La agencia reguladora británica multó el miércoles a la farmacéutica estadounidense Pfizer y a la distribuidora Flynn Pharma con casi 90 millones de libras (114,6 millones de dólares) por aumentar el coste de un fármaco para tratar la epilepsia hasta en un 2.600%. Pfizer y Flynn Pharma cobraron «precios excesivos e injustos» por el medicamento, […]
La agencia reguladora británica multó el miércoles a la farmacéutica estadounidense Pfizer y a la distribuidora Flynn Pharma con casi 90 millones de libras (114,6 millones de dólares) por aumentar el coste de un fármaco para tratar la epilepsia hasta en un 2.600%.
Pfizer y Flynn Pharma cobraron «precios excesivos e injustos» por el medicamento, que utilizan unas 48.000 personas en Gran Bretaña, según la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA, por sus siglas en inglés). Pfizer recibió una multa de 84,2 millones de libras (106 millones de dólares) y Flynn Pharma fue sancionada con 5,2 millones de libras.
«Ésta es la multa más alta que ha impuesto la CMA y envía un mensaje claro al sector de que estamos decididos a perseguir ese comportamiento y proteger a los consumidores, incluidos el Servicio Nacional de Salud y los contribuyentes, de la explotación», afirmó en un comunicado Philip Marsden, presidente del grupo que tomó la decisión en el caso.
La autoridad afirmó que las empresas cambiaron de forma deliberada el nombre de Epanutin, la marca comercial de Pfizer para las cápsulas de fenitoína sódica, para poder subir el precio. Como resultado, el Servicio Nacional de Salud (NHS) vio aumentar su factura por ese medicamento a unos 50 millones de libras anuales en 2013, desde los 2 millones de libras anuales en 2012.
«Las empresas aprovecharon de forma deliberada la oportunidad que ofrecía el cambio de marca para subir el precio de un fármaco del que dependen muchos miles de pacientes», dijo Marsden.
Pfizer expresó su desacuerdo con la decisión, afirmando que Epanutin era un producto con el que perdía dinero y que el acuerdo con Flynn Pharma ayudó a asegurar los suministros del medicamento a los pacientes. Las dos compañías tenían previsto apelar la sanción.
«En esta transacción, y en todas nuestras operaciones corporativas, enfrentamos esta liquidación con integridad y creemos que cumple por completo con la ley establecida de competencia», dijo Pfizer.
El precio que ha alcanzado el medicamento sigue estando entre un 25% y un 40% por debajo de lo que cuesta un fármaco equivalente de otro proveedor a la NHS, afirmó la farmacéutica.
«El veredicto subraya cuestiones legales y de política sobre los papeles del Departamento de Salud y la CMA en la regulación del precio de productos farmacéuticos en Gran Bretaña», dijo la empresa. «Pfizer buscará aclarar estos asuntos dentro del proceso de apelación».
Organizaciones reguladoras de todo el mundo han endurecido su control sobre las farmacéuticas, ante aumentos drásticos de precios que según las empresas se ven justificados por años de investigación y desarrollo de producto.
En un caso reciente, la farmacéutica Mylan dijo que pagaría 465 millones de dólares en un acuerdo para resolver las acusaciones de que cobró de más a Medicaid, el programa de Estados Unidos que proporciona atención médica a la gente pobre, por su producto EpiPen, utilizado para dar tratamiento de emergencia para reacciones alérgicas graves.
En otro, el ex director ejecutivo de Turing Pharmaceuticals Martin Shkreli aumentó el precio de Daraprim en un 5.000%. El medicamento es el único tratamiento aprobado para la toxoplasmosis, una infección parasitaria que pone en riesgo la vida y que afecta principalmente a mujeres embarazadas, enfermos de cáncer y pacientes de sida.