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El director, premio de la crítica por 'Eleni', hace un alegato europeísta

Angelopoulos: «Existe una tradición que nos define y nos condiciona»

Fuentes: Rebelión

Hay varios directores que aspiran a lograr premios hoy en Barcelona, pero hay uno que ya sabe que deberá subir al escenario a recoger una distinción. El griego Theo Angelopoulos, de 69 años, autor de La mirada de Ulises y La eternidad y un día, ha sido galardonado por la Fipresci, la federación internacional de […]

Hay varios directores que aspiran a lograr premios hoy en Barcelona, pero hay uno que ya sabe que deberá subir al escenario a recoger una distinción. El griego Theo Angelopoulos, de 69 años, autor de La mirada de Ulises y La eternidad y un día, ha sido galardonado por la Fipresci, la federación internacional de críticos de cine, como autor de la mejor película europea del año. La obra en cuestión es la densa Eleni, que en España se estrenará a finales de enero con ese título a no ser que el cineasta presente mucha oposición.

Y es que es una traducción que no le gusta. Al parecer, le falta poesía. En inglés se ha titulado como El prado que llora. En Italia, La fuente del río. Y en España, con el nombre de la protagonista. Muy simplón para un director afecto a los largos metrajes y los discursos complejos.
Eleni, en concreto, describe 30 años de la historia de Grecia, desde el éxodo de la colonia griega de Odessa bajo la amenaza del Ejército Rojo en 1919 hasta el final de la guerra civil, en 1949. La película es parte de una trilogía que culminará en el Nueva York actual. Según dijo ayer Michel Ciment, presidente de Fipresci, el premio es más que merecido, «por su excelencia, su amplitud épica y porque Angelopoulos es uno de los cineastas más constantes que hay. Todas sus películas son magníficas», dijo.

Angelopoulos, que respondió ayer por la tarde a las preguntas de estudiantes de cine en el Col.legi de Periodistes de Barcelona, hizo gala de un europeísmo cinematográfico. Lo hizo desde el orgullo pasado. «Existe una tradición, existe un algo que nos define y nos condiciona». Y lo hizo también desde el lamento. Cree que el cine europeo atraviesa por «una crisis de identidad».