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Trasnacionales dejaron estela de miseria en Puebla

Fuentes: La Jornada

Se hundió el rico negocio de maquilar mezclilla; ahora huyen los capitales

En Pueblayork el rey de la mezclilla cancela al más bajo costo miles de empleos en Tehuacán, Ajalpan, La Sierra Negra y otros municipios poblanos y, como él, decenas de maquiladoras bajan aún más los salarios y depauperizan al extremo las condiciones laborales en esa industria. En tanto, trabajadores que afectaron su salud en las lavanderías de mezclilla por los químicos que usaron para la fabricación de pantalones como Levis 505, GAP o Banana República enfrentan el desempleo y la miseria.

Es la crisis de la industria maquiladora del vestido, en la que decenas de empresas han tocado las trompetas de retiro del país y licuado sus fortunas para llevarlas a otros países o negocios.

El libro Allá… donde viven los más pobres. Cadenas globales-regiones productoras. La industria maquiladora del vestido, de Huberto Juárez Núñez, investigador y profesor de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, presentado el pasado fin de semana, ofrece un diagnóstico de cómo tanto en el boom de esta industria como ahora en el declive, las grandes firmas internacionales de la confección usan y abusan ilegalmente de la mano de obra mexicana bajo la mirada ciega de autoridades.

Paradójicamente, los pantalones de mezclilla más caros del mundo y más exclusivos de tiendas de renombre mundial, como Tommy o Levis, se confeccionaron durante años en las zonas más pobres de Puebla, porque en esas regiones las maquiladoras trasnacionales hallaron gente dispuesta a trabajar jornadas superiores a las legalmente establecidas, con salarios bajos y pocas o nulas prestaciones, además de no tener ninguna seguridad en el empleo y, ni en broma, un sindicato.

Antes se exportaban pantalones, pero ahora, con la crisis de esta industria de la confección, Puebla exporta trabajadores, relata la investigación.

Revela que desde la inserción de la industria del vestido a los círculos comerciales internacionales, las firmas detallistas-minoristas de ropa, como Wal Mart, explotaron las ventajas de los bajos salarios, mientras los comercializadores de marca, que son los actores más importantes en este esquema, como GAP, Wrangler, Old Navy, Tommy, Guess, Nike, se convirtieron en la raza de fabricantes sin fábricas, contratando la producción en terceros países, con el ensamble barato de sus prendas caras.

México cumplía con estas condiciones y entidades del centro de la República, como Puebla, con amplios márgenes de pobreza y desempleo, fueron aprovechadas por estas firmas. De esta manera, el boom de la maquila de la confección tuvo en esta entidad su punto de maduración y para 1997 el país ya era el principal proveedor de Estados Unidos en prendas de vestir maquiladas.

Inclusive a finales de 2001 ya había en Puebla una treintena de empresas coreanas que empleaban más de 10 mil trabajadores, como las firmas Kukdong Internacional, en Atlixco, y Dyc Vikin, en la ciudad de Puebla, las cuales son productoras de prendas para Nike y Reebok.

Kukdong incluso enfrentó fuertes protestas por el maltrato que daba a sus trabajadores, señala el libro de Juárez Núñez.

En ciudades como Tehuacán, 85 por ciento de la población depende del trabajo de la maquila; se estima que hay cerca de 300 empresas de este rubro, las cuales provocaron problemas al medio ambiente por el uso de químicos para la elaboración de prendas. Además se caracterizaron por pagar los salarios más bajos en la maquila del país, así como por la contratación de niños «para aprovechar la gran demanda de trabajo en la región».

El abuso laboral ha sido una de las constantes en esta industria, en la que, según determinó esta investigación, se busca la contratación de trabajadores del sector que tiene los niveles mínimos de educación escolarizada o es analfabeta, para así pagar salarios míseros; además se les escatiman hasta las prestaciones más básicas, como el Seguro Social, y otras como el aguinaldo. En uno de los reportes realizados para este libro, más de 50 por ciento de los trabajadores dijeron no recibirlo. Pero eso sí, las jornadas laborales son flexibles y se extienden hasta 54 horas semanales.

Pero si se creía que los salarios y las condiciones laborales estaban en su mínima expresión tolerable, no era así. En este estudio que realizó el profesor Huberto Juárez se establece que a causa de la desaleceración económica se perdieron miles de estos empleos, gran parte de los capitales emigraron a otras regiones y negocios, y para la primavera de 2002 se identificó un proceso ligero de reactivación, sólo que a los trabajadores convocados -muchos de los cuales vieron sus pulmones y vías respiratorias afectadas por tantos años de utilización de químicos, solventes y arenas especiales para desteñir pantalones y tratar otras prendas- ahora se les ofreció recontratación pero con peores salarios.

Kamel Nacif Borge, considerado como El Rey de la Mezclilla, quien ha construido un verdadero reino en la región y ha «servido de eficiente enclave para que los negociantes estadunidenses montaran uno de los sistemas de fabricación que extraen toda la potencia productiva del estado», es el ejemplo que expone este libro de cómo algunos maquiladores han violado todas las garantías laborales en esta industria.

Se han levantado denuncias internacionales en contra de Nacif Borge en torno a los despidos ilegales de obreros en plantas como Tarrant, en Tehuacán y Ajalpan; sin embargo, este «rey» se lava las manos cancelando al más bajo costo miles de empleos en diversas regiones de Puebla con total impunidad y se posesiona de nuevas plantas en el centro del estado y en Tlaxcala; en tanto, los expulsados de éste, que era el único esquema laboral posible, eligen otra ruta, la de Pueblayork: la migración.

El libro concluye que «para los poblanos del sur la ruta es hacia Pueblayork; para los mixtecos oaxaqueños, hacia Oaxacalifornia y para los guerrerenses la vía es hacia Chicago, que con todo y sus peligros son itinerarios factibles. Y, como dicen muchos de ellos, es también una forma de escapar de las chocantes letanías de un gobierno cuyo autismo in crecendo llegó al punto increíble de la autocomplacencia, cuando dicen que en México todo marcha bien a pesar de lo que se diga, de lo que se lea, de lo que se escuche o de lo que se vea».