¡Frenemos la agenda de la Organización Mundial de Comercio ( OMC ) y de los Tratados de Libre Comercio e Inversiones (TLCs)! ¡Construyamos relaciones comerciales al servicio de los pueblos y el medioambiente! En 2017, ¡Construyamos un nuevo Seattle en Buenos Aires! En los últimos años, la liberalización comercial a nivel mundial ha aumentado sin […]
¡Frenemos la agenda de la Organización Mundial de Comercio ( OMC ) y de los Tratados de Libre Comercio e Inversiones (TLCs)!
¡Construyamos relaciones comerciales al servicio de los pueblos y el medioambiente!
En 2017, ¡Construyamos un nuevo Seattle en Buenos Aires!
En los últimos años, la liberalización comercial a nivel mundial ha aumentado sin pausa. Hemos sido testigos, de la proliferación de Tratados de Libre Comercio (TLC) bilaterales o regionales, especialmente tras el declive de la multilateralidad de la OMC .
Los efectos sobre los pueblos son notorios: las economías volcadas a la exportación han generado la ruptura de las cadenas de producción y consumo locales, profundizando el desempleo y la pobreza. Arrojando a millones de personas al hambre y la desesperanza. Los efectos medioambientales de estas políticas, también, han sido catastróficos, profundizándose la expoliación de los territorios de acuerdo a las necesidades empresarias.
Estas consecuencias han dejado al descubierto que los TLC no son meros tratados sobre comercio de bienes y su objetivo no es el acceso a mercados en sí mismo.
Hoy, los grandes TLC mega-regionales impulsados tanto por EEUU como la UE y China (TPP, TTIP, CETA, TISA y RCEP) implican un avance en los derechos y privilegios de las grandes corporaciones transnacionales, pretendiendo la apertura y privatización en todos los sectores económicos que aún se encuentran regulados. Avanzan también en la protección de los inversores y del capital extranjero, garantizando su capacidad para demandar a los Estados ante tribunales de arbitraje internacional ante cualquier política que consideren afecta sus ganancias esperadas. Lo que pone de manifiesto que el «libre comercio» no es más que una máscara que oculta los intereses de las corporaciones, que pretenden garantizarse mayores ganancias a costa de los derechos sociales, laborales y medioambientales de nuestros pueblos.
El cuestionamiento al sistema de libre comercio se ha multiplicado en las últimas décadas y va en aumento. Un hito en el proceso de descrédito ha sido la movilización masiva de las organizaciones sociales que en 1999 pusieron en evidencia los impactos negativos del proyecto de liberalización comercial en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en la ciudad de Seattle,EEUU. Pero este descrédito no, solamente, se produce desde el campo social. Actualmente, muchos gobiernos también cuestionan que la liberalización comercial traiga el bienestar a sus pueblos. Hoy, está en claro que la agenda aperturista no posee el mismo apoyo entre los sectores dominantes y actores políticos que poseía en los años noventa.
Cómo afecta esta nueva Cumbre Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a América Latina
Desde el fracaso del ALCA en 2005, varios países de América Latina avanzaron en propuestas alternativas al libre comercio en la región, elaborando proyectos novedosos de integración regional que ponen en el centro la construcción del buen vivir en nuestro continente. Proyectos como el ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos) y de una Nueva Arquitectura Financiera Regional. Estos proyectos sostienen la construcción de relaciones de complementariedad y solidaridad entre nuestros pueblos, oponiéndose a la competencia absoluta bajo los marcos del libre comercio.
El avance de la derecha ha desmantelado muchos de los objetivos alternativos propuestos. De hecho, los países que se volcaron a firmar TLC de forma masiva como México, Chile, Perú y Colombia (que se conformaron en la Alianza del Pacífico para contrarrestar a los bloques anti hegemónicos) son puestos de ejemplo de lo que debe hacerse: atraer inversiones extranjeras mediante el otorgamiento de seguridad jurídica a los capitales, a cualquier precio y, volcar sus economías a los mercados de exportación.
En ese contexto, se realizará una nueva Reunión Ministerial de la OMC en Buenos Aires, Argentina, entre el 11 y 14 de diciembre de 2017. Se trata de la primera reunión de este organismo que se realiza en Sudamérica y, esto no es casual. El avance de las derechas en el continente implica frenar cualquier plan de integración alternativo y, en cambio volver a instalar la idea de que el libre comercio es el único camino posible para nuestros pueblos.
Veinte años de TLC en la región nos muestran los efectos nefastos de la desregulación y del avance de los derechos corporativos sobre nuestros pueblos y el medio ambiente. La liberalización nos ha quitado la capacidad de decidir sobre servicios públicos como el agua o la energía, ha generado la privatización de la educación y la salud, convirtiendo la economía en un asunto de técnicos y burócratas al servicio del gran capital.
Frente a esto, es hora de poner en marcha las alternativas económicas y políticas que regulen el poder corporativo, den primacía a los derechos humanos y garanticen la armonía con el medio ambiente. Por eso rechazamos la agenda de «libre» comercio y protección de inversiones en todas sus formas, sea mediante acuerdos bilaterales o por medio del ámbito multilateral como la OMC.
Ante esta nueva ofensiva de la agenda de libre comercio e inversiones, es necesario re articular las agendas y campañas de las organizaciones sociales en la región y a nivel global. Es imprescindible volver a articular luchas y movilizarnos contra el «libre» comercio y la protección de inversiones.
Es por esto, que desde la Asamblea Argentina Mejor sin TLC y todas sus organizaciones aliadas, realizamos un llamamiento a las organizaciones sociales, políticas, sindicales, ambientalistas, de mujeres y de jóvenes, en definitiva, a todos los pueblos del mundo a movilizarse hacia Buenos Aires entre los días 11 y 14 de diciembre de 2017.
Es necesario que las organizaciones a nivel global analicemos la situación actual de avance de la liberalización y volvamos a pensar y discutir alternativas al capitalismo expoliador de nuestros pueblos y del medioambiente.
Juntos/as, podemos derrotar el neoliberalismo y construir ese Otro Mundo Posible.
¡La lucha es global! ¡Abajo el libre comercio en todas sus formas!
Asamblea Argentina Mejor sin TLC
Enviar adhesiones a: argentinamejorsintlc @gmail. com
Fuente: http://www.cadtm.org/Llamado-a-la-accion