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México

El Estado subsidia fiscalmente 34 mil millones de pesos a bancos

Fuentes: La Jornada

Mientras el presidente Vicente Fox emprende acciones para «impugnar jurídicamente» el presupuesto de egresos de 2005 por la reducción en algunas partidas relacionadas con el pago de deuda, en especial el costo del rescate bancario, y otros gastos operativos, las instituciones de crédito que operan en el país mantienen un subsidio fiscal directo del Estado […]

Mientras el presidente Vicente Fox emprende acciones para «impugnar jurídicamente» el presupuesto de egresos de 2005 por la reducción en algunas partidas relacionadas con el pago de deuda, en especial el costo del rescate bancario, y otros gastos operativos, las instituciones de crédito que operan en el país mantienen un subsidio fiscal directo del Estado a través de contabilizar en sus activos impuestos no pagados por 34 mil 481.9 millones de pesos, según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Las instituciones bancarias, pero en mayor medida BBVA Bancomer y Banamex-Citigroup, incluyen estos impuestos no pagados en sus activos. Además de constituir un subsidio fiscal directo, del que no disfrutan otros sectores de la economía, tal práctica permite que no aumenten sus requerimientos de reservas mínimas de capital. Los bancos que operan en México recibieron la facilidad de no pagar una parte de sus impuestos e incorporarlos como si fueran capital durante el proceso de rescate financiero realizado por el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo.

Sin embargo, cuando el plan fue anunciado se informó que la dispensa concluiría una vez que las instituciones generaran utilidades, como ocurre ya desde hace casi cinco años. Desde 2000 y hasta septiembre pasado, el sistema bancario logró utilidades por 84 mil 290.9 millones de pesos, de acuerdo con la CNBV. La mayor parte de los ingresos de la banca está determinada por el cobro de comisiones a los usuarios y los pagos que recibe del gobierno por el rescate bancario.

«El enojo del gobierno y la campaña que ha emprendido el Presidente para desacreditar el trabajo legislativo tiene su origen en la decisión de la Cámara de Diputados de reducir la partida de recursos públicos que se destinan cada año al rescate bancario», comentó Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) e integrante de la Comisión de Hacienda de la cámara respectiva.

Hace dos semanas todos los partidos representados en la Cámara de Diputados, con excepción del gubernamental Acción Nacional, aprobaron un presupuesto de egresos en el que se incluyen readecuaciones en el gasto, respecto de la propuesta original del Ejecutivo, por 2 por ciento de los recursos totales a ejercer en 2005.

Hubo dos reducciones relevantes en el ramo relacionado con el costo financiero de la deuda pública directa o la que es garantizada por el gobierno federal, como es el caso de la relacionada con el rescate bancario.

La Cámara de Diputados decidió que mientras no concluyan las auditorías al Programa de Capitalización y Compra de Cartera, que realiza el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) a las operaciones de rescate de Bancomer, Banamex, HSBC (antes Bital) y Banorte, el monto de los recursos a entregar al IPAB debía ser ajustado.

En lugar de los 38 mil tres millones de pesos que el gobierno federal solicitó para cubrir los intereses del rescate bancario en 2005, la Cámara de Diputados decidió reducir esa partida en seis mil millones de pesos, a reserva de los resultados de las auditorías a las cuatro instituciones, que deberán concluir, según ha anunciado el IPAB, en el primer trimestre de 2005.

La otra reducción correspondió al renglón de Adeudos de ejercicios fiscales anteriores (Adefas), que constituyen el pasivo circulante del gobierno federal. En este caso la disminución fue de 14 mil millones de pesos propuestos por el Ejecutivo a siete mil millones de pesos aprobados por la mayoría en la Cámara de Diputados.

En conjunto, la reducción en el costo fiscal destinado a financiar el rescate bancario y por los Adefas es de 13 mil millones de pesos, cantidad que equivale a 37.7 por ciento de los 34 mil 481.9 millones de pesos de impuestos no pagados al Fisco que los bancos mantienen contabilizados como si fueran activos.

De acuerdo con la CNBV, los 34 mil 481.9 millones de pesos en impuestos diferidos de la banca se distribuyen de la siguiente manera:

BBVA Bancomer tiene impuestos diferidos por 17 mil 719.4 millones de pesos, que equivalen a 51.38 por ciento del total; Banamex-Citigroup, ocho mil 857.9 millones de pesos, 25.68 por ciento; HSBC, dos mil 500.3 millones, 7.25; Santander Mexicano, mil 457 millones, 4.22; Mercantil del Norte, mil 141 millones de pesos, que representan 3.30 por ciento del total. El resto se distribuye en otras instituciones.

El único sector privilegiado

La posibilidad de no pagar la totalidad de los impuestos y contabilizar esos recursos como parte de los activos es un privilegio del que en México sólo han disfrutado las instituciones bancarias. Fue parte de los apoyos que recibieron del gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo y que han mantenido en el actual. Cuando esta medida fue adoptada, con el argumento de que aliviaba la situación financiera de las instituciones de crédito en los difíciles momentos de la crisis, la administración federal estableció que esos beneficios serían retirados cuando hubiera utilidades.

De acuerdo con cifras oficiales, el conjunto de las instituciones bancarias que opera en México obtuvo en 2000 utilidades por 13 mil 452 millones de pesos; un año después, alcanzaron 12 mil 364 millones; sumaron 11 mil 289 millones de pesos en 2002 y se situaron en 29 mil 302 millones de pesos en 2003. Entre enero y septiembre de este año, las ganancias netas de la banca fueron de 17 mil 883.9 millones de pesos.

Al cierre de 2001, el monto de impuestos no pagados por el sistema bancario a la Secretaría de Hacienda e incluidos como parte de sus activos fue de 45 mil 624.7 millones de pesos; en 2002, la cifra alcanzó 43 mil 894.8 millones; en 2003, fue de 36 mil 825 millones y de 34 mil 481.9 millones de pesos en septiembre pasado, conforme a los datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores