Walmart, FedEx, Bank of America y Wells Fargo están entre las grandes compañías estadounidenses que roban más a sus trabajadores.
Durante las dos décadas pasadas, Walmart fue acusada en repetidas ocasiones de forzar a los trabajadores a realizar ciertas tareas fuera de la jornada laboral y pagó numerosas multas por esas malas prácticas. Se suele decir que este minorista es una anomalía y que actúa más como un taller clandestino y fraudulento que como un gigante empresarial.
Hace poco terminé un proyecto de investigación y demostré que, por el contrario, el trabajo fuera de la jornada laboral, la negativa a pagar las horas extra a través relaciones laborales bajo cuerda y otras formas de robo salarial están generalizadas en los grandes negocios de Estados Unidos. Después de excavar entre registros judiciales durante buena parte del año pasado, encontré más de mil doscientas demandas sobre salarios y jornada laboral contra cientos de los empleadores más grandes del país; esa demanda colectiva ha conseguido ocho mil millones de dólares entre acuerdos y veredictos desde el año dos mil. El mismo grupo de empresas ha pagado en torno a cuatro cientos millones en multas al departamento de trabajo de Estados Unidos.
Esas averiguaciones aparecen en el informe Grant Theft Paycheck, recientemente publicado por la Corporate Research Project of Good Jobs First y por la Jobs With Justice Education Fund. Los datos también se han incluido en el Violation Tracker.
Entre las doce empresas más sancionadas aparece Walmart como el único minorista, con mil cuatrocientos millones en total entre multas y acuerdos judiciales. La segunda es FedEx, con quinientos dos millones, Wells Fargo, con doscientos cinco, JPMorgan Chase, con ciento sesenta, y State Farm Insurance, con ciento cuarenta. El top veinticinco también incluye empresas importantes de sectores que no están tan asociados al robo salarial, como las áreas de telecomunicaciones (AT&T), las tecnologías de la información (Microsoft y Oracle), farmacéuticas (Novartis) y entidades financieras de inversión (Morgan Stanley y UBS).
Gracias a Walmart, la industria de los minoristas es la que tiene sanciones agregadas más altas impuestas a las grandes compañías (dos mil setecientos millones). Le siguen los servicios financieros (mil cuatrocientos millones), transporte y logística (ochocientos veintiocho), servicios comerciales (seiscientos once), seguros (quinientos cincuenta y siete), otros servicios (cuatrocientos ochenta y seis), servicios sanitarios (cuatrocientos diecisiete), restaurantes y servicios de restauración (trescientos noventa y siete), tecnologías de la información (trescientos treinta y cinco) y alimentos (trescientos quince).
Más de cien grandes empresas han pagado multas procedentes de al menos tres demandas colectivas. Bank of America y sus sucursales lo han hecho más de veinte veces.
Aunque hay variaciones de un año a otro, la sanción total por demandas alcanzó mil trescientos millones en 2016. La cuenta en 2017 fue de setecientos treinta y dos millones, la cuarta factura anual más grande.
Ha habido siete acuerdos individuales de más de cien millones, incluyendo una cantidad pactada de seiscientos cuarenta millones por parte de Walmart debido a las más de sesenta demandas pendientes y dos acuerdos de FedEx por más de doscientos millones cada uno. Como las acciones colectivas se suelen cerrar antes del juicio, hay muy pocos veredictos, pero Walmart también es líder en esa categoría, con un juicio de doscientos cuarenta y dos millones. También ha pagado la multa más elevada: treinta y tres millones al departamento de trabajo de Estados Unidos.
Las actividades de robo salarial van desde trabajos poco remunerados como cajeros, cocineros y guardias de seguridad, a puestos mejor pagados como conductores de mensajería, enfermeras, comerciales de farmacéuticas o consejeros financieros.
Las cantidades y los ránkings se han basado en sanciones que se han hecho públicas, aunque el informe documenta ciento veintisiete casos que implican a ochenta y nueve empresas que solicitaron mantener los detalles del acuerdo sobre robo salarial de manera confidencial. AT&T, Home Depot, Verizon Communications, Comcast, Lowe’s y Best Buy llegaron a varios acuerdos cada una.
De las diez industrias más penalizadas, todas salvo dos (transportes y tecnologías de la información) implican un gran número de mujeres, de acuerdo con el Bureau of Labor Statistics. En esas industrias, especialmente servicios comerciales, seguros y servicios sanitarios, predominan las mujeres. En la mitad de esas diez industrias, se da un mayor porcentaje de mano de obra de trabajadores negros y latinos. Por ejemplo, los trabajadores negros suponen alrededor del doce por ciento de la mano de obra, pero son el veinte por ciento de la fuerza de trabajo en los servicios comerciales y un diecisiete en el transporte. Los trabajadores latinos representan el diecisiete por ciento del total de la mano de obra, pero son el veinticinco en restaurantes y servicios de restauración y el veintinueve en alimentos y producción de bebidas.
Muchas empresas acusadas de robo salarial son realmente rentables. Entre las doce empresas más sancionadas, todas salvo dos tuvieron un ingreso neto anual de más de dos mil millones en el último ejercicio fiscal. AT&T, JPMorgan Chase y Wells Fargo tuvieron más de veinte mil millones en beneficios. Esas empresas pagan a sus directivos grandes salarios y primas. Los CEO de empresas como AT&T, Bank of America, JPMorgan Chase y Walmart reciben compensaciones anuales de más de veinte millones cada uno.
Empresas como estas se pueden permitir pagar a los trabajadores adecuadamente. Ya es hora de que la América empresarial elimine el robo salarial de su modelo de negocio.
Phil Mattera es investigador de Good Jobs First y escribe en Inequality.org entre otros medios
Traducción: Andrés Lomeña Cantos.
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/atraco-a-los-salarios