleo o ruina, tendrá que disponer del mismo. Pero el derecho a percibir una renta al final de la vida laboral, una pensión, no se puede vender ni rescatar.

De nuevo los neoliberales con su mejor arma, el miedo, pretenden sacar provecho de aquellos a quienes asusta y confundirlos.

Cuando pagamos nuestra seguridad social y nuestros impuestos, el Estado se compromete con la ciudadanía de por vida. Aunque los ingresos se reduzcan, siempre se tendrá derecho a una sanidad asegurada y, al jubilarse, derecho a una pensión. Por eso es mejor tener el dinero en el bolsillo del Estado, con el compromiso de éste de asegurar hoy una sanidad pública de calidad y una pensión en el futuro: que todas las personas tengan una pensión y una sanidad aseguradas en el futuro. Pero para lograrlo es imprescindible defender nuestros derechos frente a la agresión neoliberal, que usa el miedo y el engaño para aprovecharse de la población, en tanto aumentan pobreza y desigualdad.

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Para-disfrutar-de-derechos-el