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Entrevista a Orlando Chirino, dirigente de la Corriente Clasista Unitaria, Revolucionaria y Autónoma

«No hay consigna más democrática y revolucionaria que la defensa del salario y del sindicato»

Fuentes: La Clase.info

-El gobierno de Nicolás Maduro en los últimos veinte días a título de varias entregas, ha anunciado un conjunto de medidas económicas. Esta línea de planteamientos lo han denominado el Plan de Recuperación Económica y Productiva. ¿Cómo ha analizado la Corriente Clasista Unitaria, Revolucionaria y Autónoma -Ccura- los efectos que generan estas medidas en el […]

-El gobierno de Nicolás Maduro en los últimos veinte días a título de varias entregas, ha anunciado un conjunto de medidas económicas. Esta línea de planteamientos lo han denominado el Plan de Recuperación Económica y Productiva. ¿Cómo ha analizado la Corriente Clasista Unitaria, Revolucionaria y Autónoma -Ccura- los efectos que generan estas medidas en el movimiento de los trabajadores?

Lo primero en lo que tenemos que tener es absoluta claridad y denunciar categóricamente que estas medidas del gobierno se dan un marco absolutamente capitalista. Más allá de que intente seguir confundiendo incautos, estas son un conjunto de medidas profundamente capitalistas y fiscalistas.

Esto se ve en sus primeros anuncios, en los que se encuentran el levantamiento de los ilícitos cambiarios y la exoneración de impuestos a las empresas, trasnacionales y nacionales, las empresas mixtas y a PDVSA.

Para entendernos veamos el contenido de estas medidas. Primero, al levantar los ilícitos cambiarios, favorece directamente a los empresarios para que tengan total libertad de exportación e importación de mercancías. En segundo lugar, al liberar de aranceles a las empresas mixtas, PDVSA y a las trasnacionales. Aquí, se está diciendo que la recaudación de impuestos que forman parte del presupuesto del país, ahora cuando hay menos recaudación por la venta petrolera, la diferencia no recaerá sobre estas empresas sino sobre los trabajadores, al meterle la mano en el bolsillo con el aumento del IVA, que pega un salto del 12% a 16%.

Pero además estas medidas se presentan en el marco de ruina de PDVSA, de Corpoelec y las empresas básicas de Guayana, que están totalmente paralizadas e improductivas. La caída de la producción en PDVSA es alarmante. La que fuera el soporte y la primera empresa del país está en ruinas. Hay una gran parálisis en la producción agrícola. Las haciendas y los campos están improductivos. Crisis en la salud y de la educación. Hay apagones diarios en todo el país, en una ausencia total de alimentos, medicinas y del efectivo. El país ha sido destruido, y al cierre del 2017 con un nefasto saldo de jóvenes asesinados como respuesta a las manifestaciones que se realizaron contra el gobierno durante ese año.

Todos estos elementos forman parte de la realidad de Venezuela hoy, y se presentan como las causas de una gran desesperanza para miles de venezolanos, incluido trabajadores de distintas empresas y estados del país, que han decidido irse ya antes del 2017. Pero sobre todo ahora, durante este año 2018, abandonan el país a riesgo de cualquier cosa. Son parte del contexto en el que se anuncian las medidas y ante lo cual ya vemos cual es la campaña del gobierno, de repatriar y advertir que los emigrados se fueron engañados.

Es aproximadamente a partir de abril de este año cuando, por la crisis de la salud, salarios de hambre, ausencia de insumos y medicamentos, y la exigencia de la libertad de Alfonzo Román, el enfermero detenido en el Hospital Clínico de Caracas, cuando el Colegio y los gremios de las enfermeras convocan a un paro indefinido que representa el reanimamiento de las luchas, porque coinciden todos los sectores y gremios de la salud: enfermeras, médicos, obreros y administrativos con las exigencias de los universitarios.

Los universitarios han marchado al lado de la salud, también los eléctricos y los eléctricos con Cantv. ¿Qué significa esto? Que cuando los trabajadores empiezan a luchar, y empiezan a comprender que deben buscar la unidad entre los sectores, justo ahí, es cuando el gobierno lanza otra parte de las medidas económicas. Su objetivo es confundir y detener la movilización.

Días antes anuncia el cambio del cono monetario y justo ante las exigencias de un salario igual a la canasta básica, que es un pedido de todos los sindicatos y gremios, y que la entienden y asumen los trabajadores, que es que se cumpla el Art. 91 de la Constitución. Porque la verdad sea dicha, el gobierno, siempre violó la Constitución.

Nosotros como Ccura hemos denunciado que cese la unilateralidad con la que el gobierno ha designado los aumentos de salarios. Los 43 aumentos que el gobierno ha hecho, indudablemente que los aceptaron los trabajadores, pero tienen características brutales. Los establece solo el gobierno, sin consulta alguna a los gremios, ni siquiera a los sindicatos que ellos dominan, tampoco a la contraparte empresarial, porque, dicho sea de paso, el Estado también es patrón. Pero, además, ningún aumento ha alcanzado para nada, porque nunca se cubren el costo de la canasta básica. Eso es una violación fragrante al artículo 91, que siempre hemos denunciado.

Aquí es cuando hacen el cambio del cono monetario y anuncia un salario de 1.800 BsS, es decir 180.000.000 de BsF, que a las primeras de cambio, a la gente le pareció importante. Pero veamos que pasó. Los 1.800 BsS representaban en el momento del anuncio unos 30$. Quince días después, aun con la lista de precios de 24 «que el gobierno dice que fueron regulados», sin medidas de producción agrícola y el eventual reparto de las cajas Clap, que son el gran negocio de los importadores ligados al gobierno. Una inflación desenfrenada se come el aumento ya que los anaqueles están vacíos, sin oferta de productos, esos 1.800 BsS, equivalen a 15 ó 17$. Ya los trabajadores saben que ese salario no representará nada para el mes de diciembre. Este fue una jugada que lanzó el gobierno con el propósito que se detuvieran y enfriaran las luchas.

Es aquí, donde tengo que denunciar el papel de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST) y que casi nadie lo dice. Que el gobierno anuncie estas medidas y las imponga es gracias al papel traidor y entreguista de la CBST. Ésta central fue fundada por el máximo representante de los patronos, el presidente Hugo Chávez, y los cinco últimos ministros del trabajo designados por el gobierno son «dirigentes» salidos de esa central: José Ramón Rivero, Oswaldo Vera, Francisco Torrealba, Néstor Ovalles y Eduardo Piñate, que han tenido la nefasta tarea de dividir las luchas, crear paralelos, despedir trabajadores, apoyar militares en la intervención de empresas, liquidar la posibilidad de que los trabajadores introduzcan pliegos conflictivos y pliegos conciliatorios. Ellos imponen sus mesas técnicas para descalificar y privar las luchas de los trabajadores, desconocer las asambleas y la posibilidad de la organización y movilización, la realización de paros y huelgas que son derechos y conquistas mundiales de los trabajadores. Triste papel el de estos dirigentes y de esta central. Son el respaldo a las políticas del gobierno.

Siempre hemos denunciado que este gobierno no es socialista, tampoco es obrerista. En cualquier rincón del país, los trabajadores pueden dar ejemplo de lo nefasto y antipopular que es este gobierno y del papel de entrega de los derechos laborales que desarrolla sus dirigentes en el ámbito de los trabajadores.

Por ultimo están las tablas salariales, de reciente anuncio. Se pretende aplastar y acabar con los salarios, acabar con los sindicatos y su razón de ser que es la contratación colectiva. Hay que imponer la unidad de los trabajadores porque tienen derecho a discutir mejores salarios sobre la base de su profesionalización, y que los contratos contengan tabuladores salariales. Se ve también con las discusiones que el gobierno estaba planteando a los trabajadores universitarios cuando estaban negociando -con sus mismos dirigentes- cuatro salarios y medios y solo días después, saca las tablas salariales pretendiendo que los trabajadores acepten, ganar salario y medio. Está claro, el gobierno quiere por la vía de una igual por debajo y no progresiva, por arriba, acabar los derechos laborales y dejar sobre los hombros de los trabajadores la crisis por ellos creada.

-Desde el punto de vista de Ccura, ¿Cuál debe ser la respuesta que deben presentar los profesionales y trabajadores ante las políticas presentadas por el gobierno?

Creo que el movimiento sindical que debe ser autónomo e independientes ante al Estado, los partidos y los patronos públicos y privados, que son la herramienta de lucha y defensa de los intereses comunes de los trabajadores, no está pasando por su mejor momento. Esto lo ha aprovechado el gobierno.

También hemos visto, que en las luchas de mayo, junio y julio del año 2017, los trabajadores participaron, pero no como clase organizada, con sus sindicatos y gremios. Este año esa dinámica presenta síntomas distintos.

Hoy, año 2018, hay que resaltar que los gremios de la salud, colegios de enfermeras, bioanalistas, odontólogos y médicos, pero también los sindicatos de enfermeras y obreros de la salud, marchan y marcan el camino unitario. Esto es progresivo. Pero, también salieron los eléctricos, los universitarios, Cantv, cementeros, y hasta los petroleros se movilizaron en Anzoátegui y hay síntomas muy importantes en empresas como Alcasa y Venalum, donde intentan, por medio de una acción legal ante el ministerio del trabajo, defender las conquistas de su tabulador y el contrato. En FMO-Guayana, los trabajadores levantan la exigencia y respeto por Sintraferrominera, como su genuina organización sindical. Que estas luchas empiezan a encontrar caminos unitarios e inter-gremiales en Anzoátegui y en Lara y un espacio de encuentro y debate en Aragua que es la Alianza Sindical y de Trabajadores de Aragua, -ASTA-; todo es profundamente positivo y son síntomas que estamos en la obligación de entender y saber leer.

Si nosotros queremos que esta dinámica se fortalezca, que los trabajadores luchen e impongan que el gobierno no irrespete una vez más el Art. 91 de la Constitución, que el valor del salario sea igual al costo de la canasta básica, y se acuerde de manera tripartita, que se reanuden las discusiones de las contrataciones colectivas. Si queremos que se echen atrás las tablas salariales del gobierno con las que pretenden borrar los contratos colectivos, imponer salarios de hambre y destruir los sindicatos. Si queremos que se rescaten las empresas básicas, Corpoelec y Pdvsa, que se implementen planes de seguridad industrial y con ello las normas y condición del trabajo y que se respete y cuide la vida del trabajador. Si queremos que se respeten los pliegos conflictivos y los pliegos conciliatorios, el derecho a organizar y hacer paros y huelgas, que son herramientas genuinas de lucha de los trabajadores. Si queremos lograr la libertad del ferrominero Rodney Álvarez y del licenciado en enfermería, Alfonzo Román, presos injustamente. Si queremos que todo eso se dé estamos en la obligación a ser serios y lograr que el encuentro nacional de trabajadores del 22 de septiembre, convocado por la Unidad de Acción Sindical y Gremial -UASG- a pesar de las diferencias y adversidades, se dé y podamos constituir una Coordinadora Nacional de Luchas, para imponer la unidad y coordinación superior que los conflictos y los trabajadores requieren.

Este encuentro es una oportunidad que no podemos eludir y que la respuesta que esperan los trabajadores, es que se concrete. Los trabajadores venezolanos tienen veinte años llevando derrotas tras derrotas y es hora de que esta dinámica cambie ya. Es hora de que los trabajadores sean conducidos exitosamente a triunfos, que den fuerza y confianza. Es clave, que el esfuerzo que estamos haciendo a través de la UASG, se entienda que es organizativa y político, y que el rescate de las luchas de los trabajadores es ante todo, un imperativo político. Que nuestras deliberaciones tienen que reproducirse en las regiones, en debates, en asambleas de trabajadores, escuchando que dicen los trabajadores, de cómo organizar la movilizar, las luchas, por salarios, por la defensa del contrato, por el rescate de los sindicatos, por la defensa de los derechos laborales, y por el destino que dicten los trabajadores. Esto es concreto y los primeros convocados a dar los primeros pasos en esta dirección, son los mismos sectores que ya han roto el inmovilismo impuesto por el gobierno: los gremios de la salud, Corpoelec, Cantv, cementeros, petroleros, y todos aquellos que se sumen en la lucha.

Pero además se trata de poner a los caballos delante de la carreta, y no como han estado hasta ahora, dejando que algunos intenten hacer las convocatorias de luchas que son tarea y potestad de los trabajadores. En esta lucha debe imperar la democracia de las bases y esa se ejerce en las asambleas, porque no hay nada más fuerte que una asamblea de trabajadores diseñando los lineamientos de un conflicto, de la movilización o de una huelga. Es la hora de los trabajadores, reunidos en asambleas democráticas, en el debate de sus formas de lucha, y ampliando la base para que toda la sociedad participe, respetando el liderazgo democrático de los trabajadores. Ahorita no hay consigna más democrática y revolucionaria que la defensa del salario, del contrato, del sindicato. Estas son las tareas y consignas más importantes que pueden tener hoy los trabajadores. Las otras vendrán, si somos capaces de hacer un debate democrático con las bases.

* Orlando Chirino, militante histórico del sindicalismo combativo y de la izquierda revolucionaria de Venezuela. Es miembro del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y fue su candidato presidencial