Un mitin de campaña del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), del presidente, José Eduardo dos Santos, el 19 de agosto de 2017 en Luanda, la capital- AFP / Marco Longari Angola es un país rico con inmensas reservas petroleras, pero no logra que se beneficie de ello su población, que sigue estando entre […]
Un mitin de campaña del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), del presidente, José Eduardo dos Santos, el 19 de agosto de 2017 en Luanda, la capital- AFP / Marco Longari
Angola es un país rico con inmensas reservas petroleras, pero no logra que se beneficie de ello su población, que sigue estando entre las más pobres del mundo.
El país vivió casi tres décadas de guerra civil (1975-2002), que dejó 500.000 muertos. Desde 1975 está dirigido por José Eduardo dos Santos, que deberá pasar el testigo tras las elecciones del 23 de agosto, a las que no se presenta.
Boom petrolero seguido de crisis
Angola es, junto con Nigeria, uno de los dos principales países productores de petróleo del África subsahariana y obtiene la mayoría de sus recursos de la explotación de hidrocarburos. Gracias a su oro negro, el país lanzó una vasta política de reconstrucción de infraestructuras.
El boom petrolero hizo de Luanda una de las capitales más caras del planeta.
Pero su crecimiento no benefició a la población, y la caída de los precios del petróleo en 2014 hundió al país en una profunda crisis económica.
Según el Banco Mundial, el PNB (Producto Nacional Bruto) por habitante ascendía a 3.440 dólares en 2016.
AFP / Simon Malfatto. Indicadores económicos de Angola desde 1990
Angola figura en el puesto 164 de 176 países en la última clasificación sobre corrupción de la oenegé Transparencia Internacional.
Tres décadas de guerra civil
Antigua colonia portuguesa, Angola logró su independencia en 1975 después de una guerra de liberación iniciada en 1961.
Enseguida una guerra civil enfrentó a las diferentes guerrillas que lucharon por la independencia, el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA, prosoviético), del presidente Agostinho Neto; la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), y el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA), prooccidentales.
Interrumpida en 1991 por el Tratado de Bicesse (Portugal), la guerra se reanuda en 1992. En 1994 se firman acuerdos de paz en Lusaka (Zambia), pero la guerra continúa.
En 2002, las Fuerzas Armadas y la Unita firman un acuerdo de alto el fuego.
Un reinado de 38 años
AFP / Marco Longari. El líder del partido opositor angoleño CASA-CE, Abel Chivukuvuku (c), durante un mitin electoral el 20 de agosto de 2017 en Luanda, la capital
Llegado al poder tras la muerte del presidente Neto, en 1979, José Eduardo dos Santos domina desde entonces Angola, donde controla todas las instituciones.
Su partido, el MPLA, cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento.
Y las manifestaciones son a menudo prohibidas y reprimidas, casi siempre violentamente, por la policía.
Herencia
El presidente Dos Santos es criticado por haber dominado y explotado al Estado y la economía, en especial ofreciendo a su familia la dirección de numerosas empresas.
El fondo soberano del país está dirigido por su hijo José Filomeno desde 2013. Y la compañía petrolera pública Sonangol y el BFA, principal banco del país, están en manos desde 2016 de su hija Isabel, considerada como la mujer más rica de África por la revista Forbes.
AFP / Marimé Brunengo. Presidentes africanos de larga permanencia
Cabinda
En la costa atlántica de África, Angola (25 millones de habitantes) limita con el Congo, la República Democrática del Congo (RDC), Zambia y Namibia.
El enclave de Cabinda, entre los dos Congos, produce el 60% del petróleo del país y está plagado de reivindicaciones separatistas desde su integración por Angola durante la independencia.
Fuente: https://www.afp.com/es/noticias/208/angola-pais-petrolero-hundido-en-una-profunda-crisis-economica